miércoles, 2 de enero de 2013

SINDICATO ARGENTINO DE MÚSICOS



Los pentagramas están de parabienes en Almagro

LA SEDE DE LA CALLE BELGRANO

 El mundo de la música tiene reservado un sitio privilegiado en Almagro. Se trata del Sindicato Argentino de Músicos (SAdeM), ubicado en Av. Belgrano 3655. Fue fundado en 1945, cuenta con 25.300 afiliados y ocupa esta sede desde 1991. Es un edificio de 3800 m² cubiertos, con 18 oficinas distribuidas en cuatro plantas, íntegramente reformado y modernizado; asimismo, incluye un amplio auditorio y un pub. En 1996, la cobertura de la entidad alcanzó todo el territorio nacional. La organización está afiliada a la Confederación General del Trabajo (CGT), a la Confederación Sindical de Trabajadores de los Medios de Comunicación (COSITMECOS) y a la Federación Internacional de Músicos (FIM). Además, edita su propia revista: La Nota.
Como –a diferencia de otros sindicatos- en este caso el trabajo es eventual, para afiliarse, es necesario demostrar idoneidad, según lo estipula la Ley 14.597, por la cual se rige la entidad. “Para nosotros, demostrar idoneidad significa que hayas trabajado. Y si no, tenés que traer un certificado de estudios. Si no trabajaste ni estudiaste, te asignamos un profesor y rendís un pequeño examen donde se constata tu capacidad”, señaló el Secretario General del SAdeM, Ricardo Vernazza, al Blog Música Argentina Nacional.
El sindicato posee dos centros de capacitación de excelencia: la Escuela Popular de Música y el Instituto Superior de Música Popular. La escuela se creó en 1989. Allí se dicta la Carrera de Músico Intérprete -con certificación del SAdeM- donde se imparten los conocimientos vinculados a los distintos géneros populares como rock, blues, jazz, tango, folclore, y a los diversos instrumentos.
En 2003 se fundó el Instituto Superior de Música Popular, donde se profundizan los contenidos no sólo a nivel técnico sino interpretativo. Es un centro de enseñanza terciaria, artística y oficial, que ofrece la Carrera de Intérprete Superior en Música Popular, con una duración de cuatro años. El alumno debe elegir un instrumento y, al iniciar el último año de cursada, opta por una de las orientaciones, es decir, un estilo musical determinado. Para ingresar al instituto, hay que aprobar un test de admisión. El egresado tiene la capacidad de interpretar, improvisar, componer, actuar como solista o en conjunto, realizar arreglos, dirigir el repertorio y gestionar proyectos artísticos. “No hay ninguna banda importante de cualquier género que no tenga un alumno nuestro. La escuela tiene una gran trayectoria y un gran reconocimiento. Distintos grupos, como Las Pastillas del Abuelo, se formaron directamente acá. También tenemos el Centro de Capacitación Profesional, más que nada para las orquestas porque los convenios colectivos de las orquestas estables están exigiendo títulos”, se enorgullece Vernazza.
El sindicato insta a que se cumpla plenamente la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –sancionada en 2009-, que establece cuotas mínimas obligatorias de producción propia, nacional y local, y de música nacional, a partir de lo cual se multiplicarían los puestos de trabajo para los músicos, en blanco y distribuidos en todo el país, mientras que hoy sólo trabajan los de la ciudad de Buenos Aires.


Hace unos días se concretó una vieja aspiración de los músicos: la sanción de la Ley Nacional de la Música, que complementa la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La norma contempla la creación del Instituto Nacional de la Música (Inamu), un ente público no estatal, de carácter federal, que se encargará de fomentar la actividad respecto a la producción, circulación, formación y promoción. De esta manera, alentará la difusión de música nacional en los medios de comunicación; permitirá la Creación de Circuitos Estables de Música en Vivo; favorecerá la formación integral del músico y obligará a la contratación de un artista nacional como telonero en shows internacionales.
El sindicato participó –junto a otras entidades de músicos- en la elaboración del proyecto y lo apoya a grandes rasgos pero no está de acuerdo con el financiamiento, que considera escaso, esto es, el 2% de la recaudación de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), destinado al Inamu. “Nosotros pensamos que una ley con pocos recursos es perjudicial y no beneficiosa. Esa es la cuestión de fondo: es una ley que quedó totalmente desfinanciada. Queda un monto insignificante para generar puestos de trabajo a partir de la música en vivo”, comenta decepcionado el secretario general.
Los afiliados cuentan con varios beneficios: capacitación gratis o con descuentos, obra social (OSdeM), asesoramiento legal individual y gratuito, generación de puestos de trabajo, turismo, recreación, costos accesibles para grabar. Además, los ingresos obtenidos por la administración del pub del sindicato se transfieren a los afiliados.
                                                                                                  Laura Brosio

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