jueves, 7 de abril de 2011

ANTONIO BERNI



EL PINTOR ANTONIO BERNI EN EL BARRIO DE ALMAGRO

Es indiscutible que Antonio Berni fue una figura que trascendió largamente las fronteras del barrio y del país; su fama es internacional. Sin embargo, no puede negarse que gran parte de su vida transcurrió dentro de las fronteras del barrio de Almagro, donde plasmó una buena parte de su obra.
Berni fue a través de su arte y de su palabra, un lúcido y agudo crítico de la realidad nacional: documentó y denunció las deplorables condiciones de vida de las clases sumergidas latinoamericanas, especialmente las de la niñez explotada, como así también la desocupación y las desdichas del hombre de una América sometida. Lo hizo a lo largo de sus numerosas giras, tanto por el interior como por Latinoamérica y el mundo. Nacido en Rosario en 1905, incursionó en el mundo de la plástica siendo aún niño. A los 20 años recibió una beca de perfeccionamiento en París, donde permaneció casi cinco años. Impulsor de la pintura surrealista de los años treinta, se transformó en un sensible analista de la realidad social. En 1929 se casó con la escultora francesa Paule Cazenave, de cuya unión nació su hija Helene, en 1930. Expuso óleos, collages y dibujos, y fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes. En el año 1962 obtuvo el Premio Internacional de Grabado en la Bienal de Venecia.

PASAJE BERNASCONI (Rivadavia 4893)


De vuelta en Buenos Aires, hacia 1936 comenzó su periplo por el barrio de Almagro y los alrededores. Ocupó un departamento (demolido en 1958) junto a su esposa e hija en el Pasaje Bernasconi, al 4800 de la Avenida Rivadavia. Era un complejo de viviendas para alquiler construido en los terrenos que habían formado parte de una antigua estancia del siglo XIX, usada como quinta de fin de semana por el presidente Quintana.
Abandonando ya el surrealismo de sus primeras pinturas, instaló allí su taller, en el que nacieron obras como Los primeros pasos y Club Atlético Nueva Chicago. El lugar era además ámbito de largas tertulias con otros artistas e intelectuales, entre ellos Nalé Roxlo, Witold Gombrowicz, Ramón Gómez Comet, Roger Pla, Rodolfo Puiggrós y Alberto Ginastera. Residió en el pasaje hasta 1950.

EL PETIT HOTEL DE RIVADAVIA 4139

En ese mismo año 1950, Berni formó una nueva familia con Nélida Guerino, instalándose en esta coqueta residencia de principios del siglo XX (aún en pie), perteneciente a la familia de Nélida. Allí nació su hijo José Antonio. Alternaba con el taller de la calle Chile, en el barrio de Montserrat, y asimismo pasaba largas temporadas en Río Hondo (Santiago del Estero).
Hacia 1959 construyó un nuevo taller en los fondos de la residencia, lugar donde alumbrará la parte más sustanciosa de su vasta obra, como fue la serie de Juanito Laguna y Ramona Montiel, dos personajes arquetípicos que simbolizaron a muchos chicos y mujeres víctimas del sistema. Descubrió a estos seres en los basurales suburbanos que plasmó en su obra como expresión de la explotación y la marginalidad de la niñez en toda América Latina. De allí surgieron Juanito mirando televisión, Juanito remontando su barrilete, Juanito en navidad, y toda la gama de pinturas que aluden a este típico personaje del subdesarrollo. “A Juanito Laguna lo veo y lo siento como arquetipo de una realidad argentina y latinoamericana; como expresión de todos los Juanitos Laguna que existen. En él están fundidos muchos chicos y adolescentes que yo he conocido… Juanito Laguna, no pide limosna, reclama justicia”, dijo el artista. Ramona Montiel, por su parte, es una chica de la villa miseria, convertida a la prostitución para sobrevivir, presa de los abusos y la violencia, era una realidad que se escondía tras los rígidos preceptos morales y religiosos de la época, y que la mantenían atrapada en la telaraña de la sociedad de consumo. Berni siguió trabajando en estas series de Juanito y Ramona hasta poco antes de su muerte en 1981. En estas obras el artista utilizó abundante collage, que logró crear con desechos que recolectaba en los barrios marginales, eran latas, plásticos, telas, hierros y otros desperdicios. Para él el óleo no era suficiente. En el año 1960 alternaba este taller con otro de la calle Lite Próst, en París. El 1º de noviembre de 1972 la casona fue sacudida por una bomba, hecho que se sospechó como acción de la Triple A, que nacería oficialmente al año siguiente.

PASAJE FLORENCIO BALCARCE (al 4900 de Rivadavia)


Tras separarse de Nélida Guerino, en 1973 se mudó a este afrancesado pasaje frente al Parque Rivadavia, tan sólo a media cuadra del que había sido su primer domicilio. Lo compartirá con su tercera pareja, Silvina Victoria.
De un reportaje realizado por Info Almagro a Sulula -como ella gusta llamarse- en febrero de 2007, se desprenden algunos secretos del artista. Dice haberlo conocido en 1966, y que desde entonces permaneció junto a él hasta su muerte, en el departamento que ella compró especialmente, cerca del taller que Berni estaba acondicionando en la calle Lezica.“Nosotros veníamos caminando con Antonio desde Florencio Balcarce, donde vivíamos, caminábamos por esta calle (Lezica) o por Rivadavia, todas la mañanas. Él hablaba con todos los verduleros, con toda la gente del barrio, que lo quería muchísimo”, relató Sulula. A la pregunta de si algunos cuadros fueron inspirados en el barrio respondía: “Muchos, hay varios que tienen mucho que ver. Las casas cortadas, por ejemplo esa… (señala la esquina sudoeste de Lezica y Rawson), sería una esquina de Antonio. Le gustaba mucho caminar, y andar por la calle, teníamos un auto, pero prefería caminar por las calles del barrio.” Finalmente Sulula contaba como anécdota: “Una vez, a la madrugada vino a visitarlo Massera, el almirante de la dictadura, y nosotros no sabíamos; hubo un gran alboroto en el barrio, porque los vecinos pensaron que se lo llevaban a Antonio. Entonces Massera dijo: tranquilos, yo solamente vengo a ver la obra”. Vaya interés del genocida por conocer personajes como Juanito o Ramona, que se encontraban justamente en las antípodas de su pecaminoso pensamiento.

EL TALLER DE LEZICA 4199


En esta particular esquina, propia de una película y de una postal del barrio, existía un viejo almacén muy deteriorado, que el pintor compró en 1972 para reconstruirlo a nuevo y usar como futuro taller. Se convirtió en un edificio de tres pisos, con 480 metros cubiertos que quedó terminado en 1973. Utilizaría la planta baja para depósito y destinaría el tercer piso, con buena luz que llega del sur, para su taller. Desde la terraza se observa el emblemático edificio de IMPA –otra reliquia de Almagro–, sobre la calle Querandíes. Esta fábrica le proveía al maestro los rezagos de aluminio que luego utilizaba –junto a otros materiales– en los collages, especialmente las de Juanito y también para la serie de Cristos, que presentó en 1961 en la galería Velázquez.
Finalmente, en el verano de 1981, se vino a vivir al taller de la calle Lezica, morada de la que disfrutará poco tiempo, ya que murió el 13 de octubre de ese mismo año. En el lugar se colocó una placa de homenaje del Gobierno de la Ciudad de Buenos Ares que dice: “Aquí vivió Antonio Berni (1905 -1981). Artista plástico cuya obra expresa el acontecer social del país.” Otra más pequeña, del CGP 5, también recuerda al maestro que vivió gran parte de su vida en Almagro. Sus restos descansan en el panteón de la Familia Guerino, en la Chacarita. Así partió el creador del célebre Juanito, iniciado en el arte de la plástica en su Rosario natal como aprendiz en un taller de vitrales.

Miguel Eugenio Germino


FUENTES:
-Diario Clarín, Buenos Aires, 13 de octubre de 2000. - http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=836836 -http://lahistoriadeldia.wordpress.com/2009/02/24/Antonio-berni-biog… -http://lidinhaceyrehace.blogspot.com/2008_05_01_archive.html -http://new.taringa.net/posts/arte/121226/Antonio-Berni---pintor-rosario http://www.ccgsm.gov.ar/areas/ciudad/noticias/?modulo=ver&item_id=10334&contenido_id =15357&idioma=es -http://www.info-álmagro.com.ar/noticias2007/2007027.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario