Un
lugar donde son bienvenidos el juego, la creación y el disfrute
A
la nutrida presencia de la escena independiente en el barrio de Almagro, en
marzo se sumó una novedad: se inauguró un teatro/centro
cultural en Lavalle 3636, un enorme y viejo galpón donde hasta el año
pasado funcionaba el clausurado Puerta Roja. Se trata de La Nave - Espacio de Arte. Los responsables de esta aventura son Luciana Spadafora –Profesora de Educación
Física– y
José Arrué –actor–. Ambos, que están por
egresar del IUNA, rescataron esta construcción que iba a ser demolida. No son
ajenos al lugar ya que desde hace diez años trabajaban en la escuela de
acrobacia y danza instalada allí. Esta escuela de formación continúa bajo el
nombre de Estilo Balanceado, donde se
dictan talleres de yoga, kung fu, acroyoga, acrobacia de suelo, acrobacia y
danza, acrobacia aérea, tela, trapecio, aro, gimnasia abdominal hipopresiva –una técnica para mejorar
la postura corporal–.
También se ofrecen seminarios de capacitación para la compañía. A los talleres concurren
más de 100 personas, entre ellos muchos chicos. Los aranceles son accesibles. “Buscamos que los asistentes a los talleres
disfruten de su actividad y que ese placer derive en aprendizaje y formación”,
expresa con convicción Spadafora.
“Al teatro le pusimos ‘La nave’ porque
habíamos estado en España y allá a los galpones se los llama naves. La palabra ‘nave’
nos daba la idea de un lugar que te transporta, que te lleva a ver cosas. Le
agregamos ‘Espacio de Arte’ porque es mucho más que un teatro, hay una escuela
de formación, dos salas de ensayo, música, danza, acrobacia”,
señala Arrué.
“La intención era instalar un espacio
donde hubiera multiarte y donde cada uno de nosotros, con esta nave, pueda dirigirse
hacia el lugar que quiera o encuentre un rumbo junto con las personas que nos
plantean una obra, un acústico o venir a dar un taller”, completa
la profesora.
El
contrato de alquiler fue firmado en octubre del año pasado y durante varios
meses se fue acondicionando el lugar. Se modificó el color del espacio, se optó
por el amarillo, se cambió toda la instalación eléctrica, se compraron las
luces. La sala de 10 x 11m –de
80 butacas– es
muy versátil, tiene las gradas móviles, se puede girar en 360° para cualquier
lado. De esta manera, las puestas pueden variar según cada director.
La
programación que se ofreció durante 2014 fue diversa. Entre las obras más
relevantes del año se presentaron B.U.M.
19-75, de Judit Gutiérrez –que
plantea el encierro de tres mujeres de distintos estratos sociales en el
subsuelo de una casa en la época de la dictadura–. Fue auspiciada por la Secretaría de
Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Otras obras significativas fueron Trinidad, de Susana Poujol (por la famosa
actriz del siglo XIX Trinidad Guevara), de
índole histórica, que transcurre en medio de la lucha entre unitarios y
federales, y el unipersonal El último,
de Marianela García –interpretado
por el propio Arrué–
que es teatral, corporal y acrobático, y está basado en El rinoceronte, de Ionesco.
Asimismo,
se brindaron shows musicales acústicos de origen nacional o latinoamericano
como los de los grupos Sombrero de paja y Trío Ternura. También descollaron los
espectáculos circenses The Circus y La Tropezón. Además, hubo numerosas
obras infantiles con propuestas jugadas como Dulcinea, locura quijotesca, basada en Don Quijote; Gretel y Hansel
–ambas
realizadas por la Compañía del Revés– y Valores
en la naturaleza –con
proyecciones audiovisuales–.
Tampoco faltaron las bandas musicales para chicos: Patinetas en banda y Tutú
Marambá.
¿Cómo
se selecciona el material a poner en escena? Así lo explica Arrué: “Cuando nos llega una obra tratamos de ver
cuál es el juego que proponen. Y si es interesante y nos parece que el espacio
le va a servir a esa obra, vamos para adelante. Este año hubo puestas variadas:
desde el centro y cuatro frentes a una gran pasarela con miradas a los
laterales, o se utilizó el patio”.
La
Nave no recibe ningún subsidio, se está en trámite para conseguir una ayuda económica
de Proteatro. El centro cultural se sostiene a través de un seguro de sala, la
recaudación por los talleres y el alquiler de las salas de ensayo.
Resulta
dificultoso para un espacio nuevo como éste atraer masivamente al público. Por
ello, el precio de las entradas es accesible: no supera los $100 y hay
descuentos para estudiantes y jubilados. “Estamos
buscando que la gente de Almagro se acerque. Nos gustaría que viniera todo tipo
de público. Todavía no somos referentes en el barrio, pero de boca en boca la
gente nos va conociendo, nos escribe mucho en Facebook. El balance es muy
positivo, falta mucho por desplegar, mucho por crecer”, se entusiasma
Spadafora.
Los días 15, 16, 17 y 18 de diciembre se van a
desarrollar las muestras de los talleres, que tienen por tema cuentos, mitos y
leyendas.
En
el verano posiblemente se lleve a cabo una clínica de perfeccionamiento en
acrobacia y gimnasia deportiva para chicos, compensada con un espacio de pileta.
También se dictarán varios talleres y habrá algunos eventos en el patio los
fines de semana. Ya se está armando la programación para la temporada 2015 que
comienza en marzo.
Laura
Brosio
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