jueves, 2 de abril de 2015

EL BATALLON 601




EL BATALLÓN 601 DE VIAMONTE Y CALLAO,
UN EDIFICIO EMBLEMÁTICO DE BALVANERA 

VIAMONTE Y CALLO UNA ESQUINA PARA LA MEMORIA


Quienes hoy transiten por la esquina SO de Viamonte y Callao, deberán saber que bajo la inofensiva apariencia de un instituto de enseñanza adquirido por la Universidad del Salvador, están viendo lo que fue uno de los sitios claves de la represión ilegal del Estado durante la dictadura militar. Allí funcionó la Unidad Especial de Inteligencia del Ejército Argentino, creada a finales de la década de 1960 y disuelta en el año 2000.
El lugar fue célebre por concentrar la plana mayor de los ideólogos de la llamada “guerra sucia” en la Argentina, el terrorismo de Estado y la Operación Cóndor. Desde allí se coordinó y reclutó personal que fue infiltrado en las organizaciones populares y de derechos humanos, como así también en las formaciones guerrilleras de entonces, para perpetrar el secuestro, la tortura, la violación y el asesinato de sus miembros.
El Batallón 601 o "el 601", como se lo llamaba, dependía del II Cuerpo de Ejército. Tenía destacamentos desplegados en toda la República; su misión era de información, análisis, producción de inteligencia y estrategia militar.
El jueves 4 de septiembre de 2014 se realizó en aquella esquina un acto solicitando la instalación de un Espacio de Memoria -visible y a la calle- en la planta baja de este edificio, hoy en obras de refacción y demolición interna por la Universidad del Salvador.
Se exige preservar el lugar, expropiarlo e incorporarlo al Patrimonio Histórico como memoria y advertencia del Nunca Más, a fin de que las nuevas generaciones conozcan el sitio desde donde se organizó en la década de 1970 la desaparición y muerte de miles de ciudadanos argentinos y de otros países hermanos en el marco del Plan Cóndor. Y también para recordar que desde ahí se brindó capacitación a otras dictaduras de América en métodos de desaparición y tortura de opositores.
 Durante dicho acto del 4 de septiembre último, “Baldosas por la Memoria de Balvanera” colocó una pieza recordatoria de aquellos crímenes de lesa humanidad. Transitar por el lugar provoca un estremecimiento, la angustia de pensar en los horrores que desde allí se planificaban. 

COLOCACIÓN DE BALDOSAS POR "MEMORIA Y JUSTICIA DE BALVANERA" 

Fue precisamente en ese edificio donde permaneció secuestrado y desaparecido durante meses, el cadáver de Eva Perón. Este hecho inspiró uno de los mejores cuentos de la literatura argentina, Esa mujer, de Rodolfo Walsh.
A aquel nefasto lugar fueron llevados para interrogarlos algunos detenidos que los represores consideraban particularmente importantes (como Rafael Perrotta, director propietario del diario El Cronista).
El edificio según varias denuncias sirvió ya en democracia, como la guarida desde donde se planificaron secuestros extorsivos y se gestaron las cuatro rebeliones carapintadas. A pesar de todo ello, el lugar se traspasó, entre gallos y medianoche, al grupo que desde 1975 dirige la Universidad del Salvador. Esas autoridades universitarias, en la noche del viernes 25 de noviembre de 1977 al clausurarse el ciclo académico anual, entregaron un diploma de profesor honoris causa al genocida Emilio Massera. Presidió el acto de esa noche el entonces Rector Francisco José Piñón.
Es de destacar que la USAL y la OUP, grupos vinculados a Guardia de Hierro, manejaron en aquella época la mencionada casa de estudios, que posteriormente habrían hecho desaparecer la documentación de aquella comprometedora ceremonia. La Universidad del Salvador tiene el deber de explicar a la ciudadanía tamaña afrenta a los derechos humanos.
 Massera gozó además de otras distinciones. Fue Miembro Académico del Instituto de Ciencias Políticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Doctor Honoris Causa de la Universidad John F. Kennedy y Periodista Honoris Causa del Instituto Latinoamericano de Intercambio Periodístico. Tampoco se conoce si fueron anuladas aquellas deshonrosas distinciones.
Al respecto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires presentó un proyecto de ley para que la Legislatura porteña declare al inmueble "sitio histórico”, por las connotaciones descriptas. El espacio debiera tener el mismo destino que la ex ESMA, un lugar de memoria, según la Ley 26.691 que ordena preservar los sitios emblemáticos del Terrorismo de Estado, según lo señaló la Defensoría porteña en los fundamentos de su iniciativa.
El Gobierno Nacional entregó al Poder Judicial y al director del Archivo Nacional de la Memoria, Ramón Torres Molina, información sobre los militares y civiles que integraron la estructura de inteligencia del Ejército durante la dictadura. Esta información fue obtenida y desclasificada gracias al Decreto 4/2010 de la presidenta Cristina Kirchner. La lista incluye a 345 militares que se desempeñaron en esa repartición, como así también al PCI (personal civil de inteligencia).
 Aún no existe una causa judicial que investigue al Batallón 601 propiamente dicho; solo se lo hizo con una parte de su numerosa lista de integrantes, causa ésta que recayó en el juez Ariel Lijo.
Por primera vez desde el retorno de la democracia, fiscales y jueces que instruyen causas por delitos de lesa humanidad disponen de los nombres y responsabilidades específicas de oficiales, suboficiales y también civiles que prestaron servicios durante la dictadura en organismos de inteligencia del Ejército, que eran unidades camufladas, por lo general alejadas de los cuarteles donde actuaban quienes “interrogaban” a los secuestrados en los centros clandestinos. A estos rendían cuenta centenares de ignotos civiles infiltrados en fábricas, sindicatos, universidades y organizaciones sociales en busca de potenciales “subversivos”.
El Batallón 601 fue y es un símbolo de la represión; allí estaba el cerebro funesto del espionaje ilegal de los años setenta y ochenta. Tuvo jefes como el genocida Suárez Mason, entre muchos otros.
La simple mención de Batallón 601 produce una automática representación de los peores contenidos de la memoria en el campo de acción del Ejército, tal como la ESMA evoca la siniestra zona de influencia de la Marina.
La hermética sede del Batallón, en Viamonte y Callao, había sido anteriormente lugar del Ministerio de Guerra, aunque la historia empezó antes. La militancia política de los años 60 ya conocía la sensación de inquietud y agitación que producía el solo nombre de aquel Batallón.
 Cuando el Viborazo (el segundo Cordobazo) puso fin a la presidencia de Juan Carlos Onganía, su reemplazante traído desde su cargo en la Junta Interamericana de Defensa, en Washington, fue el desconocido general Roberto Levingston quien, no obstante, había sido jefe del Batallón de Inteligencia 601.
La dimensión exacta del papel del 601 solo apareció una década después, cuando se supo, por ejemplo, que por allí había pasado el general Guillermo Suárez Mason, alias Pajarito, el más poderoso de los jefes operativos del arma en la guerra sucia, como comandante del Cuerpo I de Ejército, amigo personal de Eduardo Massera y uno de sus compañeros en la logia internacional de ultraderecha Propaganda Due. Suárez Mason fue juzgado y condenado luego por decenas de crímenes, fue amnistiado por Carlos Menem y, más tarde, vuelto a detener. Fue entonces juzgado por varios casos de secuestro de menores y otros crímenes.
De entre los cuadros de aquella unidad fueron elegidos, en los años 80, los oficiales destinados a instruir en técnicas represivas a los ‘contras’ nicaragüenses en Honduras, que trataban de terminar con el gobierno sandinista; esto fue hecho en un acuerdo con la estructura de inteligencia de Estados Unidos. El general Alfredo Valin, el coronel Osvaldo Ribeiro, los capitanes Héctor Vergez, José Hoyas, Héctor Francés, Jorge O’Higgins, Jorge de la Vega, Emilio Jason y Mario Davico son algunos de los nombres de quienes fueron a enseñar a Centroamérica.
También integraba ese grupo el PCI (Personal Civil de Inteligencia) Leandro Sánchez Reisse, complicado en varias operaciones de secuestros extorsivos y desapariciones en la Argentina y en el exterior. Reisse fue actor de una sonada fuga de una prisión suiza donde se encontraba, y hoy está detenido en una cárcel de Gendarmería, en la cual departe diariamente con Luis Sarlenga, el empresario que participó de las operaciones de venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia durante el gobierno de Menem.
  Tanto o más conocido que Sánchez Reisse, fue Raúl Gulielminetti,  también   PCI de la mentada unidad, (El mayor Guastavino en su alias de represor), antiguo miembro de la organización paramilitar Triple A. Guglielminetti se hizo famoso cuando apareció como jefe de una oficina de inteligencia oficial paralela, ubicada en Leandro Alem 218, cuya existencia provocó una crisis en la primera etapa del gobierno de Raúl Alfonsín.
Por decisión del ex jefe de Estado Mayor Martín Balza, el Batallón había pasado a llamarse Centro de Reunión de Información (CRI), hasta su cierre en el año 2000. Desde entonces estuvo abandonado y vacío, hasta que vaya a saberse mediante qué artilugio secreto fue vendido a la Universidad del Salvador.
Rodolfo Walsh, en su carta del 24 de marzo de 1977 a la Junta, grafica detalladamente las atrocidades del régimen que padeció el país en aquel momento negro: “…El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de
gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son
errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades (…) Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio…”.
Mientras tanto, hay dirigentes políticos actuales, que despreciando los derechos humanos e historias trágicas como ésta, promueven sin pudor un nuevo punto final en los juzgamientos de los crímenes de lesa humanidad. ¡Terrorífico!

                                        Miguel Eugenio Germino


Fuentes:
http://memoria.telam.com.ar/noticia/proponen-que-el-edificio-del-601-sea--sitio-historico- n4268
http://www.diasdehistoria.com.ar/content/revelan-secretos-del-batall%C3%B3n-de-inteligencia-601
https://es-la.facebook.com/notes/para-que-nunca-mas-vuelva-la-dictadura-militar-2/sede-del-batallon-601-
en-viamonte-y-callao-con-fotos-actuales/112388575455085
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-138988-2010-01-24.html
http://www.telam.com.ar/notas/201401/46652-avanzan-las-obras-en-el-edificio-del-batallon-601-donde-
persiste-la-memoria.html.http
http://conti.derhuman.jus.gov.ar/_pdf/serie_1_walsh.pdf









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