domingo, 4 de noviembre de 2012

ANDRESITO ARTIGAS



EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1778
NACÍA ANDRÉS GUACURARÍ
“ANDRESITO ARTIGAS”



“El indio guaraní que combatió por la Independencia, y que la historia olvidó.”

 Pintar el mundo al revés
 se ha visto entre tanto yerro:
 el zorro corriendo al perro
 y el ladrón por tras del juez.
 Para arriba van los pies,
 con la boca va pisando,
 el fuego al agua apagando,
 el ciego enseñando letras,
 los bueyes en la carreta
 y el carretero tirando..”.

Coplita popular


En la larga lucha por nuestra independencia en el Río de la Plata, muchos fueron los nombres olvidados y silenciados, héroes excluidos de la historia oficial. “Andresito” es uno más de ellos.
De familia india guaraní fue apadrinado por José Gervasio Artigas en 1811 y confiado como Comandante General a importantes objetivos en la lucha contra las distintas fuerzas extranjeras invasoras.
Combatió en tres frentes, en el Norte contra la invasión paraguaya, en el Este contra la luso-brasileña y en el Sur contra las tropas unitarias despachadas por Buenos Aires a sofocar la llamada “Confederación de los Pueblos Libres”.


ANDRESITO RECREADO EN UN MURAL




EL MOMENTO HISTÓRICO

Las disputas internas en el flamante gobierno patrio nacieron con la Revolución misma, aunque se fueron profundizando con el proyecto confederado de los Pueblos Libres que abarcó Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y la Banda Oriental, liderado por José Gervasio Artigas. Esta Confederación enarbolaba la bandera tricolor, azul, roja y blanca. El campo blanco en el medio y azul en los extremos, con una franja roja punzó cruzada, “el Pabellón de la Libertad” que todos los confederados debían sostener.  


Como primer punto se declaró la independencia de todo poder extranjero y se sostuvo, como sistema político, la soberanía particular de los pueblos unidos en Confederación.
En 1811 el Primer Triunvirato pacta con Francisco Javier de Elio, leal a la corona, que resistía como virrey en Montevideo el estallido de la Revolución Oriental iniciada en febrero de aquel año con el Grito de Asencio. Se producía así el alzamiento de los milicianos gauchos dirigidos por Artigas. Fue entonces cuando esas tropas criollas ocuparon toda la Banda Oriental, con excepción de Montevideo.

 
Artigas rechaza el pacto hecho con el Triunvirato y continúa su lucha particular, que con el tiempo se convierte en una guerra paralela a la de Buenos Aires. 


MONUMENTO A ANRESITO EN LA PROVINCIA DE MISIONES

El Segundo Triunvirato rectifica el camino del primero cuando envía una nueva expedición militar a Montevideo a cargo de Manuel de Sarratea, que triunfa en Cerrito el 31 de diciembre de 1812. Pero a fines de 1813, con la asunción del Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas, se instala nuevamente la tensión con el Litoral.
En 1813, Artigas llevará a cabo la primera y más profunda reforma agraria en el Río de la Plata, con la expropiación de tierras a las familias Mitre, Belgrano, Escalada, Díaz Vélez y Almagro (ascendiente del fundador del Barrio de Almagro), como así también tierras de varios otros linajes latifundistas. A esto se llamó Reglamento de Tierras.
Estas medidas le permitieron al gaucho el acceso a la tierra y al indio el recupero de las suyas, usurpadas por los conquistadores; una suerte de “Guerra del Pobrerío” contra la oligarquía terrateniente. Por ello se entiende que desde Montevideo y desde el Puerto de Buenos Aires se lo llegara a acusar a Artigas de criminal, bandido, malhechor y forajido.


ANDRÉS GUACURARÍ “ANDRESITO”

Guaurarrí, Guazuray, Guacuraí, Guacurary o Guazurari son las distintas grafías con que se lo conoce (según las variaciones fonéticas). Fue uno de los primeros caudillos federales del Río de la Plata; había nacido en San Francisco de Borja, actual Sao Borja (Río Grande del Sur, Brasil). Apadrinado por José Gervasio Artigas que lo nombró comandante, llegó a ser uno de sus más fieles colaboradores y desde el comienzo recibió el apodo de “Andresito” Artigas.
Cultivó la música, hablaba y escribía castellano, portugués y guaraní.
Continuador de las luchas liberadoras, como lo fue José Sepé Tiarayú, otro caudillo guaraní, Andresito se sumó en 1811 a las tropas de Manuel Belgrano en el fallido intento de liberar al Paraguay y la Banda Oriental.
Una vez desplazado Belgrano del frente oriental, Andresito se incorpora a los federales comandados por Artigas, que lo nombra comandante de las misiones occidentales en el frente paraguayo. Logrará entonces desalojar a los invasores que en 1812 habían ocupado La Candelaria y otras localidades al suroeste de la actual provincia de Misiones.




Fue el principal capitán en la defensa de los extensos territorios comprendidos entre los ríos Paraná y Yacuy cuando, al frente de una pequeña fuerza de 500 indios de infantería y caballería, recupera en 1815 aquella plaza. En el mismo año asume el gobierno de Misiones, cuando aún era un territorio mucho más amplio que la actual provincia argentina. Su mandato siguió la política artiguista, con Cabildos indios que volvieron a funcionar, encargándose de administrar las estancias y yerbales recuperados por la reforma agraria, entre otras cosas. Pero finalmente dicha gestión fue interrumpida por la invasión luso-brasileña.
Pronto reorganiza su ejército indio-gaucho con más de 1.000 integrantes, cruza el Río Uruguay y obtiene el triunfo en el combate de Sao Jua Vello. Pone sitio a San Borja, donde vuelve a triunfar en la batalla de Rincón de la Cruz. Dos veces más atacaron los portugueses, pero otra vez resultan vencidos en Apóstoles y en San Carlos. Inmediatamente debe retroceder a Corrientes para restablecer la autoridad federal, ahora desafiada por un golpe a cargo del Capitán Vedoya en 1818, que adhería al centralismo de Buenos Aires. Sofoca la amenaza al triunfar en los combates de Caa-Catí y Saladas, y asume la gobernación de aquella provincia.
La aristocracia correntina lo tilda de vándalo, salvaje y asesino. En esa época había un enfrentamiento entre el patriciado de las ciudades capitales y las masas rurales. La sociedad correntina estaba acostumbrada desde la época de las colonias a “encomiendas”, un sistema en el que no existían los sueldos y se trabajaba por la comida. Era algo común que los hijos vivieran como “criados” en las casas de viejas familias, con la paga del alimento diario. Este luchador procuraba liberar a los nativos y a los esclavos, y repartir entre ellos tierras para que las cultivaran.
En 1819 se produce una nueva invasión luso-brasileña al noreste y Andresito acude a enfrentarla, en apoyo de Artigas. Luchó nuevamente con bravura, como sabía hacerlo, abatiendo guarniciones enemigas. Volvió a ocupar pueblos, aunque finalmente por la superioridad numérica, tanto en hombres como en armamento, es derrotado en la batalla de Itá-Curuví en julio de 1819. Obligado a retirarse, cruza a la otra banda del Río Uruguay pero es sorprendido y apresado en el repliegue. Amarrado por el cuello con cueros frescos, que al secarse durante el largo viaje le dificultan la respiración, es conducido a Puerto Alegre, donde lo obligan a trabajar como esclavo en obras públicas. Luego pasa por las cárceles de Río y de Isla Das Cobras.


SU DESAPARICIÓN

“Me quitarán la vida por justiciero
y perseguidor de la iniquidad,
pero nunca por traicionero.”

Versiones contradictorias hablan de que obtuvo la liberación y volvió a Montevideo, y que murió allí debido a su salud quebrantada. Otras fuentes lo dan por muerto en las mazmorras de la Isla Das Cobras, probablemente en 1821. Lo real es que su cadáver nunca apareció.
 Y en el orden nacional jamás recibió reconocimiento alguno. El Congreso de la Nación tiene hoy en sus manos la decisión de aprobar el Proyecto de ley que establece el 30 de noviembre como Día del combatiente por la emancipación americana, lo que reivindicaría la figura del luchador guaraní.
El gobierno provincial de Misiones se propone construir un monumento a su memoria en la Avenida Costanera de Posadas, haciendo un llamado a concurso de artistas locales para tal fin.
Además se apunta a la inclusión del Comandante General Andrés Guacurarí como Prócer Misionero en los libros de texto de escuelas oficiales y no oficiales, programas educativos y museos.
 Una localidad del departamento General Manuel Belgrano, provincia de Misiones, lleva el nombre de Comandante Andrés Guacurarí.

Miguel Eugenio Germino


Fuentes
-Galeano, Eduardo, Memorias del Fuego, Tomo 2, Catálogos 2004.

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