EDITORIAL AL
Nº 353 – NOVIEMBRE 2024
“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en
aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”
(Antonio Gramsci)
Hicieron falta dos vetos y dos asados, para
terminar de poner al descubierto el funesto plan hambreador del gobierno de
Milei y su banda. Un verdadero plan de moderno coloniaje versión 2024, el que,
tras haberle concedido el Parlamento facultades
especiales por un año, hoy las despilfarra en hacer y deshacer en materia
económica, social, educacional y de salud. Todo un disparate denunciado en su
momento.
Pero ya es tarde y el daño está consumado, es hora
de que el gobierno renuncie, para dejar que otros recompongan el tejido social descalabrado
que está quedando tras el paso del tifón que dejó, con motosierra, topadora y
martillo en mano y vienen por más, ¡¡¡están cebados!!!
Los primeros en sufrir la debacle fueron los
jubilados con miserables $300 mil de haberes, y ahora les tocó a la educación superior y la salud. Y en simultáneo, el tendal en el
orden social que es más que grave.
La valentía y el tener éxito son falsas, porque
vetar una ley que apuntaba a aliviar el hambre de los “viejos”, que podrían ser
sus padres, fue innecesario, dañino, con saña y maldad manifiesta, cuando se lo ve al
presidente rozagante festejando desde “el balcón”, saludando a la nada misma.
Al vetar la Ley de
Financiamiento Universitario aprobada el pasado 12 de septiembre por el
Congreso de la Nación, que buscaba recomponer el presupuesto de las
Universidades Nacionales, no se terminó el tema, regresa con
el presupuesto 2025, mediante una cláusula de actualización por inflación
retroactiva al 1° de diciembre del año pasado, tanto para los salarios docentes
y no docentes, como para los gastos de funcionamiento. Además, establece la
ampliación anual y progresiva del monto y el número de beneficiarios de las
becas estudiantiles.
Fueron las dos grandes y poderosas manifestaciones,
las que marcan que la lucha continúa. El presidente ya no puede salir a la
calle sin exponerse al insulto ciudadano, a solo 10 meses de asumido, es un
barco sin timón en un mar embravecido.
Por eso, parándonos en la propia escuela austríaca,
tal como nuestro autoproclamado “especialista en temas de crecimiento económico
con y sin dinero” gusta interpretarla, al declamar que: “los impuestos son un
robo”, se puede concluir que sería la primera
regla de la Economía que invalidaría la
existencia misma del Estado y el despliegue de todas sus funciones, expresadas
financieramente en el gasto público. Sin ingresos, sin gastos y sin Estado, la discusión sobre el déficit carece de sentido. Según
datos del mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial son
acusados de extremismo marxista.
Ahora, Milei se retrotrae “al cajón quemado de
Herminio Iglesias del ‘83”, pretende ser quien coloque el último clavo al féretro
del kirchnerismo, con Cristina adentro, la violencia y el revanchismo fue
siempre el alimento de la “motosierra mileniana”, y así le fue a un pueblo que
hoy sufre las consecuencias, sociales y económicas de su plan macabro, en un
desierto de arenas calientes, que día a día se vuelven incandescentes.
La excusa del déficit cero no sirve, no existe en
el grueso del mundo, son apenas dos republiquitas las que lo tienen, y solamente
seis tuvieron superávit durante todo el decenio. El problema está en “la
injusta redistribución de la riqueza”. ¡Ojo!,
que los monstruos vienen marchando…
Hasta la Próxima
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