RESIDENCIA DE LA ZWI MIGDAL EN CORDOBA 3280
“LA
TRATA” EN BALVANERA
La Zwi Migdal, Raquel Liberman y el
comisario Alzogaray
Tras
el fin de la Primera Guerra Mundial, los
desastres derivados de aquella gran carnicería humana a escala global
facilitaron las cosas para los tratantes de mujeres,
como la Zwi Migdal y otras redes, sobre
todo en Europa oriental. Pero también la crisis local, entre 1915 y comienzos
de los años veinte, aportó su cuota, lanzando a muchachas en manos de cafiolos
y proxenetas. Por una y otra vía, fue notoria la expansión de los prostíbulos y
“casas de tolerancia”.
RAQUEL LIBERMAN: VICTIMA DE LA TRATA
En
la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, hacia 1860 se crea “La Sociedad de
Socorros Mutuos Varsovia”, primer nombre de la organización de trata de mujeres
judías más grande de la historia argentina, que años después, en 1904, pasa a
llamarse la “Zwi Migdal”, nombre del creador de la organización.
La
Migdal tenía su sede en la avenida Córdoba
3280, "una casa lujosa de 620 metros cuadrados cubiertos en dos
plantas, con calefacción y todo el equipamiento moderno para la época",
donde funcionaba un templo. Además, la sociedad administraba un cementerio en
Avellaneda.
BALDOZA RECORDATIVA EN VALENTIN GOMEZ 2888
El
testimonio revelador de Raquel Liberman,
la mujer inmigrante nacida en Polonia que en la primera mitad del siglo XX fue
víctima de la trata de personas en la zona de Once y
que se atrevió a denunciarla, fue la pieza principal para desbaratar aquella
poderosa red de explotación sexual que asoló el país desde el último cuarto del
siglo XIX.
Los
tratantes de la Zwi Migdal viajaban a países de Europa oriental –principalmente a aldeas
de Polonia–,
donde asumían la falsa personalidad de prósperos comerciantes enriquecidos en
América, de regreso a su tierra natal en búsqueda de esposa. El medio ambiente
económico y culturalmente precario, la falta de oportunidades individuales y
otros elementos afines, les resultaban propicios para embaucar a inocentes
mujeres, que por ignorancia estaban predispuestas a creer en la llegada del
soñado “príncipe azul”.
Una vez aquí, el rufián obligaba a la mujer a entregarse a la prostitución,
valiéndose de cualquier medio: desde los argumentos persuasivos hasta el
castigo corporal, las privaciones y el encierro.
LIBRO SOBRE LA TRATA Y RAQUEL LIBERMAN
En
la Ciudad de Buenos Aires, los primeros prostíbulos se instalaron sobre la
calle Libertad que hoy se conoce como la calle de compra y venta de oro. En el año 1904, los prostíbulos se mudan para el barrio
de Once. De esta manera, se mezclaron aquellos judíos que ejercían su trabajo
legal –textiles en su
mayoría– con los
rufianes y proxenetas que instalaron “las
casas de tolerancia” sobre las calles Junín,
Uriburu, Lavalle y Pasteur.
La
supuesta “mutual” en el barrio de Once había copado con sus prostíbulos el
cruce de las calles Lavalle y Junín, ocupando ambas aceras en una extensión de
tres manzanas. Los más notorios llevaban nombres suspicaces: “Marita”, “Norma”,
“El Chorizo”, “Las Ñatas”, “Las Esclavas”, “El Gato Negro”, “Las Perras”. El
alojamiento de las mujeres llevó a una utilización intensiva de las viviendas:
altillos, baños, cocinas y biombos permitían que las internas llegaran hasta
setenta en cada casa.
Raquel Liberman,
una más de las víctimas de la organización, denunció valientemente ante el
comisario Alsogaray, logrando así
desbaratarla. En el barrio de Balvanera, en el lugar donde funcionó el burdel
en el que fue explotada desde 1924, en la calle Valentín Gómez 2888 –en la zona de Once–, dos placas en la vereda le recuerdan a los transeúntes: “Aquí fue explotada Raquel Liberman
1900-1935. Su lucha continúa", dice una de las baldosas.
LA TRATA:UN FLAGELO A COMBATIR
Avanza
a su vez en la Legislatura porteña, una ley para
que a la estación Callao de subterráneo se le sume el nombre
Raquel Liberman, a modo de homenaje.
Myrta
Schalom, autora del libro "La Polaca" narra la vida de Liberman.
En 1921, la reforma del Código Penal aprobada
por el Congreso, introdujo figuras delictivas
vinculadas con el proxenetismo y la prostitución. Así el rufianismo se
convirtió en delito, al igual que inducir, mediante violencia o engaño, a una
persona a la prostitución. En el caso de menores, la figura de corrupción hacía
que el proxeneta siempre fuese punible, ya que era irrelevante el
consentimiento de la víctima. A raíz de esta reforma, ya en 1924 los diarios
comienzan a registrar acciones policiales contra los rufianes. Pero el caso más
notorio se produjo recién a partir de 1929, cuando Raquel Liberman, una muchacha caída en la red de la Zwi Migdal, se
animó a denunciar a la organización.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
--https://elhistoriador.com.ar/la-trata-de-personas-una-vieja-y-triste-historia/
--file:///D:/Desktop/Raquel-Liberman-emigro-a-la-Argentina-en-1922-junto-a-sus-dos-hijo.webp
--https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/08/28/tras-los-rastros-de-la-zwi-migdal-como-funcionaba-la-red-de-prostitucion-de-rufianes-judios/