jueves, 29 de febrero de 2024

EL PASAJE SAN CARLOS HERIDO Y ABANDONADO

                   La esquina sur del pasaje hoy abandonada

EL PASAJE SAN CARLOS HERIDO Y CASI ABANDONADO

 

Un tanto lejos del esplendor de este pasaje histórico de Almagro, que animó un pasado de magnificencia y hasta suntuosidad, luce hoy desteñido, y un tanto abandonado a su suerte que no le es propicia.

Ya desde su entrada letreros de inmobiliaria anuncian ventas, que serán no fáciles, y el edificio de altos de su entrada, abandonado y apuntalado presagia un futuro poco halagüeño para quienes moran el lugar, que fue cuna del inicio del rico pasado de este paraje que creció junto a la parroquia de la orden Salesiana que había llegado al país en 1875 y al naciente barrio de Almagro en 1878, cuando fundan la escuela de Artes y Oficios Pio IX. Y hacia 1900/1910 levantan el nuevo templo, con su cúpula coronada por una torre campanario de 64 metros de altura.

                      El pasaje en sus momentos de esplendor 

Es el único templo del barrio que cuenta con tres niveles, y una cripta con 16 altares, un lujo arquitectónico de Almagro.

El pasaje, hoy un tanto deteriorado, nació con el barrio, en lo que fuera la quinta que comprara en el año 1865, Juan Francisco Tarragona, un sector de la amplia quinta que perteneciera a Juana Isidora González, que se extendía desde la calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) hasta Rivadavia, prolongándose al oeste hasta más allá de la actual José Mármol.

Por entonces nacía también hacia 1871 la “Villa de San Carlos”, que recibió una donación de Martín Estebarena, primitivo nombre de la hoy Quintino Bocayuba.    

En aquella época la zona pertenecía al municipio de Flores y prevalecía la vida rural, con terrenos llanos, arroyos y zanjas, era un barrio de tambos y almacenes, y predominaban las quintas frutales, los terrenos de labranza, alfalfares y hornos de ladrillos. Recién en 1887 quedó integrado todo el barrio de Almagro dentro de los límites de la ciudad Capital. Dependía fundamentalmente del movimiento comercial y hacienda de los corrales y mataderos de Miserere.

Será posible, en esta patria y este barrio, donde todo tiene un precio comercial, se pueda reciclar esa esquina y darle vida el pasaje que tanto tiene que ver con el nacimiento de Almagro.

                                              Marta Romero


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