A UN AÑO DE UNA GUERRA EVITABLE
Gobernantes,
dirigentes, estadistas y filósofos hoy piden –de diferentes formas—el FIN DE
UNA GUERRA NO DESEADA – LA DE UCRANIA.
Decimos no deseada, porque
esta guerra solo favoreció a pocos, entre ellos a los halcones, de la OTAN,
donde no existen las palomas, a los fabricantes de armas, y a los guerreadores
eternos del mundo que siempre fueron los EEUU.
De no haberse pretendido
acorralar “aún más”, al “OSO RUSO”, no
hubiera habido guerra. A Rusia se la colocó contra la pared, o reaccionaba o
debía rendirse a permitir la instalación en su larga frontera con Ucrania,
misiles de la OTAN, apuntando hacia Moscú, a pocos kilómetros de sus fronteras.
Todo comenzó con
desconocer los acuerdos del Protocolo de Minsk --un acuerdo para poner fin a la guerra en el este de Ucrania, firmado por
representantes de Ucrania, la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk
y la República Popular de Lugansk –dos repúblicas cuyos habitantes son más de
origen ruso que ucraniano--, firmado el 5 de septiembre de 2014, y violado
reiteradamente por el régimen golpista, surgido en Ucrania, tras un golpe “institucional”
fomentado por el propio EEUU, que logró instalar un títire en el gobierno.
Hoy quienes piden el fin de
la guerra, no recuerdan ni ponen sobre la mesa aquellos dos momentos. Pretenden
una retirada sin condiciones de las tropas rusas, sin garantías de continuar
suministrando armas de todo tipo y mercenarios al régimen de Kiev.
Todos aspiramos al fin de
éste conflicto, que además pone en vilo al mundo y provoca una catástrofe
humanitaria, el peligro de guerra nuclear y el desastre de las economías de todos los países, salvo los
EEUU, que continúan vendiendo armas.
Es necesario parar esta
guerra, y la forma de hacerlo es con un cese del fuego de todas las partes:
Rusa, Ucrania, la OTAN, y los EEUU; una
mesa de negociaciones amplia en un país neutral.
La resolución de las
Naciones Unidas solo mira una parte del problema y pretende por un lado el retiro
de Rusia, y por el otro continuar brindándole arma al régimen de Kiev.
Así se encuentra la
situación estancada y continua el desangre de millones de habitantes de éste planeta
en desgracia.
Negociaciones sí – pero a no
pretender la rendición incondicional de Rusia
Primera Página
25.02.2023