lunes, 29 de septiembre de 2025

LA TRATA EN BALVANERA


        RESIDENCIA DE LA ZWI MIGDAL EN CORDOBA 3280


“LA TRATA” EN BALVANERA

La Zwi Migdal, Raquel Liberman y el comisario Alzogaray


 Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, los desastres derivados de aquella gran carnicería humana a escala global facilitaron las cosas para los tratantes de mujeres, como la Zwi Migdal y otras redes, sobre todo en Europa oriental. Pero también la crisis local, entre 1915 y comienzos de los años veinte, aportó su cuota, lanzando a muchachas en manos de cafiolos y proxenetas. Por una y otra vía, fue notoria la expansión de los prostíbulos y “casas de tolerancia”.


                                         RAQUEL LIBERMAN: VICTIMA DE LA TRATA

En la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, hacia 1860 se crea “La Sociedad de Socorros Mutuos Varsovia”, primer nombre de la organización de trata de mujeres judías más grande de la historia argentina, que años después, en 1904, pasa a llamarse la “Zwi Migdal”, nombre del creador de la organización.

La Migdal tenía su sede en la avenida Córdoba 3280, "una casa lujosa de 620 metros cuadrados cubiertos en dos plantas, con calefacción y todo el equipamiento moderno para la época", donde funcionaba un templo. Además, la sociedad administraba un cementerio en Avellaneda.

           BALDOZA RECORDATIVA EN VALENTIN GOMEZ 2888


El testimonio revelador de Raquel Liberman, la mujer inmigrante nacida en Polonia que en la primera mitad del siglo XX fue víctima de la trata de personas en la zona de Once y que se atrevió a denunciarla, fue la pieza principal para desbaratar aquella poderosa red de explotación sexual que asoló el país desde el último cuarto del siglo XIX.

Los tratantes de la Zwi Migdal viajaban a países de Europa oriental –principalmente a aldeas de Polonia–, donde asumían la falsa personalidad de prósperos comerciantes enriquecidos en América, de regreso a su tierra natal en búsqueda de esposa. El medio ambiente económico y culturalmente precario, la falta de oportunidades individuales y otros elementos afines, les resultaban propicios para embaucar a inocentes mujeres, que por ignorancia estaban predispuestas a creer en la llegada del soñado “príncipe azul”. Una vez aquí, el rufián obligaba a la mujer a entregarse a la prostitución, valiéndose de cualquier medio: desde los argumentos persuasivos hasta el castigo corporal, las privaciones y el encierro.


                    LIBRO SOBRE LA TRATA Y RAQUEL LIBERMAN

En la Ciudad de Buenos Aires, los primeros prostíbulos se instalaron sobre la calle Libertad que hoy se conoce como la calle de compra y venta de oro. En el año 1904, los prostíbulos se mudan para el barrio de Once. De esta manera, se mezclaron aquellos judíos que ejercían su trabajo legal –textiles en su mayoría– con los rufianes y proxenetas que instalaron “las casas de tolerancia” sobre las calles Junín, Uriburu, Lavalle y Pasteur.

La supuesta “mutual” en el barrio de Once había copado con sus prostíbulos el cruce de las calles Lavalle y Junín, ocupando ambas aceras en una extensión de tres manzanas. Los más notorios llevaban nombres suspicaces: “Marita”, “Norma”, “El Chorizo”, “Las Ñatas”, “Las Esclavas”, “El Gato Negro”, “Las Perras”. El alojamiento de las mujeres llevó a una utilización intensiva de las viviendas: altillos, baños, cocinas y biombos permitían que las internas llegaran hasta setenta en cada casa.

Raquel Liberman, una más de las víctimas de la organización, denunció valientemente ante el comisario Alsogaray, logrando así desbaratarla. En el barrio de Balvanera, en el lugar donde funcionó el burdel en el que fue explotada desde 1924, en la calle Valentín Gómez 2888 en la zona de Once, dos placas en la vereda le recuerdan a los transeúntes: Aquí fue explotada Raquel Liberman 1900-1935. Su lucha continúa", dice una de las baldosas.



                     LA TRATA:UN FLAGELO A COMBATIR


Avanza a su vez en la Legislatura porteña, una ley para que a la estación Callao de subterráneo se le sume el nombre Raquel Liberman, a modo de homenaje.

Myrta Schalom, autora del libro "La Polaca" narra la vida de Liberman.

 En 1921, la reforma del Código Penal aprobada por el Congreso, introdujo figuras delictivas vinculadas con el proxenetismo y la prostitución. Así el rufianismo se convirtió en delito, al igual que inducir, mediante violencia o engaño, a una persona a la prostitución. En el caso de menores, la figura de corrupción hacía que el proxeneta siempre fuese punible, ya que era irrelevante el consentimiento de la víctima. A raíz de esta reforma, ya en 1924 los diarios comienzan a registrar acciones policiales contra los rufianes. Pero el caso más notorio se produjo recién a partir de 1929, cuando Raquel Liberman, una muchacha caída en la red de la Zwi Migdal, se animó a denunciar a la organización.


 Miguel Eugenio Germino



Fuentes:

--https://elhistoriador.com.ar/la-trata-de-personas-una-vieja-y-triste-historia/

--file:///D:/Desktop/Raquel-Liberman-emigro-a-la-Argentina-en-1922-junto-a-sus-dos-hijo.webp

--https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/08/28/tras-los-rastros-de-la-zwi-migdal-como-funcionaba-la-red-de-prostitucion-de-rufianes-judios/




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