EL MUSEO
HISTÓRICO DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN
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PRIMERA IMPRENTA DEL AÑO 1919, |
El barrio
de Balvanera esconde, a lo largo y ancho de su damero geográfico, algunos tesoros
históricos poco visibles al ojo desprevenido, es el caso del Museo Histórico de la Cámara de Diputados
de la Nación, en las entrañas del prominente Palacio de las Leyes.
Ubicado en las galerías
superiores sobre el Salón de los Pasos
Perdidos, reúne una significativa colección de elementos y pertenencias de prominentes figuras que integraron la mal
llamada Cámara Baja, en contraste con la Alta, reservada para el Senado. Una
antigua concepción elitista importada de una Europa prejuiciosa.
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EL PAÑUELO MANCHADO DE SANGRE DEL DÍA DEL SUICIDIO DE ALEM |
En aquel lugar puede encontrarse todo aquello que los diputados
protagonistas de casi dos siglos de historia, donaron o simplemente resignaron.
Estos son fotografías, cartas, documentos,
condecoraciones, cuadros, mobiliario, ropa,
lapiceras, ceniceros y un sinfín de cosas. Además
el Museo custodia y preserva centenares de obras, fundamentalmente cuadros de
artistas famosos y otros elementos artísticos, algunos
de los cuales
forman parte del exterior del Palacio como las esculturas de Lola Mora, recientemente recuperadas, y la Cuadriga, que remata la parte
superior de la fachada, una obra en bronce de 8 metros de altura y 20 toneladas
de peso, realizada por el escultor veneciano Víctor de Pol. El carro, tipo griego, aparece
tirado por cuatro caballos, simbolizando la República triunfante conducido por
una Victoria alada. A ambos lados se
levantan otras dos victorias aladas provistas de trompetas que completan la
decoración de sus terrazas.
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ALGUNAS PERTENENCIAS DE ALFREDO PALACIOS |
Si bien el origen de este museo se remonta al año 1939, recién adquiere
relevancia a partir del año 1987, cuando es reinaugurado al ponerse en vigor una vieja ley sancionada
muchos años atrás por iniciativa de los diputados nacionales Pastor y Guardo,
en la que se establece una sala de exhibición permanente para su
funcionamiento.
Juan Carlos Pugliese, presidente
de la Cámara, declaraba en aquel momento: “Para
el recuerdo de ilustres hombres que han pasado por la Cámara de
Diputados ejerciendo legítimamente el mandato popular y contribuyendo al
prestigio de la vida política argentina en democracia”.
En el Parlamento también se
encuentra otro museo, el del Senado de
la Nación, en Hipólito Yrigoyen y Solís, en la esquina de la ex Caja de
Ahorros donde funcionaba una sucursal del Correo Argentino.
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PRIMER GRABADOR DE SESIONES |
Por gentileza del subdirector del Museo, Carlos Alberto Espósito, quien acompañó al periódico
Primera
Página en su recorrido por las distintas secciones del Museo, y también
del anexo de la calle Bartolomé Mitre 2085, 1º piso –Sub
Dirección de Restauración del Museo y de Obras de Arte–, en donde se atesora
una amplia colección de cuadros de destacados
pintores.
A la entrada del Museo, sobre la
calle Rivadavia 1860, 2º piso, se encuentra la
primera imprenta del Congreso que data del año 1919, en perfecto estado de
conservación. Allí imprimían el Diario de
Sesiones y otras publicaciones parlamentarias, igualmente el recinto guarda el
antiguo equipo de grabación de las deliberaciones.
El Museo conserva objetos tan
preciados como el bastón y el pañuelo manchado de sangre del día del suicidio
de Leandro N. Alem. O el bastón, el
chambergo, la chalina y un florete de tres filos perteneciente al diputado
Alfredo L. Palacios.
Este Museo guarda también un
conjunto de pistolones del año 1947 que pertenecieron al diputado Decker, que
se batió en dos oportunidades para lavar el honor de Eva Perón al entender que había sido agraviada. Es de
destacar que en las décadas del treinta al cincuenta del siglo pasado eran comunes
los duelos entre políticos, para lavar el honor.
El diputado Agustín Rodríguez Araya se batió en varias oportunidades, eran los
últimos duelos de los tantos que se realizaron por
esos tiempos.
Si es por los insultos y ofensas
actuales, de estar en vigencia aquellos duelos, tendríamos varios por día, o
tal vez la posibilidad de que un duelo actuara como
disuasivo de las catervas de agravios. Claro que en aquella época no eran
comunes las injurias femeninas, y era imposible pensar en un duelo entre
mujeres, o de mujeres versus hombres.
Continuando con el recorrido por
el Museo, llegamos al candelabro que perteneciera a Vicente López y Planes,
congresista en la asamblea del año 1813. Además otras curiosidades que pueden
apreciarse son un tintero perteneciente a
Ricardo Balbín, el sombrero bombín de Juan B. Justo, una lapicera de Arturo Illia, una carta de Bartolomé Mitre donando 90
ejemplares de su obra Historia de San Martín, los anteojos de Rubén Rabanal, diversas
condecoraciones de Nicolás Avellaneda, una banca con micrófono y la primera
“centralita” telefónica, además de una antigua vajilla del salón comedor. Pero
se pueden hallar otras piezas históricas y diversos objetos de arte donados por
diputados que trascienden el espacio del Museo y se diseminan por los pasillos del Palacio.
Una inmensa cartelera guarda una
docena de fotos del estado en que quedaron distintos sectores del Parlamento
tras el paso de la dictadura de Juan Carlos Onganía entre los años 1966 a 1969.
Se encuentran también decorando
las paredes las fotos a color de todos los presidentes de la Cámara de todas
las épocas.
El Museo abre sus puertas al
público de lunes a viernes de 11 a 13 y de 15 a 20 horas, la entrada es
gratuita.
Vale la pena visitarlo, justamente en el año 2013 en que se
cumplen 30 años de la recuperación de la democracia en el país.
Miguel Eugenio Germino
FUENTES:
-http://www.envarelkadri.org.ar/index.php/otros-articulos/organizaciones/1426-rodolfo-decker-el-companero-que-se-batio-a-duelo-dos-veces-por-evita-por-roberto-caballero
Agradezco
la gentileza del subdirector del Museo, Carlos
Alberto Espósito.