jueves, 30 de noviembre de 2017

EDITORIAL PRIMERA PÁGINA DICIEMBRE 2017



EDITORIAL AL Nº 270 DICIEMBRE DE 2017



 …”Bienaventurados los que están en el fondo del pozo

porque de ahí en adelante

sólo cabe ir mejorando...”

 Joan Manuel Serrat









 “Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”.

Con esta contundente afirmación, Marx y Engels decidieron principiar, en 1848, el manifiesto comunista, el que llevó al inicio de una multitud de conflictos político-sociales que iban a azotar el siglo XX, y que hoy en día, adentrándonos en el siglo XXI, deja aún su legado ideológico en incontables facetas de nuestra sociedad.

Todas las fuerzas reaccionarias de la vieja Europa se unieron en aquellos años en la santa cruzada para acosar a ese fantasma: desde el Papa hasta el zar de Rusia y todas las fuerzas retrógradas del mundo,  14 ejércitos extranjeros se lanzaron a ahogar en sangre aquella revolución, ¡fracasaron!.

Más tarde la frase del fantasma que recorre Europa se amplía “al mundo” y de allí en más se aplica también a “otros fantasmas”, a saber: el fundamentalismo, el consumismo, la contaminación, etc.

Hoy se podría decir: “Una nueva ola de neo liberalismo recorre el mundo” para destruir los logros alcanzados por más de un siglo de luchas obreras: aguinaldos, vacaciones, convenios colectivos, indemnizaciones por despidos, etc. … como en la “democrática” Francia de Macrom, o el dictatorial Brasil de Temer, llegando a nuestras costas de la mano de Mauricio Macri y su equipo de CEOs.

En estas fronteras, el ajustazo no vendrá de una dictadura, sino lamentablemente de un gobierno, que si bien fue electo democráticamente, se convirtió rápidamente en autoritario, perverso y revanchista, es la esencia de un régimen ejercido por los “Dueños del Poder”, los grandes CEOs empresariales, en su propio beneficio y a instancias del FMI, que ¡¡¡vuelve!!! tras diez años de ausencia, para distribuir entre los ricos lo poco que les quedaba a los pobres.

Pasadas las elecciones vinieron por todo, arrasándolo todo, con consecuencias aún peores que las del año 2001, ahora los jubilados serán los más perjudicados.

Vale recordar aquella madrugada del 20 de agosto de 2010, cuando la Cámara de Diputados aprobó por la mayoría del PRO, UCR, la Coalición Cívica de Carrió, el GEN de Margarita Stolbizer y el entonces peronismo federal, embrión del Frente Renovador de Solá y Massa, el 82% móvil para los jubilados de la mínima.

No interesó entonces la forma de financiarlo, en una demagogia politiquera “de aquellas”, pero ¡¡¡vaya la paradoja!!!: hoy todos estos partidos, más muchos gobernadores, una parte importante de la llamada “burocracia sindical” y perjuros escindidos del Frente para la Victoria, se alinean tras el paquetazo macrista que desguaza no sólo la Ley de Contrato de Trabajo, sino que retrotrae la situación laboral y previsional a escenarios que ya se creían superados, a más de 80 años de retroceso en la historia de la explotación obrera.

Tienen de su lado a todos los canales de TV, todas las radios y todos los diarios, salvo pocas y honrosas excepciones, que pretenden ir eliminando de a poco, para establecer “el mensaje único”, primero silenciaron a Navarro, luego a Víctor Hugo, ¿y?…

¡¡¡Que la crisis la paguen los pobres!!! –es su consigna–, los más perjudicados son los jubilados, el eslabón más vulnerable de la cadena, los llamados a perder llevando la edad jubilatoria “voluntaria” a 70 años. Sólo faltaría ponerles una fecha cierta de muerte. Carlos Melconian lo señaló con todas las letras: “de todas las medidas propuestas, si no sale ésta (el cambio de actualización de jubilaciones), lo demás no sirve, y creo que va a salir…” (apocalíptico el economista que hoy pugna por volver a la palestra). Se trata para el año 2018, de nada menos que 117 mil millones de pesos que pasan de los jubilados a cubrir el déficit nacional y provincial, especialmente el de la provincia de Buenos Aires.

En al año del centenario de la Revolución Rusa, ¡¡¡Los Liberales del mundo unidos” , es el nuevo fantasma que recorre el mundo, para retrotraer las condiciones laborales y sociales a la época esclavista.

Sin embargo el gobierno especula que todo va a pasar sin resistencia, sin lucha, aunque tal vez sea ésta su apreciación más equivocada, su talón de Aquiles, porque los pueblos, a pesar de sus gobernantes y dirigentes traidores no se entregan mansamente, más temprano que tarde reaccionarán, a pesar de todas las presiones y aprietes…

Sin embargo existe una luz de esperanza, se puede afirmar que el encuentro sindical realizado hace unos días en Luján por parte de gremios de la Corriente Federal, las dos CTA, Pablo Moyano y regionales de la central obrera es el nacimiento de “La CGT Luján”, agrupación que “está decidida a luchar”.

Mientras el Papa Bergoglio fue tajante al plantear que el trabajo no puede considerarse como una mercancía ni un mero instrumento en la cadena productiva de bienes y servicios, sino que, al ser primordial para el desarrollo, tiene preferencia sobre cualquier otro factor de producción, incluyendo al capital (…) Es terrible esa corrupción de los que se dicen ‘sindicalistas’, que se ponen de acuerdo con los empresarios y no se interesan en los trabajadores, dejando a miles de compañeros sin trabajo; esto es una lacra, que mina las relaciones y destruye tantas vidas y familias”.



“…que nos digan adónde
han escondido las flores
que aromaron las calles
persiguiendo un destino
¿Dónde, dónde se han ido…?



                                                         
                                                   Hasta la próxima


PRIMERA PÁGINA LES DESEA A SUS LECTORES, COLABORADORES, ANUNCIANTES Y SUSCRIPTORES UN BUEN FIN DEL AÑO 2017 Y UN MEJOR COMIENZO EN EL2018







PARQUE DE LA ESTACIÓN

RETRASO EN LAS OBRAS DEL PARQUE DE LA ESTACIÓN




Si bien es cierto que ya salieron las leyes de zonificación y aprobación definitiva de las obras del Parque, además de haberse designado la empresa adjudicataria de la obra, la iniciación de los trabajos lleva ya dos meses de atraso.
La razón es la desocupación del lugar por parte de la empresas ocupantes que ponen trabas y entorpecen, con prorrogas inconcebibles, ya que no pueden oponerse de ninguna manera a una ley del Parlamento local.






Se planea la presentación de recursos de pronto despacho y si es preciso, recursos de amparo por trabas de terceros con fines comerciales, de impedir los trabajos de inicio a la empresa adjudicataria: Cunumi S.A. de Raúl Nicolás Orsini, empresa que repetimos ostenta un pasado dudoso. De todas maneras es la elegida y con un adecuado control no queda otra alternativa que aceptarla.




El control bien puede efectuarse mediante la urgente constitución de la Mesa de Trabajo y Consenso integrada por vecinos, comuneros e instituciones barriales, a la que aún no se dio cumplimiento y constituye una asignatura pendiente.
Los vecinos, comuneros, consejos consultivos de las Comunas 3 y 5, y este periódico Primera Página (iniciador del proyecto hace ya 17 años) no bajarán los brazos hasta ver realizado el proyecto, en sus dos etapas: la norte ya licitada y la sur sobre Bartolomé Mitre hasta hoy pendiente de aprobación.
Esperamos tener una respuesta favorable y rápida, ya que oponerse a una ley constituye un delito, que como tal debe sancionarse, y para ello están las autoridades constituidas.

Consejo de Redacción


 Prensa Consultivo


1) Estado de progreso y fecha de comienzo de obra
2) Estado de situación en relación a los actuales ocupantes de parte del predio.
3) Fecha de convocatoria a la reunión de la Mesa de Trabajo y Consenso creada por la Ley mencionada, "como instancia de participación abierta y pública ad honorem, para el diseño y la gestión del Plan de Manejo del Parque de la Estación."


Desde ya, muchas gracias.
Saludos cordiales,


 C.C.C.5
SECRETARÍA DE PRENSA








CINES DE ALMAGRO Y BOEDO

ANTIGUOS Y DESAPARECIDOS CINES DE ALMAGRO Y BOEDO

"Sentándose en la cama encendió un cigarrillo con la técnica de trinchera de la guerra del 14, aprendida a los trece años en el cine Roca de Almagro (..)"
(Julio Cortázar, "Libro de Manuel", 1973)

 
PRIMER EDIFICIO DEL CINE ROCA


Vale hacer un ejercicio de memoria propia, recurrir a la de antiguos vecinos, investigar en los escasos repositorios existentes en esta materia, para recuperar una compilación, la más completa posible, de los tantos cinematógrafos que existieron en estos dos emblemáticos barrios de Buenos Aires en el pasado reciente, hablando de las décadas de 1930 a 1960.
Pocos son los rastros que aún perduran de aquellos, aunque puede ubicarse en todos los casos el sitio exacto donde éstos subsistieron en sus épocas de furor, cuando el cine era una de las máximas atracciones de los vecinos, en épocas en que no existía la TV, o recién alumbraba, menos aún el cable, el video y todas las modernidades que nos invadieron, desterrando las tradiciones tan caras a la identidad que le dieron nombre y protagonismo a los barrios porteños.
En aquella época ir al cine asumía un encanto especial, estaba rodeado de toda una ceremonia. En los barrios, las salas cinematográficas eran un punto de cita y concentración de la diversión, especialmente de los chicos y las mujeres, como recuerdan tantos. Eran los de las tres películas por función, todos los días, en la matiné, vermut y noche, las secciones para señoras en horarios vespertinos, las películas en serie, la repetida anualmente para Semana Santa “La Pasión”… Los cines del centro eran diferentes, eran los de “estreno”, a los que se accedía pocas veces, en las salidas por la noche o los fines de semana.

Comenzando por el barrio de Almagro, son numerosos los cines que existían y que cerraron sus salas para dar paso a estacionamientos, cultos exóticos, supermercados o simplemente grandes moles edilicias en propiedad horizontal.
Emprendemos este paseo por la historia con dos de los más representativos de Almagro: el Cinema Presidente Roca en Rivadavia 3753, construido en el año 1914 por el arquitecto Mario Palanti. Una edificación de dos plantas, a la que le asignaron el nombre del famoso genocida del "desierto" y lo moldearon en la mampostería de su amplio frente. La sala fue adquirida en 1929 por la empresa Lococo, que la remodeló a nuevo para inaugurarla en el año 1938, con el nombre Cine Roca. Hoy fue convertida en sede de una secta religiosa.
El Palacio del Cine, de Rivadavia 3636, se convirtió en un café y sala de recitales denominado “Acatráz”.



 CINE CORRIENTES


Estas dos salas se anunciaban con el eslogan “con estrenos simultáneos con el centro”; los fines de semana en todas sus funciones se formaban colas interminables, dadas sus amplias capacidades.
En la cuadra siguiente hacia el oeste se localizaba el cine Almagro, en Rivadavia 3872, que aparece en los Boletines Municipales de abril de 1933, con una capacidad total de 547 localidades, compuestas por 400 plateas y 147 plateas altas de carácter familiar; una sala coqueta que no hizo ruido entre las exigencias y la moda de la época, pero que cumplió ofreciendo películas nacionales, brindando esparcimiento entre los aficionados al cine que, sin muchas pretensiones pero con gusto, deseaban ver proyectada en la pantalla chica aquella ilusión de la fotografía en movimiento.
Sobre la avenida Corrientes casi Medrano se encontraban otros dos cines, el “Corrientes”, en el Nº 3962, que tenía 600 localidades distribuidas en 407 plateas bajas, 157 plateas altas y 9 palcos de cuatro asientos cada uno. Era uno de los cines apodados "rascas", en el que se pasaban cintas de "vaqueros" e "indios" (en la jerga del piberío de entonces), donde en una sola función y pagando una sola entrada daban ¡tres películas!, y en continuado por si alguien se perdía el comienzo de la primera.
El “Palace Medrano”, ubicado unos metros más al oeste, a la altura del Nº 3976, donde hizo sus primeros pasos con el bandoneón un pibe que llegaría a ser un grande: Aníbal Troilo "Pichuco".
 Cerca de allí estaba el "Hollywood", en Corrientes 4256, con una capacidad de 895 localidades, distribuidas en 517 plateas, 346 tertulias altas y 8 palcos con cuatro asientos cada uno; y en la misma arteria el cine "Condal" (en el 4636), que después mutaría el nombre por el de "Alcázar", con precios económicos, otro de los palacios de la rascada que abundaban en los barrios “proletas”.
Sobre la calle Díaz Vélez, al 4153, se encontraba el “Cine Díaz Vélez”, cuyo edificio fue el primero que se levantara en la manzana que hacia 1868 había formado parte de la Quinta de Antonio P. Lezica, con su típico mirador que dominaba las alturas de la zona.
Sobre la misma avenida en el 4141, un poco disimulado y perdido en el favor del público, se encontraba el cine “Albéniz”, una sala pequeña que daba películas antiguas para evocadores que aspiraban volver a deleitarse con aquellas que los habían deslumbrado tiempo atrás en otra función de cines más paquetes.
Ya situados en el barrio de Boedo, se encontraban otros tantos cines que también dejaron de existir corridos por la modernidad y los tiempos. Con eje sobre la calle Boedo, entre Independencia y Cochabamba, se instalaron los principales, los que le dieron a la zona una fisonomía propia y similar a la del centro de Buenos Aires.



INTERIOR DEL CINE EL NILO


 En la calle Boedo 1061 al 67 existía un potrero que abarcaba dos lotes anchos y profundos, cerca de 1.000 metros cuadrados, y es en ese amplio terreno que la empresa Gigliotti Hnos. comienza el levantamiento en 1928 de lo que será Cine-Teatro “El Nilo” que se inaugura en febrero o marzo de 1929. De cuidada construcción y muy bella decoración del artista Antonio Semenzato con instalaciones adecuadas a un buen teatro y al mismo tiempo, cine.
Por su escenario desfilaron los artistas más destacados, por ejemplo, Carlos Gardel, Azucena Maizani y Libertad Lamarque, en varias temporadas, como así también las mejores obras teatrales en pequeñas temporadas.
Contrariamente a lo que puede pensarse, su nombre no obedecería al gran río africano sino al de su dueño, el Sr. Nilo Gigliotti, que lo levantó en los terrenos que supo ocupar alguna vez el Circo Politeama en 1915, donde luego estuvo el Teatro de Verano del comediógrafo y poeta José González Castillo. Sin embargo algunos vecinos nostálgicos asocian su decoración con alegorías de los múltiples brazos de aquel largo río.
Tras su cierre en 1978 fue vendido al Hogar Croata y en la actualidad funciona una sucursal de una importante cadena de electrodomésticos, que solo conservó dos pequeños vitreaux y la moldura que ornaba la parte superior del escenario.
Entre Humberto Iº y San Juan, en el número 949 nació en 1905 el Teatro Boedo construido por un catalán vendedor de aceite llamado Jaime Cullen. En 1919 comenzó a dedicarse exclusivamente al séptimo arte. En 1930 lo adquiere Alfredo Lamacchia en sociedad con Ramón Otegui, y vuelven a la actividad teatral abriendo la temporada con la obra “Lo que le pasó a Reynoso” de Vacarezza con Elías Alippi. En 1936 se remató y lo adquirió el mismo Lamacchia. Acabó siendo demolido el 21 de julio de 1959.



 CINE SELECT BOEDO


El cine Los Andes de Boedo 777 se inauguró en 1926, en un predio que había sido ocupado por dos grandes circos de la época como el Politeama y el de los Hnos. Anselmi. Una placa en el lugar recuerda que Carlos Gardel cantó allí. Hoy quedó convertido en una sucursal de un hipermercado.
El cine Alegría, en el nº 875, perteneciente a la firma Auger, abrió sus puertas en 1920. Luego pasó a llamarse Select Boedo y con ese nombre cerró en el primer semestre del año 1960, donde aún se conserva el mascarón que corona el edificio (¿Frank Brown, Pepino el 88?).
 En el 858 de la misma calle tuvo su domicilio el más moderno y grande de todos los cines del barrio: el Cuyo, que comenzó sus proyecciones en noviembre de 1945 y fue clausurado en 1992, explotado por una secta religiosa. Es el único que permanece en pie de todos los cines de la zona, y se encuentran avanzadas las gestiones vecinales para recuperarlo como cine, en un proyecto similar al Cine Gaumont.
El “Cine Mitre” Boedo 937, luego rebautizado “Moderno” (poco moderno), conocido por su mala fama con el mote de “La Piojera”, un cine poco recomendable para las damas.
Tanto en el Teatro Boedo como en el Cine Nilo, para los carnavales actuaban muchas de las murgas que desfilaban por el palco del famoso Corso de Boedo, entre San Juan e Independencia.
En la periferia del barrio también tuvieron su protagonismo: el cine “Odeón II” en avenida La Plata 1782, contiguo al Viejo Gasómetro; el “Cóndor”, en su primitiva ubicación de avenida La Plata 754; el “Follies Boedo”, en Boedo 1941; el “Bristol Palace” de los hermanos Verri, en Independencia 3618; el “Del Plata”, en avenida La Plata y Carlos Calvo.
 En Carlos Calvo 3623 funcionó el Cine “Los Crisantemos” (propiedad de Juan Spíndola), donde al igual que otro que existía en Independencia 3751 se les servía a los espectadores, en su mayoría niños, un vaso de café con leche por el mismo valor de la entrada, que en su época costaba 10 centavos.
Es probable que en esta pequeña muestra queden algunas salas olvidadas, así como las centenares de anécdotas que se tejieron sobre los cines barriales y mucho más podría agregarse escarbando en los recuerdos que seguramente se encuentran en la memoria de muchos vecinos, que sería importante recopilar; también sería bueno, además, que los porteños hagamos algo para preservar en funcionamiento las pocas salas que aún sobreviven en cualquiera de nuestros barrios, rescatándolas, volviéndolas a convertirlas en cines, especialmente a precios económicos como el caso de la importante experiencia del cine Gaumont.

Miguel Eugenio Germino


Fuentes:
-Granelli, Omar Pedro, Almagro en el intento, edición del autor, 1999.
-Llanes, Ricardo M, El barrio de Almagro, Cuadernos de Bs. As., 1968.
-http://serdebuenosayres.blogspot.com.ar/2010/09/recuerdos-sobre-viejos-cines.html
-https://buenos-aires.idoneos.com/recuerdos_sobre_viejos_cines/
-https://turismoamba.wordpress.com/2009/10/15/