jueves, 7 de abril de 2011

“LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES”



PORTUGAL, 25 DE ABRIL DE 1974:

“LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES”

Nuestros enemigos dicen: la lucha terminó. Pero nosotros decimos: ella comenzó.

Nuestros enemigos dicen: la verdad está liquidada. Pero nosotros decimos: la sabemos todavía.

Nuestros enemigos dicen: aún cuando se conozca la verdad ella no puede ser más divulgada. Pero nosotros la divulgamos.

Bertolt Brecht

“La Revolución de los Claveles”, en Portugal, como la Revolución Rusa o la Revolución Mexicana entre otras revoluciones modernas, marcó un hito en la historia de la humanidad, al terminar con 50 años de dictadura sangrienta.

Un pequeño país de apenas 92.000 kilómetros cuadrados mantenía colonias en ultramar 22 veces mayores a su superficie. De sus 7 millones de habitantes, un millón se encontraba exiliado como resultado de las persecuciones políticas, del terror policial y de la tortura.

Un grupo militar sublevado, el MFA (Movimiento de las Fuerzas Armadas), una canción de José Afonso, Gràndola vila morena, y el pueblo en la calle que colocó un clavel rojo en la punta de los fusiles, le imprimió a este pronunciamiento un sello distintivo.

EL CONTEXTO

Desde el año 1926 Portugal fue dominado por una dictadura de efectos sangrientos, la más duradera de Europa, impuesta entonces por Antonio de Olivera Salazar. En 1968 fue reemplazada por una nueva asonada gatopardista que llevó al poder a Marcelo Caetano, con una temible policía política mediante la cual sembró el terror y la represión combinando la miseria con la desigualdad y el atraso.

Enfrascado el país en una guerra colonial en sus tres territorios africanos de Angola, Guinea y Mozambique, la pequeña metrópolis se veía obligada a mantener más de 120 mil soldados en pie de combate, con un gasto militar que iba minando su economía, lo cual provocó, junto a otros factores, una crisis terminal. Surgieron las primeras reacciones de descontento, y los primeros desafíos al férreo control dictatorial.

Por otra parte, en las colonias comenzaron movimientos armados de liberación. En Angola en 1961, en Guinea en 1963 y en Mozambique en 1964. Los tres marcaron un giro insostenible en la situación interna de Portugal. En 1973 el descontento dio paso a una oposición cada vez más extensa, coronada en 1974 con una masiva huelga de trabajadores, a la que se sumaron movilizaciones estudiantiles y movimientos vecinalistas contra el alto precio de los alquileres.

En el orden militar interno, había surgido en 1973 el MFA, creado en forma secreta por un grupo de capitanes, disconformes por los ascensos de funcionarios sin experiencia curricular en la fuerza también por ser ellos los de mayores cargas en la guerra colonial.

La dictadura, además de enfrentar grandes pérdidas en aquella guerra colonial, afrontaba contantes desacatos de soldados que se negaban a combatir las aspiraciones independentistas de las colonias.

En un primer momento los militares sublevados contra el régimen intentaron circunscribir las acciones al estricto ámbito castrense, pero fue en vano. Las masas invadieron la calle, acompañando el arrollador avance militar, y en pocas horas el dictador Caetano se vio acorralado en su reducto.

“La Revolución de los Capitanes” se transformó rápidamente en “La Revolución de los Claveles”, un movimiento épico singular, con la simbología del clavel en la punta de los fusiles y el pueblo movilizado en la calle.

Alguien ofreció un clavel rojo a un soldado, colocándolo en el caño del fusil, lo que se generalizó de inmediato. En dicho movimiento participaron los partidos de oposición, en especial los Partidos Socialista y Comunista.

LAS ACCIONES

Exactamente a las 0.25 de la madrugada del 25 de abril de 1974, se transmite la señal a través de Radio Católica Renacenca, que había sido tomada por los sublevados. Fue la canción Grándola Vila Morena, escrita por José Afonso en 1963, como homenaje a un club cultural anarco-sindicalista, la Sociedad Musical Fraternidad Obrera. Había sido llevada al disco en 1972, pero prohibida por la dictadura.

“Terra da fraternidade

Grándola vila morena

En cada rostro igualdade

O povo é quem mais ordena”

El poderoso movimiento intermedio de la MFA fue cobrando una fuerza tal que al momento del alzamiento, la dictadura se derrumbó como un castillo de naipes, lo que posibilitó un triunfo sin derramamientos de sangre.

El jefe de las operaciones en Lisboa fue el capitán Salgueiro Maia, de la Escola Practica de Cavalaria. Él ocupó Terreiro do Paco, allí detenía a los generales que se negaban a adherirse y llevaba posteriormente el cerco al cuartel de Carmo, último refugio del dictador.

Caetano se encontró rodeado por cientos de militares y miles de civiles; su suerte ya estaba echada. Pero aún así, los asesinos de la policía secreta dispararon contra la multitud desarmada, lo que provocó las únicas cuatro muertes en aquella Revolución de los Claveles.

La coordinación general del levantamiento estuvo a cargo de Otelo Saraiva de Carvalho, desde el cuartel de la Pontinha. Se puso al frente del levantamiento el general Antonio De Spínola, y participaron en el gobierno de coalición dirigentes socialistas y comunistas.

EL DESPUÉS

Inmediatamente se dispone la libertad de los detenidos políticos y el retorno de los líderes exiliados, el socialista Mario Soares y el comunista Álvaro Cunhal.

El 12 de julio se produce el primer cimbronazo del flamante gobierno, cuando renuncia el Primer Ministro Carlos Parma y asciende al cargo el coronel izquierdista Vasco Goncalves.

Rápidamente se reconoce la independencia de las colonias, se promulga el derecho de huelga y la reforma agraria.

El 30 de septiembre se produce la renuncia de Antonio De Spínola, descontento con la influencia comunista en el gobierno. No se debe olvidar que De Spínola había participado del lado franquista en la guerra civil española. Asume en su lugar Costa Gomes, en una nueva radicalización del régimen. Vasco Goncalves se mantiene como Primer Ministro, en momentos en que el MFA planifica una vía a un socialismo portugués.

En marzo de 1975 el derechista De Spínola intenta un golpe de estado, que resulta abortado.

En las elecciones de constituyentes, el 25 de abril de 1975 −justo en el primer aniversario de la revolución−, las izquierdas obtienen un amplio triunfo: el Partido Socialista logra el 38% de los votos con 116 diputados, el Popular Democrático el 26% con 80 diputados y el Comunista el 13%, con 30 diputados. El Centro Democrático Social sólo obtiene un 8% con 16 diputados.

El objetivo de estos comicios era conformar una cámara representativa que dotase al país de una Constitución democrática. Ésta fue promulgada el 2 de abril de 1976 y mantiene su vigencia hasta la actualidad, aunque ha sido objeto de profundas reformas que primero limitaron y posteriormente eliminaron las características socialistas que anunciaba su preámbulo: “…abrir los senderos hacia una sociedad socialista dentro del respeto a la voluntad del pueblo portugués, por un país más justo y más fraterno”.

Las turbulencias de aquella épica revolución duraron dos años, con luchas entre derechas e izquierdas. Resultó característica la firmeza del MFA, que radicalizaba al régimen, proponiendo una transición al socialismo. Sin embargo no fueron desmanteladas las estructuras capitalistas de poder, y con el correr del tiempo aquel postulado se fue desdibujando.

Lo importante, aquello que jamás se borrará de la memoria de los portugueses, y en especial de los trabajadores y las clases más humildes, fue esa heroica revolución con claveles en la punta de los fusiles, sin un solo disparo, con el pueblo en la calle, hermanado con los “Capitanes de la Revolución”, la más atípica de la historia. Una gesta que sin duda alguna pasó a ser un ejemplo para las generaciones posteriores. Ellas sacarán sus lecciones y la historia dará la última palabra, ya que donde hubo fuego cenizas quedan, a pesar de los errores de los hombres.

El 25 de abril es por lo pronto en Portugal una festividad nacional. El cine recogió la epopeya en la película Capitanes de abril, una coproducción europea de 1997 escrita y dirigida por María de Medeiros.

“Em cada esquina um amigo

Em cada rostro igualdade

Grándola vila morena

Terra da fraternidade.”

Con el tiempo, los claveles se fueron marchitando y el neoliberalismo llegó a Portugal con las recetas del Fondo Monetario Internacional, pero eso es motivo de otra faceta de la historia.

Miguel Eugenio Germino

FUENTES:

-- html.rincondelvago.com/revolucion-de-los-claveles_1.htm

--http://es.wikipedia.org/wiki/Revolucion_de _los _claveles

--http://www.elpais.com/articulo/ultima/Portugal/Jose Afonso

-www.portaleureka.com/.../129-la-revolucion-de-los-claveles

-- www.labutaca.net/films/.../capitanesdeabril.

-- www.portalplanetasedna.com.ar/claveles.

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