viernes, 2 de octubre de 2015

TATO BORES




Tato Bores


Mauricio Borenstein nació el 16 de agosto de 1926.
En el año 1943 comenzó su carrera en Radio Splendid (de la calle Uruguay y Santa Fe).
En 1957 incursionó en humor político, un año después llegó a la televisión. Landrú fue su primer libretista, luego César Bruto, Jordan de la Cazuela, Aldo Camarota, Jorge Schucheim y Santiago Varela.
Al mismo tiempo se fue destacando en cine y teatro, en diferentes espectáculos.
En 1960 inicia Tato siempre en domingo por Canal 9.
El 26/6/74 se emitió su último programa, Censura I. El 3/9/78 volvió con Dele crédito a Tato por Canal 13, interrumpida su emisión, Censura II.
En mayo de 1992 se prohibió la emisión de Tato de América. Tras un fallo de la Corte el programa salió al aire y dijo: Clausura en las partes judiciales. Censura III. Estuvo apoyado por sus pares.
El 11/1/96 falleció Tato, uno de los mejores humoristas argentinos.

Berta Szplinder se había casado con Tato el 12/5/54 tras un noviazgo bastante particular. Al padre no le atraía que su yerno fuera “artista”. Ella optó por casarse y permanecer con felicidad el resto de su vida junto al hombre cuya simpatía la cautivó. Le brindó tres hijos, Alejandro, Sebastián y Marina.
Fue el de ellos un amor recíproco e incondicional que duró más de 40 años. Tato tenía una B en su anillo, la inicial del amor de su vida que al igual que el anillo, lo acompañó siempre.
Por años, apareció en la pantalla los domingos con pocas armas para el combate: un frac, una peluca, un teléfono y un par de anteojos. A pesar de su disfraz, su principio era la risa, pero ante todo hacía pensar; su lucidez orientaba hacia la libertad y la justicia.
Su fallecimiento, a los 68 años, heló la sangre de su familia, colegas, amigos y admiradores. Más de los que él hubiera sospechado en vida.
Una trayectoria rutilante, un hombre que siempre destacó sus raíces y amó a su familia.
Roberto Carnaghi y Camila Perisseé fueron dos de sus pares televisivos; además  figuras invitadas participaban de los  fideos-party.
En abril de 1999 sus hijos, en carácter de homenaje, compaginaron con trozos de sus mejores programas “La Argentina de Tato”. Cuando se pudo proyectar volvió  a aparecer su personalidad carismática, con los monólogos siempre actuales.
Con Tato Bores se fue la niñez, adolescencia y adultez de nuestra cotidianeidad.
En el epitafio debería decir: “En las difíciles horas de censura y angustias, él nos hizo reír de tristeza”.
Desde que Tato se retiró del mundo del espectáculo, las noches del domingo son sin-sa-BORES.

Nathan Blum






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