8
DE OCTUBRE DE 1812
EL SEGUNDO TRIUNVIRATO
- SAN MARTÍN Y LA LOGIA LAUTARO
El corto período de
gobierno del Primer Triunvirato, controlado por el Secretario de Guerra
Bernardino Rivadavia, se desentenderá de los frentes del norte y del este, aplicando
un poder centralista contra las provincias del interior. No cumplirá con su
principal cometido: llamar a un Congreso Extraordinario.
La revolución entrará así en
un período de estancamiento, en una connivencia solapada con el Consejo de
Regencia Español.
Inspirada por San Martín y
otros patriotas, bajo el auspicio de la Sociedad Secreta “Logia Lautaro”, sobrevendría
la expulsión del Triunvirato y el Cabildo nombraría una segunda junta: el
Segundo Triunvirato. Éste fortalecerá la guerra en el norte y dirigirá una
campaña que habrá de recuperar la Plaza de Montevideo, que permanecía en manos
realistas.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Desde el mismo inicio de la Revolución de Mayo, dos corrientes internas
disputaron la hegemonía del movimiento, una que nació bajo el pretexto de “La máscara de Fernando VII” con una estrategia trazada para
ganar tiempo hasta hacerse fuertes y que escondía los verdaderos propósitos
independentistas, inspirada por Moreno,
Belgrano, Castelli y la otra, opuesta,
de quienes abrigaban la idea de no romper definitivamente con el régimen
colonial.
Moreno fue asesinado en alta mar
el 4 de marzo de 1811; no le perdonaron la autoría del “Plan de Operaciones”.
Una serie de sucesiones en el poder que pasa de la Junta Grande a la Junta Conservadora que designa al Primer Triunvirato
(septiembre de 1811 a
octubre de 1812), órgano este último que disuelve a la Junta
que lo creó.
Llegado San Martín a nuestras costas, introdujo desde Londres las ideas de
la Logia
Lautarina (conocida como Logia
de los Caballeros Racionales), fundada en 1797
por el Libertador venezolano Francisco
de Miranda quien, desde
Gran Bretaña, intentaba obtener ayuda para liberar a la América, ayuda que no
obtendría, ya que el imperio inglés daba prioridad a su comercio por sobre los
ideales políticos de estos pueblos.
San
Martín elegirá el nombre “Logia Lautaro” y junto a otros patriotas como Bernardo de Monteagudo, Carlos María de
Alvear, Juan Martín de
Pueyrredón y Nicolás
Rodríguez Peña, conspiran directamente para terminar
con el inoperante Primer Triunvirato, dominado por Bernardino Rivadavia, que
mantenía a la revolución en un peligroso estancamiento.
El 8 de octubre de 1812 se estacionan en la Plaza Mayor (actual Plaza
de Mayo) algunos regimientos, entre ellos el de Granaderos a Caballo, bajo el
mando de San Martín y Alvear, y los Batallones de Cívicos dirigidos por Ortiz
de Ocampo, sumados al pueblo movilizado por la Sociedad Patriótica. Exigirán un
inmediato cabildo abierto, que una vez reunido acepta la petición de los
amotinados, destituyendo al Primer Triunvirato y designando al Segundo Triunvirato (8 de octubre de 1812-22
de enero de 1814). Sus componentes serán Juan José Paso (que retuvo su cargo del Triunvirato anterior, en condición de
morenista), Nicolás
Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte, estos últimos
bajo la influencia directa de la Logia Lautaro y su organismo visible, la
Sociedad Patriótica.
De allí la revolución pasará a una etapa más definitoria en su camino hacia la
independencia, bajo los principios
de “La Gran Hermandad Americana” que establecían: “Nunca reconocerás por gobierno
legítimo de tu patria sino aquel que sea elegido por la libre y espontánea
voluntad de los pueblos, y siendo el sistema republicano el más adaptable al
gobierno de las Américas, propenderás por cuantos medios estén a tu alcance a
que todos se decidan por él”.
¿QUIÉN ERA
LAUTARO?
Lautaro (< mapudungun Leftraru
«traro veloz» ), (n. Trehuaco, ca.
1534 -
Peteroa, 1557) fue un
destacado líder militar mapuche en la Guerra de Arauco durante
la primera fase de la conquista
española de Chile.
Nacido en Los Horcones, al noreste de Arauco, hijo del lonco de la zona llamado Curiñancu (<
mapudungun Kurüñamku, «aguilucho negro»), en 1546 , cuando tenía unos 11 años de edad fue
capturado por las huestes de Pedro de Valdivia en las inmediaciones de Concepción. Permaneció como prisionero de los españoles durante seis años,
en los que llegó a ser servidor personal de
Valdivia. Como era difícil para los españoles pronunciar su nombre original, lo llamaron Felipe.
Tras aprender las
tácticas militares de sus captores se fuga,
posiblemente hacia 1552, y comienza a dirigir a su pueblo contra la
ocupación española. Participa de más de nueve batallas, en la de Tucapel (1553)
vence y captura a Valdivia. Durante el juicio –según se dice– un Cacique
llamado Leucotón le habría dado muerte con un fuerte mazazo en la nuca,
aunque es poco probable que este haya sido el fin del conquistador español.
Finalmente Lautaro es muerto por los conquistadores el 30 de abril de 1557 en
la Batalla de Mataquito.
Aunque
Lautaro fracasó en expulsar a los españoles del territorio mapuche, después de
su muerte los conquistadores se mostrarán
más cautos al fundar nuevas ciudades, estableciendo
solamente siete al sur del río Biobío.
Pronto otros caudillos nativos asolarían las ciudades
españolas siguiendo el ejemplo de Lautaro, pero
sólo unos pocos, como Pelantaro (Pelantraru),
Lientur y el Mestizo Alejo se podrían comparar con Lautaro por su genio guerrero. Los mapuches arrasarán todas las ciudades al sur del río
Biobío en la gran sublevación de Pelantaro, en el año 1602.
Pablo Neruda le dedicará sus versos:
“… Llegó
Lautaro,
en un galope negro de caballos.
La fatiga y la muerte conducían
la tropa de Valdivia en el follaje.
Se acercaban las lanzas de Lautaro.
Entre los muertos y las hojas iban
como en un túnel Pedro de Valdivia.
En las tinieblas llegaba Lautaro…”
en un galope negro de caballos.
La fatiga y la muerte conducían
la tropa de Valdivia en el follaje.
Se acercaban las lanzas de Lautaro.
Entre los muertos y las hojas iban
como en un túnel Pedro de Valdivia.
En las tinieblas llegaba Lautaro…”
Lautaro es considerado en Chile uno de
los más grandes estrategas militares de todos los tiempos, comparable a
Alejandro Magno, Aníbal, Julio César o Napoleón. Sus estrategias son estudiadas
en los centros militares de Chile y de otras partes del mundo, especialmente la
de aprovechar la superioridad numérica al
atacar en grupos sucesivos para cansar a un enemigo más adelantado y mejor
equipado, así como la estrategia de aislar a los ejércitos rivales para impedir
que se comuniquen.
No sin buenas razones José Francisco de Miranda y
José de San Martín tomaron su nombre para aquellas
sociedades secretas, y emplearon sus tácticas de batalla. Igualmente, en la guerra emancipadora americana se crearon
otras logias secretas, como la de Belgrano en Tucumán y la de O’Higgins en
Chile.
La figura de
Lautaro es muy destacada entre los escolares chilenos; se lo considera un ícono
nacional y el primer gran general chileno. Una comuna
de Chile, cercana a Temuco, lleva su nombre. De hecho fue elegido por
estudiantes y profesores en el concurso Grandes Chilenos como
el séptimo más grande, antecediendo a figuras como Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Violeta Parra.
LAS POLÍTICAS DEL SEGUNDO TRIUNVIRATO EN BUENOS
AIRES
La primera medida del nuevo Triunvirato fue el alejamiento
de Rivadavia, enemigo jurado de la logia sanmartiniana. Rápidamente retomará la
línea revolucionaria de Mayo para encarar con mayor energía la campaña del
norte, donde Belgrano triunfa en Salta el 20 de febrero de 1813.
Encarará a su vez el ataque al baluarte realista de
Montevideo en la Segunda Expedición a la Banda Oriental, en la que Sarratea y
Rondeau obtienen la victoria de Cerrito el 31 de diciembre de 1812. Y el 3 de
febrero de 1813 San Martín triunfa en San Lorenzo desbaratando los pequeños
asaltos cuatreriles que los españoles realizaban sobre las costas del Paraná.
Es durante el Segundo Triunvirato que efectivamente se da
importancia al interior, se forman nuevas provincias y se desdoblan los
megaterritorios de entonces.
Por fin, en 1813, el Triunvirato convocará la postergada
Asamblea, que se hace realidad con el establecimiento de trascendentes medidas,
aunque no aún la declaración de la independencia. Sin embargo la Asamblea no
dará cabida a los pueblos y provincias del litoral, lideradas por José Gervasio Artigas, aunque esto –por su importancia– será
motivo de otro capítulo de nuestra historia.
Miguel
Eugenio Germino
Fuentes:
-http://ar.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100408143802AAnJKrq
-http://www.portalplanetasedna.com.ar/gobiernos_patrios6.htm
-http://www.todo-argentina.net/historia/independencia/ant1813.html
-Pigna, Felipe, Los Mitos de
la Historia Argentina, Tomo 2, Planeta 2004.
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