martes, 2 de diciembre de 2014

ESPACIO DE ARTE LA NAVE



La Nave - Espacio de Arte
Un lugar donde son bienvenidos el juego, la creación y el disfrute



A la nutrida presencia de la escena independiente en el barrio de Almagro, en marzo se sumó una novedad: se inauguró un teatro/centro cultural en Lavalle 3636, un enorme y viejo galpón donde hasta el año pasado funcionaba el clausurado Puerta Roja. Se trata de La Nave - Espacio de Arte. Los responsables de esta aventura son Luciana Spadafora Profesora de Educación Física y José Arrué actor. Ambos, que están por egresar del IUNA, rescataron esta construcción que iba a ser demolida. No son ajenos al lugar ya que desde hace diez años trabajaban en la escuela de acrobacia y danza instalada allí. Esta escuela de formación continúa bajo el nombre de Estilo Balanceado, donde se dictan talleres de yoga, kung fu, acroyoga, acrobacia de suelo, acrobacia y danza, acrobacia aérea, tela, trapecio, aro, gimnasia abdominal hipopresiva una técnica para mejorar la postura corporal. También se ofrecen seminarios de capacitación para la compañía. A los talleres concurren más de 100 personas, entre ellos muchos chicos. Los aranceles son accesibles. “Buscamos que los asistentes a los talleres disfruten de su actividad y que ese placer derive en aprendizaje y formación”, expresa con convicción Spadafora.
“Al teatro le pusimos ‘La nave’ porque habíamos estado en España y allá a los galpones se los llama naves. La palabra ‘nave’ nos daba la idea de un lugar que te transporta, que te lleva a ver cosas. Le agregamos ‘Espacio de Arte’ porque es mucho más que un teatro, hay una escuela de formación, dos salas de ensayo, música, danza, acrobacia”, señala Arrué.




“La intención era instalar un espacio donde hubiera multiarte y donde cada uno de nosotros, con esta nave, pueda dirigirse hacia el lugar que quiera o encuentre un rumbo junto con las personas que nos plantean una obra, un acústico o venir a dar un taller”, completa la profesora.
El contrato de alquiler fue firmado en octubre del año pasado y durante varios meses se fue acondicionando el lugar. Se modificó el color del espacio, se optó por el amarillo, se cambió toda la instalación eléctrica, se compraron las luces. La sala de 10 x 11m de 80 butacas es muy versátil, tiene las gradas móviles, se puede girar en 360° para cualquier lado. De esta manera, las puestas pueden variar según cada director.
La programación que se ofreció durante 2014 fue diversa. Entre las obras más relevantes del año se presentaron B.U.M. 19-75, de Judit Gutiérrez que plantea el encierro de tres mujeres de distintos estratos sociales en el subsuelo de una casa en la época de la dictadura. Fue auspiciada por la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Otras obras significativas fueron Trinidad, de Susana Poujol (por la famosa actriz del siglo XIX Trinidad Guevara), de índole histórica, que transcurre en medio de la lucha entre unitarios y federales, y el unipersonal El último, de Marianela García interpretado por el propio Arrué que es teatral, corporal y acrobático, y está basado en El rinoceronte, de Ionesco.
Asimismo, se brindaron shows musicales acústicos de origen nacional o latinoamericano como los de los grupos Sombrero de paja y Trío Ternura. También descollaron los espectáculos circenses The Circus y La Tropezón. Además, hubo numerosas obras infantiles con propuestas jugadas como Dulcinea, locura quijotesca, basada en Don Quijote; Gretel y Hansel ambas realizadas por la Compañía del Revés y Valores en la naturaleza con proyecciones audiovisuales. Tampoco faltaron las bandas musicales para chicos: Patinetas en banda y Tutú Marambá.
¿Cómo se selecciona el material a poner en escena? Así lo explica Arrué: “Cuando nos llega una obra tratamos de ver cuál es el juego que proponen. Y si es interesante y nos parece que el espacio le va a servir a esa obra, vamos para adelante. Este año hubo puestas variadas: desde el centro y cuatro frentes a una gran pasarela con miradas a los laterales, o se utilizó el patio”.
La Nave no recibe ningún subsidio, se está en trámite para conseguir una ayuda económica de Proteatro. El centro cultural se sostiene a través de un seguro de sala, la recaudación por los talleres y el alquiler de las salas de ensayo.
Resulta dificultoso para un espacio nuevo como éste atraer masivamente al público. Por ello, el precio de las entradas es accesible: no supera los $100 y hay descuentos para estudiantes y jubilados. “Estamos buscando que la gente de Almagro se acerque. Nos gustaría que viniera todo tipo de público. Todavía no somos referentes en el barrio, pero de boca en boca la gente nos va conociendo, nos escribe mucho en Facebook. El balance es muy positivo, falta mucho por desplegar, mucho por crecer”, se entusiasma Spadafora.
Los días 15, 16, 17 y 18 de diciembre se van a desarrollar las muestras de los talleres, que tienen por tema cuentos, mitos y leyendas.
En el verano posiblemente se lleve a cabo una clínica de perfeccionamiento en acrobacia y gimnasia deportiva para chicos, compensada con un espacio de pileta. También se dictarán varios talleres y habrá algunos eventos en el patio los fines de semana. Ya se está armando la programación para la temporada 2015 que comienza en marzo.

                                                                                               Laura Brosio





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