EL 1º DE MAYO DE 1933
SE FIRMA EL PACTO ROCA-RUNCIMAN:
“CRONICA DE UNA DESVERGÜENZA”
Roca con galera y bastóna la firma del pacto |
“La industria más genuina del suelo argentino, la ganadería, se
encuentra en ruinas por obra de dos factores principales: la acción extorsiva
de un monopolio extranjero y la complicidad de un gobierno que unas veces la
deja hacer y otras la protege directamente.”
Lisandro de la Torre - 18 de junio de 1935
Firmado por el vicepresidente
argentino Julio A. Roca (h) y Walter Runciman, en nombre del gobierno inglés, este pacto es solo posible en una Argentina
dependiente, para beneficio principal de los frigoríficos extranjeros y el
imperio inglés y en forma accesoria de los grandes ganaderos terratenientes,
exportadores de carne enfriada. Todo en complicidad con la dictadura de
Uriburu-Justo, en plena Década Infame.
Las denuncias de Lisandro de la
Torre terminaron con el asesinato del senador Enzo Bordabehere durante una
sesión del Senado Nacional.
Por dicho pacto, no solo se
entregarán los frigoríficos y la carne, sino que
también se reducirán los derechos aduaneros a las mercaderías inglesas.
Asimismo se les entregará el monopolio del transporte de Buenos Aires, entre
otros puntos vergonzosos.
ANTECEDENTES
A partir de la ruptura de los lazos coloniales con España, el país cayó bajo
la dependencia de otra corona, la
inglesa, dependencia que nos marcará durante
largos años.
Todo comienza con el leonino préstamo de la Baring Brothers gestionado por Rivadavia en 1823, que
hipotecó al país durante casi 100 años. Cuando durante el gobierno de Rosas Buenos
Aires pretendió frenar parcialmente la influencia inglesa, sufrió un largo y
brutal bloqueo de su puerto.
Más tarde afrontó la
invasión anglo-francesa a los ríos
interiores, cuando se produjo la gesta de “La Vuelta de Obligado” el 20 de noviembre de 1845, en aguas del río
Paraná.
En
esa prolongada dependencia debieron
soportarse los remezones de la crisis capitalista que
atravesaban los imperios dominantes, que la descargaron sin piedad sobre
sus factorías en el mundo.
A los ingleses les sucederán los Estados
Unidos con invasiones a lo que consideraban su “patio trasero”, cuando no las impresionantes extorsiones
económicas. Así llegamos a la profunda crisis capitalista del siglo XX, la Gran Depresión de 1929, con epicentro
en el Wall Street. En el Norte se sucedieron olas
de desocupación y recesión, que repercutieron
fundamentalmente en los sectores más humildes.
Las metrópolis descargarán en sus
colonias y factorías, entre las que desgraciadamente se encontraba la Argentina,
una serie de medidas para aliviar su situación. Decidieron
bajar los precios y reducir las compras al exterior; los efectos caerán con
fuerza sobre el gobierno de Hipólito Yrigoyen en su segunda presidencia. Tales
acciones serán parte de las causas principales del Golpe de Estado que se venía gestando desde hacía tiempo.
El golpe fue producto de un complot de militares y civiles; eran aquellos adoradores de la cruz y de la espada
que se quitaban la careta. Así el 6 de septiembre de 1930 se produce la impropiamente llamada
“Revolución del 30”.
Es un mal hábito de la “historia
oficial” confundir golpe con revolución, hábito que persistirá en otros golpes sucesivos, como los más sangrientos
de 1955 y 1976.
Se produjeron más de 20.000 cesantías en la
administración pública, cayó la actividad
económica, con recesión, hubo suba de precios e incumplimiento de las escasa leyes laborales
vigentes. Se restringió el presupuesto al máximo, con la sola excepción del
pago de la deuda externa, que representó el 35% del mismo. La desocupación afectó a 400 mil trabajadores.
El 20 de marzo de 1931, Uriburu autorizó por decreto la actividad de
la tristemente célebre “Legión Cívica
Argentina”, un grupo paramilitar civil, heredero de la “Liga Patriótica” creada durante la Semana Trágica de
1919. Esta Legión Cívica tendrá vía libre y zona liberada para perpetrar una
represión paralela a la del estado.
EL PACTO DE LA VERGÜENZA
A consecuencia de la crisis
mundial capitalista de 1929, colapsa el apacible modelo agroexportador que mantenía
la Argentina,
que consistía en engordar ganado y engordar la ganancia de la oligarquía vacuna.
Tras la conferencia Internacional
de Ottawa (Canadá) de 1932, Inglaterra suspende sus
compras de carne congelada, limitándolas a los
países del llamado Commonwealth,
desplazando así a tradicionales proveedores como Argentina.
Los
terratenientes locales pusieron el grito en el cielo y presionaron al gobierno
para que impulsara políticas que preservaran sus cuantiosas ganancias, ya que
el grueso de carne enfriada se venía exportando precisamente a Inglaterra. Era
el momento en que se desnudaban los más vergonzosos proyectos del cipayismo
criollo.
El
gobierno de Justo conforma una misión negociadora
que viajará a Londres. Estaba presidida por el
vicepresidente argentino Julio A. Roca (h), “Julito” para sus amigos del Jockey
Club, y formada entre otros por Miguel Angel Cárcano, diputado conservador
casado con la hija de Bemberg; Raúl Prebisch, ex gerente de la Sociedad Rural; Toribio Ayersa y Guillermo
Leguizamón, catamarqueño director de una empresa ferroviaria inglesa. Este
último luego sería nombrado Sir de la
Corte de St. James: el primer noble que hablaba inglés con
tonada catamarqueña. La opinión pública, en vez de “el Cata Leguizamón”,
pasaría a llamarlo respetuosamente “Sir William”.
Ya Julito Roca, hijo del “conquistador” del desierto, había declarado:
“por
su importancia económica la Argentina se parece a un gran dominio británico”. Para
no quedarse corto, Guillermo Leguizamón, añadiría: “Argentina es una de las
joyas más preciadas de su graciosa Majestad”. Dos
grandes patriotas, toda una payada de servilismo antinacional, que por los
resultados parece haberla ganado Leguizamón.
El pacto se firmó con todas las pompas el 1º de mayo de 1933.
PUNTOS PRINCIPALES DEL PACTO DE RENDICIÓN
- Nuestro país se aseguraba una cuota exportadora no inferior a las
390.000 toneladas de carne enfriada, pero Gran Bretaña se reservaba el derecho
de restringir dichas compras cuando lo creyera conveniente.
- El 85% de nuestra exportación debía pasar por frigoríficos
extranjeros. El 15% restante sería exportado por empresas argentinas, pero con
la obligación de ser colocado en el mercado mediante buques y comerciantes
ingleses.
- La Argentina accedía a mantener sus ganancias en libras esterlinas
en Gran Bretaña como garantía de sus deudas.
- La Argentina prometía también reducir sus derechos de aduana sobre
las mercancías inglesas al nivel de 1930, salvo para el caso del carbón que se
admitiría libre de derechos aduaneros.
- Nuestro país se comprometía a no reducir las tarifas de los
ferrocarriles ingleses, brindando además a las empresas británicas de servicios
públicos un tratamiento benévolo.
- Se firmarían una serie de acuerdos
comerciales y financieros que profundizaron la tradicional dependencia de Gran
Bretaña, como la creación del Banco Central de la República Argentina con una
importante presencia de funcionarios ingleses en su directorio.
- Se concedió a Inglaterra el monopolio de los transportes en la
Capital Federal, a través de la Corporación de Transportes de la Ciudad de
Buenos Aires, contrariando el interés de miles de propietarios de colectivos,
tan convenientes para la urbe en expansión. Dicha corporación fue creada con la
aprobación del Congreso Nacional en 1935. El cuerpo legislativo estableció que
se colocaba bajo control británico el monopolio del transporte urbano de Buenos
Aires por 56 años.
- Se concedía un nuevo préstamo
de 13 millones de pesos para financiar únicamente a las empresas inglesas
radicadas en la Argentina.
LOS EFECTOS DEL PACTO
“Debe destacarse la similitud del
empréstito Baring Brothers con este último empréstito de desbloqueo que
contrajo nuestro país. Es decir, en ambos casos fueron ganancias internas que
se transformaron en deuda externa, presentada a los ojos del gran público como
una ayuda financiera prestada por Inglaterra para contribuir a nuestro
progreso”.
Raúl Scalabrini Ortiz
La intensa actividad monopólica
inglesa en nuestro país equivalió a una invasión encubierta. No se la visualizaba, pero existía.
Este pacto fue criticado por propios y extraños,
renunció el ministro de Hacienda, al que reemplaza Federico Pinedo (un apellido conocido en nuestro medio).
Lisandro
de la Torre, senador demoprogresista por Santa Fe, llevará la voz cantante
contra el pacto, desnudando a Pinedo, al ministro de Agricultura Duhau y
a los terratenientes beneficiados. Sin embargo, la investigación quedará trunca
al producirse el asesinato del senador Enzo
Bordabehere
el
martes 23 de julio de 1935, en pleno recinto de sesiones,
a manos del matón conservador Ramón Valdéz Cora que le dispara tres
tiros por la espalda.
En
1937 la justicia sentenció al matador a doce años de prisión. La Corte luego
elevaría esa condena a veinte años. En rigor solo los cumplirá parcialmente, ya
que en 1953 Perón lo indulta. Sin embargo
los asesinos intelectuales continúan impunes, aunque es un secreto a voces
quienes fueron.
El
recinto del Senado guarda los
ecos de los memorables discursos de Lisandro de La Torre:
"El gobierno inglés le dice al gobierno
argentino ‘no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan
competencia a los frigoríficos extranjeros’. En esas condiciones no podría
decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque
Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios británicos
semejantes humillaciones. Los dominios británicos tienen
cada uno su cuota de importación de carnes y la administran ellos. La Argentina
es la que no podrá administrar su cuota. No sé si después de esto podremos
seguir diciendo: ‘al gran pueblo argentino salud’.”
De la Torre
descubrió que se ocultaba información contable y demostró hasta dónde llegaba la
corrupción de los funcionarios oficialistas y la impunidad de los frigoríficos
ingleses, que nunca fueron inspeccionados, mientras que los pequeños
frigoríficos nacionales eran abrumados por visitas de fiscalizadores
impositivos. Así termina esta faceta de la historia, que tal vez no sea “la
oficial”, pero…
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-http://www.siemprehistoria.com.ar/?p=677
-Pigna Felipe, Los Mitos de la Historia Argentina,
tomo 3, Planeta 2006 runciman-entre-argentina- bretana-80433.asp
Busca un par de fuentes más objetivas!!
ResponderEliminarBusca un par de fuentes más objetivas!!
ResponderEliminarMuy buen informe. Le felicito
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