El 3 de noviembre de 1774
Nace el sacerdote y doctor José
Valentín Gómez
Mediante el nombre de las calles, plazas y parques de
Buenos Aires, se puede construir un mapa histórico, no siempre el más cierto,
pero es un intento de buscar desde ellos cimentar una historia paralela tanto a
la oficial, como al deseado y verdadero acontecer fiel a la realidad.
JOSÉ VALENTÍN GÓMEZ
Se había plegado a la causa patriota durante los sucesos de
mayo de 1810. Formó parte de la Asamblea General Constituyente, conocida como
Asamblea del Año XIII. Fue rector de la
Universidad de Buenos Aires, ministro plenipotenciario en Londres, París y Río
de Janeiro, y perteneció al Congreso General Constituyente. Murió en Buenos
Aires el 20 de septiembre de 1833. Fue diputado en
la Asamblea del Año XIII y, en tiempos de los directores Supremos Gervasio
Posadas y Carlos María de Alvear, formó parte de la Logia Lautaro y abrazó la
causa unitaria. Durante un corto tiempo ejerció como gobernador de la Diócesis de Buenos Aires, hasta que Alvear fue
derrocado tras el Motín de Fontezuelas.
Una calle, que corre a lo largo de Balvanera y Almagro, lo recuerda.
BIBILIOGRAFIA SOBRE LAS CALLES DE BUENOS AIRES
Los nombres de las calles de Buenos Aires se originan en la primera nomenclatura de 1734, que se basó en nombres de santos, y luego evolucionó para incluir elementos geográficos, nombres de eventos históricos (especialmente los de la Independencia) y personalidades. La nomenclatura ha cambiado a lo largo del tiempo, reflejando tendencias políticas, como la supresión de nombres hispánicos después de 1822, y la posterior inclusión de figuras femeninas o la conmemoración de otros sucesos y lugares relevantes.
Estos nombres de las calles, plazas, parques y pasajes adquieren características especiales, según un estudio de Felipe Pigna en su libro: Calles, que hace un inventario y suma un análisis certero sobre las denominaciones elegidas. Desde su mirada aguda, surgen datos capaces de sorprender al lector, como que el 94% de las calles y avenidas tienen nombres masculinos y solo un 6 % femeninos y que la mitad de los barrios porteños no tienen una sola arteria con nombre femenino. O que, en las dicotomías políticas, los unitarios se impusieron holgadamente a los federales y los radicales a los peronistas, y en el ejido porteño solo un anarquista logró dejar su marca: Antonio Soto, sindicalista y líder de la Patagonia rebelde.
Pigna propone una recorrida por la ciudad de Buenos Aires
con la mirada puesta en los nombres de sus calles, concebidos como
vestigios de la historia argentina y donde se filtran injusticias que van a
tono con una mirada sesgada, que hace
posible que el 50% de los barrios porteños no tenga ni una sola calle con
nombre de mujer, que se registre una ausencia notable de homenaje a los pueblos
originarios o que la segunda calle más larga de Buenos Aires invoque a un
policía represor, Ramón L. Falcón, que se extiende desde Caballito hasta la
Avenida General Paz en Liniers, en varias ocasiones se ha propuesto su cambio
de nombre, debido a que Falcón fue el jefe de Policía que lideró represiones a obreros y mal debió
ser conmemorado por esta calle.
Desde la primera nomenclatura oficial en 1734, los nombres
evolucionaron de referencias geográficas y religiosas a nombres de próceres y
eventos de la historia argentina, incluyendo homenajes más recientes a
artistas, científicos y hasta víctimas de la violencia, pero también generando
confusiones por repeticiones de nombres o apellidos.
El resultado de esa búsqueda, no es un atlas y tampoco un
diccionario. Sin embargo, el historiador dedica una buena parte de su extensión
a inventariar alfabéticamente las calles que tienen nombres de personas. El
texto da origen a una colección que se completará con otros tomos dedicados a
la reseña de las calles con nombres relacionados con la geografía, la botánica,
la astronomía o el arte.
FELIPE PIGNA Y LAS CALLES
Faltan a su vez, nombres de personajes del rock, que han aludido a muchísimas
calles de Buenos Aires en sus letras y la ciudad no se los ha retribuido. También el tango tiene una
representatividad muy pequeña y tenemos enormes exponentes del folclore que no
tienen su calle.
El estudio de Pigna se suma al de Vicente Cutolo, un
reconocido escritor, abogado e historiador especializado en la historia de
Buenos Aires, que escribió el libro Buenos
Aires: Historia de las calles y sus nombres donde detalla el origen y
la historia de numerosas calles de la ciudad. No hay una lista oficial que
él haya compilado, sino que su obra es una referencia fundamental para conocer
el significado detrás de los nombres de las calles porteñas.
A su vez, el licenciado Alberto
Gabriel Piñeiro, en su libro sobre la nomenclatura histórica, Las
calles de Buenos Aires, detalla sus
nombres desde la Fundación hasta nuestros días y ofrece la posibilidad de reconstruir la historia de
Buenos Aires a partir de los sucesivos nombres que tuvieron sus calles con sus
significados; nos permite analizar a través de
su recorrido no sólo la evolución y transformaciones de la ciudad, sino también
los sentidos que adquiere la historia, el lugar que ocupan ciertos hechos y
personajes que han quedado como registros de una historia que pretende
representarnos.
RESUMEN FINAL
Así el nombre de
las calles, como de plazas y parques de Buenos Aires, es una parte importante
de la memoria histórica de una ciudad que nació
colonia y se fue transformando lentamente, no sin cometer diferentes fallas, a
veces casuales, pero otras que encierran un criterio más
de ocultar o dar un tinte político antagónico a
la realidad, para crear un damero porteño que necesita, claro que lo necesita,
cambios profundos, los que no serán fáciles de conseguir.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
- Piñeiro, Alberto Gabriel, Las
calles de Buenos Aires,
Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires.
- https://archive.org/details/alberto-gabriel-pineiro-las-calles-de-buenos-aires-sus-nombres-desde-la-fundacion-2005
- https://www.pagina12.com.ar/438035-felipe-pigna-a-las-calles-portenas-les-faltan-nombres-del-rock




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