LA SEDE DE LA CALLE BELGRANO |
El mundo de la música tiene reservado un sitio privilegiado en Almagro. Se trata del Sindicato Argentino de Músicos (SAdeM),
ubicado en Av. Belgrano 3655. Fue
fundado en 1945, cuenta con 25.300 afiliados y ocupa esta sede desde 1991. Es
un edificio de 3800 m²
cubiertos, con 18 oficinas distribuidas en cuatro plantas, íntegramente
reformado y modernizado; asimismo, incluye un amplio auditorio y un pub. En
1996, la cobertura de la entidad alcanzó todo el territorio nacional. La
organización está afiliada a la Confederación General del Trabajo (CGT), a la
Confederación Sindical de Trabajadores de los Medios de Comunicación
(COSITMECOS) y a la Federación Internacional de Músicos (FIM). Además, edita su
propia revista: La Nota.
Como –a diferencia de otros sindicatos- en este caso el trabajo es
eventual, para afiliarse, es necesario demostrar idoneidad, según lo estipula
la Ley 14.597, por la cual se rige la entidad. “Para nosotros, demostrar
idoneidad significa que hayas trabajado. Y si no, tenés que traer un
certificado de estudios. Si no trabajaste ni estudiaste, te asignamos un
profesor y rendís un pequeño examen donde se constata tu capacidad”, señaló
el Secretario General del SAdeM, Ricardo Vernazza, al Blog Música
Argentina Nacional.
El sindicato posee dos centros de capacitación de excelencia: la Escuela
Popular de Música y el Instituto Superior de Música Popular. La escuela se creó
en 1989. Allí se dicta la Carrera de Músico Intérprete -con certificación del
SAdeM- donde se imparten los conocimientos vinculados a los distintos géneros
populares como rock, blues, jazz, tango, folclore, y a los diversos instrumentos.
En 2003 se fundó el Instituto Superior de Música Popular, donde se
profundizan los contenidos no sólo a nivel técnico sino interpretativo. Es un
centro de enseñanza terciaria, artística y oficial, que ofrece la Carrera de
Intérprete Superior en Música Popular, con una duración de cuatro años. El
alumno debe elegir un instrumento y, al iniciar el último año de cursada, opta
por una de las orientaciones, es decir, un estilo musical determinado. Para
ingresar al instituto, hay que aprobar un test de admisión. El egresado tiene
la capacidad de interpretar, improvisar, componer, actuar como solista o en
conjunto, realizar arreglos, dirigir el repertorio y gestionar proyectos
artísticos. “No hay ninguna banda importante de cualquier género que no tenga un
alumno nuestro. La escuela tiene una gran trayectoria y un gran reconocimiento.
Distintos grupos, como Las Pastillas del Abuelo, se formaron directamente acá.
También tenemos el Centro de Capacitación Profesional, más que nada para las
orquestas porque los convenios colectivos de las orquestas estables están
exigiendo títulos”, se enorgullece Vernazza.
El sindicato insta a que se cumpla plenamente la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual –sancionada en 2009-, que establece cuotas mínimas
obligatorias de producción propia, nacional y local, y de música nacional, a
partir de lo cual se multiplicarían los puestos de trabajo para los músicos, en
blanco y distribuidos en todo el país, mientras que hoy sólo trabajan los de la
ciudad de Buenos Aires.
Hace unos días se concretó una vieja aspiración de los músicos: la
sanción de la Ley Nacional de la Música, que complementa la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual. La norma contempla la creación del Instituto Nacional
de la Música (Inamu), un ente público no estatal, de carácter federal, que se
encargará de fomentar la actividad respecto a la producción, circulación,
formación y promoción. De esta manera, alentará la difusión de música nacional
en los medios de comunicación; permitirá la Creación de Circuitos Estables de Música
en Vivo; favorecerá la formación integral del músico y obligará a la
contratación de un artista nacional como telonero en shows internacionales.
El sindicato participó –junto a otras entidades de músicos- en la elaboración
del proyecto y lo apoya a grandes rasgos pero no está de acuerdo con el financiamiento,
que considera escaso, esto es, el 2% de la recaudación de la Autoridad Federal
de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), destinado al Inamu. “Nosotros
pensamos que una ley con pocos recursos es perjudicial y no beneficiosa. Esa es
la cuestión de fondo: es una ley que quedó totalmente desfinanciada. Queda un
monto insignificante para generar puestos de trabajo a partir de la música en
vivo”, comenta decepcionado el secretario general.
Los afiliados cuentan con varios beneficios: capacitación gratis o con
descuentos, obra social (OSdeM), asesoramiento legal individual y gratuito,
generación de puestos de trabajo, turismo, recreación, costos accesibles para
grabar. Además, los ingresos obtenidos por la administración del pub del
sindicato se transfieren a los afiliados.
Laura Brosio
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