martes, 28 de enero de 2020

CESIÓN DE INMUEBLES NACIONALES A LA CIUDAD

El Gobierno analiza revertir la cesión de inmuebles a la 



El Gobierno nacional analiza revertir una decisión de Mauricio Macri -tomada después de su derrota en las elecciones presidenciales de octubre- que habilitó la cesión de inmuebles a la Ciudad de Buenos Aires por 16 mil millones de pesos para cancelar deudas.


 El nuevo titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Martín Cosentino, reveló que tras ver frustrado su objetivo de lograr la reelección el ex presidente apuró la transferencia de 31 inmuebles y terrenos de Nación a CABA.

"Encontramos una enorme discrecionalidad en una cantidad de inmuebles cedidos a la Ciudad de Buenos Aires. Esto comienza con un DNU del día siguiente a la derrota electoral de Macri, el 28 de octubre, que le permitía a la Agencia dar los bienes en compensación de deudas que tenga la Nación con la Ciudad", explicó Cosentino en Radio 10. "En los últimos tres meses del año pasado hubo una cesión de unos 15.800 millones de pesos", agregó.

Cosentino mencionó inmuebles del Paseo del Bajo, los viaductos Mitre y San Martín y playas ferroviarias de Caballito y Palermo. "Se hizo muy a las apuradas, con escrituras dadas el 21 de noviembre, actos administrativos el 9 de diciembre", detalló.

Larreta apura un traspaso de tierras top de Nación antes del 10 de diciembre

El funcionario adelantó que se estudia la legalidad de todos estos actos y no descartó que se pueda revertir la cesión de esos inmuebles. "Estamos hablando desde la legitimidad y el valor de una lógica institucional de Gobierno, no desde un plano legal, aunque lo analizaremos", especificó Cosentino a Télam. "Si hubiese dolo del Estado, se intervendrá", aseguró.


Los terrenos transferidos, habilitados por el decreto 740/2019, se otorgaron como parte de pago a CABA tras firmar ésta un convenio con la Casa Rosada por el cual la administración porteña se hace cargo de obras de mejoras que originalmente debían quedar a cargo de Nación.

Según Cosentino esas obras nunca se hicieron, por lo que a la Ciudad "se le pagó por anticipado" y "se le dio terrenos en compensación de obras futuras". El titular de la AABE detalló que el convenio se realizó a través de la sociedad Plaza Ferroviaria, que tiene el 95% de las acciones del Fondo de Garantía de la Anses.

Cosentino también remarcó que después del DNU de Macri no hubo cesión de terrenos a otras provincias como sí a la Ciudad de Buenos Aires.



domingo, 26 de enero de 2020

JOSÉ LUIS CABEZAS

Frente a la terminal de micros pinamarense, en el 
monolito que lleva su nombre habrá una ceremonia. 
Autoridades de Página/12 colocarán una placa en el 
lugar. "Seguimos peleando por Justicia", expresó la 
hermana del reportero gráfico.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) hará un acto a las 18.30.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) hará un acto a las 18.30. 
Imagen: ARGRA
El 23º aniversario del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas es recordado con diversos actos en todo el país. Su familia, dirigentes del gremio de reporteros gráficos y autoridades encabezan los homenajes con dos ceremonias en las localidades bonaerenses de General Madariaga y Pinamar, donde se produjo el crimen.
La hermana del fotógrafo asesinado reiteró el pedido para que a Gustavo Prellezo, condenado como autor material del homicidio, le retiren la matrícula de abogado que le expidió el Colegio Público de la Ciudad de Buenos Aires.Familiares y amigos de Cabezas, con la colaboración de los intendentes de Pinamar, Martín Yeza, y de General Madariaga, Esteban Santoro, realizaron un primer acto a las 10, en la cava, donde fue asesinado a tiros y quemado el fotógrafo sobre la ruta 11, a la altura del kilómetro 385. La segunda ceremonia es a las 19 en el monolito que lleva su nombre, frente a la terminal de micros pinamarense.
Gladys Cabezas, hermana del reportero, confirmó que además se plantarán árboles de la paz "para que José Luis descanse en paz", en tanto que autoridades del diario Página 12 colocarán una placa recordatoria en el lugar.

“Los condenados fueron los responsables, y se comprobó con las llamadas telefónicas, los testigos y el juicio”, recordó en diálogo con AM 750. “Salieron libres porque Casación bajó las condenas, se ve que matar no era tan grave, y ninguno se arrepintió”, recordó. 
Al empresario Alfredo Yabrán lo definió como “un testaferro de empresarios y políticos” y consideró que la foto que su hermano le sacó un año antes del crimen “hizo que le soltaran la mano y se le acabara la impunidad”. Finalmente, recordó que sus padres murieron de tristeza y que los hijos de su hermano viven en España. “Todos seguimos peleando por Justicia”, cerró.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) hará un acto a las 18.30, en recordación en su sede de Venezuela 1433, y en Santa Fe, en la plaza del Soldado habrá otro acto desde las 10.
El gremio que representa a los fotógrafos anunció actos en Mendoza (a 10 en el parque metropolitano de Maipú), en Rosario (10.30 en la plaza Pringles), en Neuquén (10.30 en la plazoleta José Luis Cabezas) y en Salta (a partir de las 16.30 en la esquina de Ruiz de los Llanos y 10 de octubre).
José Luis Cabezas, el fotógrafo de la revista Noticias que había tomado la imagen que sacó del anonimato a Yabrán, tenía 36 años y una hija de pocos meses cuando fue secuestrado, torturado y asesinado en la madrugada del 25 de enero de 1997.


sábado, 25 de enero de 2020

LA SEMANA TERÁGICA MENDOCINA

MENDOZA TAMBIÉN TUVO SU SEMANA TRAGICA

A la conocida historia de la "Semana Trágica" de nuestro Barrio San Cristobal, del que se conmemoran en éstos días los 101 años vale agregar éste relato de la también nuestra tierra menduca casi desconocido, como se pretendió hacer sin éxito, con los hechos que comenzaron en la hoy Plaza Martín Fierro. que los anarquistas propusieron llamarla "Mártires de la Semana Trágica" y el dirigente metalúrgico Augusto Vandor se opuso y decidió que se llamara “Martín Fierro”  

Restos de aquella empresa que hoy se conservan
            en la  plaza, con una placa recordatoria 

Osvaldo Bayer recuerda:   

"La íntima alegría: no hay olvido para aquellos hechos donde se trató de apagar el Derecho a balazo limpio en vez de aplicar los argumentos de la razón. La Semana Trágica de enero del ’19. Otro aniversario más, sí, cuántos años. Cuántos muertos por lo justo. No vamos a discutir ahora si fueron mil o seiscientos los obreros muertos. Lo triste, lo trágico es que se tergiversó todo, se hizo valer como siempre o, como casi siempre, la historia oficial. No eran ni “perturbadores extranjeros” ni “rusos” ni “terroristas” como los medios oficiales y del poder trataron de disfrazar el crimen. Eran obreros que querían tener los derechos de la dignidad y de la vida: las sagradas ocho horas de trabajo. Los panaderos y los yeseros ya habían conseguido –por su lucha– las ocho horas en 1898, los metalúrgicos, en 1919, todavía trabajaban nueve horas por día. Por eso la huelga y por el lugar de trabajo para los despedidos. Dignidad y Justicia. La respuesta del poder fue bala y más bala. Con los uniformados de siempre. Esta vez ya con la ayuda de los muchachos del barrio Norte, las guardias blancas, la llamada después “Liga Patriótica Argentina”. Salieron a matar “anarquistas, rusos, judíos y enemigos de la Patria”. Las calles de Buenos Aires quedaron teñidas de sangre obrera."



El relato mendocino:

LAS CALLECITAS DE MENDOZA  EN TIEMPO DE TRANVÍAS

Una historia desconocida: la Semana Trágica mendocina

Mendoza: la rica tierra del sol, el vino y las bravías mujeres huarpes, tuvo su propia Semana Trágica, en forma simultánea con la de Buenos Aires. En esta nota, un sucinto relato de los hechos.

A pesar de su tradición políticamente conservadora y de los desaguisados del actual gobernador radical Alfredo Cornejo —auténtico representante del neo conservadorismo local—, Mendoza ha sido siempre tierra de rebeldía.

Ya desde tiempos prehispánicos, la habitaban los indómitos puelches y pehuenches junto a la digna etnia de los huarpes, que dio a luz a guerrilleras históricas como Martina Chapanay.

Al producirse las guerras de la Independencia, el general José de San Martín reparó en la peculiar idiosincracia del gaucho mendocino, cuando al organizar el ejército libertador dictó su famosa orden general del 18 de julio de 1819, convocando a los “Compañeros del ejercito de los Andes” a combatir, si era necesario, “en pelota como nuestros paisanos los indios”, bajo el lema: “Seamos libres, y lo demás no importa nada”.

Esa tradición rebelde se continuó en la sublevación masiva de 1866 con la “Revolución de los Colorados” liderada por Felipe Varela, que se negaron a combatir en la impopular Guerra del Paraguay.

Hacia fines del siglo XIX, el paisanaje criollo había sido derrotado; el Código Rural y el alambrado de púa, habían estrangulado sus ansias de libertad.

Pero para entonces ya había comenzado a llegar a tierras cuyanas la inmigración europea; y con ella, las ideas anarquistas y socialistas, en boga en el viejo continente. Tales concepciones, en particular las anarquistas, encarnaron rápidamente en los hijos de la tierra, dado que expresaban en un cuerpo coherente de ideas, su intuitivo amor por la libertad.

Así, las sociedades de resistencia comenzaron a brotar en la tierra menduca como hongos después de la lluvia, agrupando a las peonadas en todo el territorio, que adhirieron a la recién creada Federación Obrera Regional Argentina (FORA).
Por entonces, el comercio local florecía con la exportación de vino, aguardiente y aceitunas, basado en lo que los anarquistas llamaban “la ignominia de la explotación”, sufrida por los trabajadores de la tierra.

Al respecto, el conocido cineasta Mario Soffici —que en aquellos tiempos trabajaba en las bodegas de Godoy Cruz— recordaba ante el periodista Osvaldo Soriano haber visto “esa cosa terrible que eran los vales de 5 pesos con que les pagaban a los obreros, a los trabajadores, de los que el almacenero descontaba 10 por ciento, además de darles mercaderías de 3 pesos por valor de 5”.

El gobierno provincial había estado desde siempre en manos de la oligarquía de los gansos; pero al asumir la presidencia de la Nación, el doctor Hipólito Yrigoyen ordenó la intervención de la provincia, para facilitar el ascenso al poder de su correligionario José Néstor “El Gaucho” Lencinas, político de comité, populista y campechano, quien convirtió a la proletaria alpargata en su emblema proselitista.

A poco de asumir el gobierno en diciembre de 1918, Lencinas promulgó la ley 732, que decretaba la jornada de ocho horas de trabajo para los trabajadores estatales.

Esto fue aprovechado por las autoridades de la empresa Luz y Fuerza para reducir en un 12% el salario de los trabajadores del tranvía eléctrico: si hasta entonces se pagaba un jornal diario por once horas de trabajo, a partir del 1° de enero de 1919 se pagaría sólo un jornal proporcional, correspondiente a las ocho horas decretadas.

“¡Abajo el carnero y viva la huelga general!”

La huelga de los tranviarios comenzó ese mismo día. La empresa reclutó entonces personal de los bajos fondos, altamente calificado para el robo y el asalto, pero no para la conducción de vehículos de transporte público; no se trataba de brindar un buen servicio, sino de contar con hábiles tiradores para repeler la acción de los piquetes huelguistas.


LA SEMANA TRÁGICA MENDOCINA


El domingo 5 ocurrió el primer hecho de sangre de la huelga, cuando una columna de obreros que manifestaba frente a la usina de Luz y Fuerza —sita en San Martín y Entre Ríos— recibió un nutrido fuego de fusilería desde el interior del edificio, produciendo heridas a un agente de policía y al manifestante Julio Ferreira.
Al día siguiente la noticia salía en los diarios, aumentando la tensión social; a lo cual se agregaban inquietantes noticias llegadas de Buenos Aires, respecto de una masacre obrera en el barrio de Pompeya, ejecutada contra trabajadores en huelga de la metalúrgica Vasena. El periódico anarquista porteño La Protesta lanzaba además el vehemente llamado de la FORA del V Congreso a la huelga general nacional por tiempo indeterminado, a partir de las doce del mediodía del jueves 9 de enero.

Ese mismo día, por la mañana, la Federación Obrera Provincial (FOP) mendocina resolvía —a solicitud del gremio tranviario— la gran huelga general de solidaridad, que conmovería hasta los cimientos a la sociedad mendocina, a partir del día siguiente.

El viernes 10 fue un día que amaneció cargado de negros presagios. Los diarios de la mañana traían noticias increíbles de Buenos Aires: la huelga general había derivado en un caos indescriptible: la ciudad estaba tomada por piquetes obreros; la policía, aterrorizada, se hallaba atrincherada en las comisarías; el cortejo fúnebre de los obreros caídos en Pompeya había sido atacado a tiros; los obreros asaltaron armerías, y se entablaron recios combates en las esquinas de Buenos Aires.

Cuando aquel día se inició un mitin obrero en el kiosco de la Alameda, se hallaban reunidos 4.000 trabajadores —una cifra impresionante para la época—, que escucharon pacientemente los discursos de quince oradores de los diferentes gremios obreros.

Pero las tensiones acumuladas debían necesariamente estallar. El primer desorden se produjo al terminar el mitin, cuando la policía quiso disolver la manifestación, lo que provocó un tumulto de gritos, silbatinas y piedrazos. Un grupo de obreros se refugió en la ferretería de Alberto Forgas —San Martín 1756—, emprendiéndola a pedradas contra los uniformados, varios de los cuales sufrieron contusiones.

En tanto, el grueso de los manifestantes se dirigió a la sede de Luz y Fuerza, dando vivas al movimiento huelguista y procediendo a prender fuego al edificio. En medio de tal caos, se presentó el jefe de redacción del diario La Montaña, dando a viva voz una noticia que esperaba pudiera calmar los ánimos: “¡El gobierno acaba de intervenir la empresa Luz y Fuerza!”.

Pero entre los manifestantes se hallaban mezclados elementos maleantes que respondían a los gansos, que dieron gritería para tapar el discurso, mientras hacían fuego de revólver.

Al llegar, la policía hizo fuego de fusilería al aire mientras pechaba con los caballos, recibiendo como respuesta una andanada de piedras y más disparos, que respondieron con sus armas. En medio del desbande producido por las detonaciones quedó tirado en la calle, herido de muerte, el jornalero Luis Gutiérrez, recibiendo también heridas de arma de fuego dos guardas de tranvía y seis efectivos policiales.

Victoria obrera

Enervados los ánimos por los sucesos —en el local de Pintores se velaba aún el cadáver de Gutiérrez—, el sábado 11 de enero se produjeron disturbios por toda la ciudad. En Godoy Cruz, un canillita gritó al paso de un tranvía, en la esquina de San Martín y Guido Spano, “¡Abajo el carnero y viva la huelga general!”; tras lo cual, el matón que lo conducía hizo fuego de revólver, hiriendo en la pierna a una niña.
A las dos de la tarde, los piquetes obreros convergieron por la avenida San Martín, bajando las persianas de los comercios que aún permanecían abiertos; en estas acciones, se destacaron los canillitas.

Otro objetivo de los huelguistas, particularmente de los anarquistas, era proceder contra las panaderías, cuyo gremio orientaban; algunas de ellas obtuvieron custodia policial, y en la conocida “La Espiga de Oro” —San Martín y Catamarca— se llegó a tomar el comercio, resistiendo desde adentro la acción policial. Asimismo, se impidió el reparto de mercaderías en carros y carretelas, vehículos que fueron volcados en las calles para formar barricadas.

Por la tarde se conoció el texto de un decreto del gobernador Lencinas, que anunciaba el completo triunfo de las demandas obreras:
“AVISO: Llevamos a conocimiento del público, que por Decreto del P.E. de la Provincia se ha declarado intervenida la sociedad anónima Empresa ‘Luz y Fuerza’ con fecha 10 del corriente, habiendo esta intervención conseguido el objeto perseguido, o sea el de readmitir el personal de Motormen y Guardas, con el mismo salario que cobraban al 31 de diciembre de 1918, y a más la jornada máxima de 8 horas, quedando por lo tanto regularizados los servicios. Mendoza, 11 de enero de 1919. El Interventor, ANTENOR F. PEREIRA”.

La novedad se dio a conocer a través de los medios, sin comunicación oficial a los gremios. Para verificar su autenticidad, una delegación de la Federación Obrera se reunió con el interventor ese mismo día; pero el funcionario la recibió de mal modo, anunciando de una manera soberbia y altanera que, habiendo concedido ya las mejoras solicitadas, él haría circular “como sea” a los tranvías, a partir de la una de la tarde del domingo 12.

Los delegados regresaron a la asamblea a informar las novedades, y —molestos con la actitud del interventor— resolvieron gestionar una entrevista con el Gobernador en persona, la cual fue fijada para el domingo al mediodía.

Un telegrama reservado fechado el domingo 12 de enero, despachado por el jefe del Correo mendocino al director de Telégrafos en Buenos Aires, daba cuenta cabal de la situación:
“Casas de negocio cerradas, tranvías y autos no circulan. Anoche me informó el interventor de la usina de luz eléctrica que hoy tomarían todos nuevamente servicio, pero hasta ahora no lo han hecho, de manera que aquí se mantiene el paro general (…) Comisiones huelguistas recorren casas comercio para mantener el cierre completo. He puesto aviso en mi frente que en ésa reina calma pues me asaltan preguntándome si es verdad sucesos tan gravemente que resultan exagerados, y algunos inverosímiles (…aunque…) muchos no me dan crédito”.

Ese domingo 12, el clima era de tranquilidad, teniendo lugar incluso las humoradas de la clase poseedora; unos huelguistas que pasaban frente al Jockey Club, tuvieron oportunidad de escuchar la arenga de un singular personaje mendocino, el «conde Saurina», un elegante «dandy» de sociedad, quien proclamó ante los obreros el «derecho a no trabajar».

Al mediodía, la comisión obrera reunida con «El gaucho» Lencinas, acordaba descargar la responsabilidad de los sucesos sangrientos del día 10 en los matones a sueldo de la empresa, quienes fueron identificados y procesados por el asesinato del obrero Gutiérrez, y a dar por terminado el conflicto.

A continuación los delegados se reunieron con el interventor de la empresa y firmaron el compromiso de reanudar el trabajo ese mismo día a las 7 de la tarde. La Federación Obrera aprobó lo actuado, y dio a conocer un comunicado, el «Manifiesto de la FOP», anunciando el triunfo de la huelga y la vuelta al trabajo.
A las 19 horas, partió de la usina de Luz y Fuerza el primer tranvía, “completamente empavesado con banderas nacionales”; viajaban a bordo, como en un viaje inaugural, el interventor, funcionarios de gobierno y diputados provinciales, así como un representante del diario “La Montaña”.

La Semana Trágica mendocina había finalizado con el triunfo del movimiento obrero, acaso por apelar a una herramienta ya olvidada por el sindicalismo peronista: la unidad y solidaridad incondicionales, de todos los trabajadores cuyanos.

En la sufrida Mendoza de hoy, aún se vive, se ama, se sufre, se ríe y se lucha. Desde siempre, y para siempre. Y allí donde campeen el egoísmo y la crueldad, baldones de la condición humana, surgirán mujeres y hombres capaces de gritar, como aquel anónimo canillita mendocino, el grito de guerra de los desheredados de la tierra: “¡Abajo el carnero y viva la huelga general!”.

Horacio Ricardo Silva
  

El autor de esta nota es historiador, escritor y periodista. Escribió de Días rojos, verano negro: enero de 1919, la Semana Trágica de Buenos Aires (Bs. As., Libros de Anarres, 2011) y coautor, junto a Roberto Perdía, de Trienio en rojo y negro – La Semana Trágica, las huelgas de la Patagonia, la lucha de los trabajadores de La Forestal y los anarquistas (Bs. As., Planeta, 2017). Este material fue publicado originalmente en mayo de 2012, en formato radial y en folleto impreso, por el colectivo mendocino La Hidra de Mil Cabezas. 





NIÑOS ESCLAVOS

Aseguran que 6 mil chicos santiagueños trabajan como esclavos en la zafra


Aseguran que 6 mil chicos santiagueños trabajan como esclavos en la zafra

Desde Uatre Santiago aseguran que el 70 por ciento de los trabajadores golondrina lo hacen en negro.
El reciente hallazgo de menores santiagueños que vivían en condiciones de esclavitud en unos campos de Concordia, Entre Ríos, durante la cosecha de arándano, puso al descubierto una situación de trabajo infantil penado por ley.
Al respecto, Antonio Omacini, delegado provincial de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), denunció que anualmente unos 6.000 menores santiagueños son utilizados para realizar tareas de cosechas en otras provincias, “en muchos casos en situaciones que lindan con la esclavitud”.
En declaraciones a EL LIBERAL, alertó el dirigente rural que estos menores, cuyas edades oscilan entre los 8 y los 15 años, son utilizados como obreros golondrina, y aunque admitió que muchos de ellos van acompañados por sus padres, “también están aquellos, que no son pocos, que van por su propia cuenta, son engañados por intermediarios inescrupulosos y viven en condición de explotación”.
Contabilizó Omacini que por año unos 30.000 trabajadores rurales santiagueños emigran para trabajar en las diversas cosechas que se producen en otras provincias, “pero el 70 por ciento se van a sabiendas de que pueden ser estafados, aún así, lo mismo se anotan por la necesidad de trabajo”.
“Se trata de padres de familias numerosas que son absorbidos, en su mayoría, por las cosechas de algodón y de arándano, y llevan a sus hijos para colaborar con la mano de obra, incluso ellos mismos a veces los ocultan cuando hay una fiscalización por temor a perder la fuente de trabajo”, explicó.
Con conocimiento de causa, el delegado de Uatre aseveró que la mayoría de los obreros golondrina están cercanos a la esclavitud: “Es una situación muy grave, trabajan bajo condiciones contractuales pésimas porque los propietarios de esos campos no tienen en cuenta la protección por el uso de agroquímicos, por lo que los accidentes de trabajo son muchos y frecuentes”.
Asimismo, justificó la movilidad de los peones rurales alegando que “en Santiago no hay una producción agropecuaria que contenga a mucha gente, por eso se van al Sur o a la Mesopotamia con la esperanza de conseguir trabajo, aún sabiendo, en muchos casos, que pueden ser estafados”.
Admitió que desde Uatre cuentan con los mecanismos para detectar a los estafadores “pero no hay solución, todos los años pasa esto, la producción agropecuaria está haciendo trabajar en negro en un porcentaje muy alto a muchas personas porque no funciona el contralor en el campo, por eso siempre recalcamos que se tiene que fiscalizar a las empresas”.
Aseguró Omacini que el sindicato que dirige no tiene poder de policía y advirtió que el control lo tiene que hacer el Ministerio de Trabajo de la Nación. “Hemos realizado numerosas denuncias de situaciones anómalas, el año pasado fueron estafados 300 trabajadores rurales en campos de arándanos ubicados sobre la ruta 14, en Concordia, y como consecuencia hemos entablado demandas laborales por evasión”, señaló.
Finalmente, sentenció: “De los que van a trabajar a otras provincia, el 70 por ciento están en negro, por lo que no redunda en beneficio del peón rural”.


miércoles, 15 de enero de 2020

CADENAS PRODUCTIVAS DE INDUSTRIALIZACIÓN VERDE


Kulfas lanza un "Green New Deal" para suavizar la polémica por la minería y el fracking

"Vamos a generar cadenas productivas en recursos naturales que sean no extractivas sino inclusivas e incorporar la agenda de la industrialización verde", aseguró.


Kulfas lanza un "Green New Deal" para suavizar la polémica por la minería y el fracking
LPOJuan Casas
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LPO
10/01/2020
En medio de la oleada ambientalista que desactivó los cambios en la ley minera de Mendoza, el ministro Matías Kulfas aseguró que pondrá en marcha "una agenda productiva sustentable" a la que denominó "nuestro Green New Deal".

"Vamos a generar cadenas productivas en recursos naturales que sean no extractivas sino inclusivas e incorporar la agenda de la industrialización verde, nuestro Green New Deal", afirmó en la toma de juramento de su equipo.

Liderados por Ocasio los demócratas se suben a un revolucionario Green New Deal

La frase hace alusión al programa del sector más izquierdista del Partido Demócrata de los Estados Unidos, que de cara a las elecciones de este año, prometió un plan para reemplazar al 100% la emisión de gases de efecto invernadero de los procesos de manufactura y transporte.


Dicho proyecto fue tomado por el gobierno español del socialista Pedro Sánchez, quien presentó en Wall Street un plan energético de 12 años, con el objetivo de movilizar más de 200.000 millones de euros en inversiones para transformar la matriz energética a base de fuentes renovables.

Pedro Sánchez lanza un Green New Deal de 200.000 millones de euros

A diferencia de ellos, Kulfas no busca reemplazar el consumo de combustible fósil, sino todo lo contrario. El ministro considera vital el desarrollo de Vaca Muerta para poder generar una exportación adicional de 40.000 millones de dólares anuales para fines del mandato de Alberto Fernández.

A su vez, quiere potenciar a la industria minera y así sumar otros 12.000 millones de dólares por año en ventas externas. El problema es que, tal como quedó demostrado en Mendoza, el gobierno comienza a darse cuenta de que esta estrategia chocará con una fuerte oposición de los grupos ambientalistas, que ya dieron cuenta de su capacidad de movilización.

En este contexto, refuerza su perfil "verde" y subraya su compromiso para realizar estos cambios productivos de manera "responsable". "Argentina tiene que instalar la agenda productiva del Siglo XXI. Vamos a definir el perfil productivo de la próxima década y queremos hacerlo con todos. Vamos a poner en marcha la política industrial 4.0 e incorporar a la Argentina en la era de la electromovidlidad, que se desarrollará con tecnología generada en el país", dijo.

En el acto, en el que celebraron los primeros 30 días de gobierno, estuvieron presentes el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; Guillermo Merediz al frente de la Sepyme, Sergio Lanziani como el referente energético y Alberto Hensel, quien está a cargo de la Secretaría de Minería






miércoles, 8 de enero de 2020

PELIGRO DE GUERRA TOTAL EN EL GOLFO


Trump: una guerra para la reelección  

Las guerras suelen revertir la declinante popularidad de los presidentes. Una nueva guerra asoma en el horizonte provocada por Washington, que invoca los habituales pretextos.

Imagen: AFP
 Una de las primeras lecciones que enseñan en todo curso sobre el sistema político de Estados Unidos es que las guerras suelen revertir la declinante popularidad de los presidentes. Con una tasa de aprobación de Donald Trump (foto) del 45 por ciento en Diciembre del 2019, los “déficit gemelos” (comercial y fiscal) creciendo. 

Esta sería una plausible hipótesis para explicar el inmoral y sangriento atentado que acabó con la vida de Qassem Soleimani, ciertamente el general más importante de Irán. Washington informó oficialmente que la operación fue explícitamente ordenada por Trump, con la cobardía que es tradicional entre los ocupantes de la Casa Blanca, aficionados a arrojar bombas a miles de kilómetros de distancia de la Avenida Pennsylvania y de aniquilar enemigos o supuestos terroristas desde drones manejados por unos jóvenes moral y psicológicamente desquiciados desde algunas cuevas en Nevada. Esa misma prensa se encargó de presentar a la víctima como un desalmado terrorista que merecía morir de esa manera. inconteniblemente al igual que la deuda pública y una amenaza de juicio político en su contra los consejeros y asesores de la Casa Blanca seguramente recomendaron al presidente que apele al tradicional recurso e inicie una guerra (o una operación militar de alto impacto) para recomponer su popularidad y situarlo en mejor posición para encarar las elecciones de Noviembre del corriente año.

Con esta criminal actitud se tensa extraordinariamente la situación en Oriente Medio, para satisfacción del régimen neonazi que gobierna Israel, las bárbaras monarquías del Golfo Pérsico y los hampones dispersos del derrotado –gracias a RusiaEstado Islámico. El perverso cálculo es que en los próximos días la popularidad del magnate neoyorquino comience a subir una vez que la maquinaria propagandística de Estados Unidos se ponga en marcha para embotar, por enésima vez, la conciencia de la población. Como decíamos más arriba, esta apelación a la guerra fue utilizada rutinariamente en la historia de ese país. Tal como el año pasado lo señalara el ex presidente James Carter Estados Unidos estuvo en guerra durante 222 años de sus 243 años de vida independiente. Esto no es casual sino que obedece a la nefasta creencia, profundamente arraigada tras siglos de lavado de cerebros, de que Estados Unidos es la nación que Dios ha puesto sobre la tierra para llevar las banderas de la libertad, la justicia, la democracia y los derechos humanos a los más apartados rincones del planeta. No se trata ahora de hacer un recuento puntual de las guerras iniciadas para ayudar a presidentes en apuros, pero conviene traer a colación un caso reciente que también involucra a Irak y cuyo resultado fue distinto al esperado.

En efecto, en 1990 el presidente George H. W. Bush (Bush padre) se encontraba en problemas de cara a su re-elección. La operación “Causa Justa”, nombre edulcorado para designar la criminal invasión de Panamá en Diciembre de 1989, no había surtido el efecto deseado puesto que no tuvo el volumen, la complejidad y duración necesarias como para ejercer un impacto decisivo sobre la opinión pública. 
Tiempo después el Washington Post  titulaba en primera página (16-X- 1990) que la popularidad de presidente se desplomaba y comentaba que “algunos republicanos temen que el presidente se sienta forzado a iniciar hostilidades para detener la erosión de su popularidad”. Previsiblemente, los demócratas triunfaron en las elecciones de medio término de Noviembre de 1990. Bush captó el mensaje y optó por el viejo recurso: duplicó la presencia militar de Estados Unidos en el Golfo Pérsico pero sin declarar la guerra. Poco después se filtraba la declaración de uno de los principales asesores de Bush, John Sununu, diciendo, en palabras que vienen como anillo al dedo para comprender la situación de hoy, que “una guerra corta y exitosa sería, políticamente hablando, oro en polvo para el presidente y garantizaría su re-elección.” 

Esto, por supuesto, dicho sin la menor esperanza de que un eventual sucesor demócrata del sátrapa neoyorquino pueda ser más favorable, o menos funesto, para el futuro de la humanidad. No obstante, de lo que sí estamos seguros es que el “orden internacional” construido por Estados Unidos y sus socios europeos exhibe un avanzado estado de putrefacción. De otro modo no se entiende el silencio cómplice o la hipócrita condena, cuando no la abierta celebración, de los aliados de la Casa Blanca y la “prensa libre” ante un crimen perpetrado en contra de un alto jefe militar –no de un supuesto ignoto “terrorista”- de un país miembro de Naciones Unidas ordenado por el presidente de Estados Unidos y en abierta violación de la legalidad internacional e, inclusive, de la propia Constitución y las leyes de Estados Unidos. Una nueva guerra asoma en el horizonte provocada por Washington, que invoca los habituales pretextos para encubrir sus insaciables ambiciones imperiales. El “complejo militar-industrial” festeja con champán mientras el mundo se estremece ante la tragedia que se avecina.La invasión de Irak a Kuwait le ofreció a Bush padre en bandeja esa oportunidad: ir a la guerra para “liberar” al pequeño Kuwait del yugo de su prepotente vecino. A mediados de Enero de 1991 la Casa Blanca lanzó la operación “Tormenta del Desierto” –a la cual se asoció, para desgracia de la Argentina, el gobierno de Carlos S. Menem- contra Irak, un país ya devastado por las sanciones económicas y su larga guerra con Irán, y contra un gobernante, Saddam Hussein, previamente satanizado hasta lo indecible por la mentirosa oligarquía mediática mundial con la imperdonable complacencia de las “democracias occidentales.” Pero, contrariamente a lo esperado por sus consejeros Bush padre fue derrotado por Bill Clinton en las elecciones de Noviembre de 1992. Y lo hizo con cuatro palabras: “¡Es la economía, estúpido!” ¿Quién podría asegurar que un desenlace igual no podría repetirse esta vez?