jueves, 1 de diciembre de 2016

ISIDRO VELÁZQUEZ

EL 1º DE DICIEMBRE DE 1967 ASESINAN A ISIDRO VELÁZQUEZ
“EL ÚLTIMOS DE LOS GAUCHOS JUSTICIEROS”



El tema de los llamados “Gauchos Justicieros”, abordado por distintos historiadores, siempre agrega a su historia un nuevo capítulo. En este caso el más actual y el último de aquellos paisanos, que como sujeto social fue empujado a la ilegalidad por una autoridad injusta y omnipotente.
El 1° de diciembre de 1967 fueron abatidos en un amplio operativo de la Policía Federal, tras una traición, Isidro Velázquez y Vicente Gauna. Sucedió en Machagai, Chaco, en el nordeste argentino. Camino a Pampa Bandera lo esperaban en una emboscada, a la vera de la ruta 16, en una zona de obrajes madereros y algodonales, junto al Impenetrable. En sus correrías solía tener el apoyo de la población más humilde, y sus víctimas eran personajes odiados por su condición social y económica.
El caso de Isidro Velázquez agrega un nuevo ingrediente potenciador, ya que se produce durante una dictadura militar, la del general Juan Carlos Onganía, régimen que además atropelló no solamente a la Constitución, sino a miles de argentinos a los que privó de su libertad, su dignidad y hasta de su vida.





En su libro, Pedro Jorge Solans define y relata la vida de este gaucho, que como muchos otros sólo fueron vencidos mediante la traición y la entrega.


AFICHE DE LA PELÍCULA SOBRE SU VIDA



En el prólogo, Hugo Chumbita dice: “La vida, muerte y resurrección de los Velázquez encuentra al fin su narrador con este vigoroso relato que nos sumerge en la impresionante geografía territorial, humana y mítica del Gran Chaco donde transcurrieron sus aventuras. Esta historia requería un conocimiento de la región y su gente que diera cuenta de la vitalidad de los habitantes del monte y las pampas calientes del noreste, que reflejara su forma de ser, de pensar, de creer, la manera en que debieron afrontar las peripecias de su camino. Este es el mérito de la apasionada narración de Pedro Solans, desde el coro que describe la emboscada de Pampa Bandera hasta la reconstrucción biográfica y las experiencias de los actores laterales, sugiriendo toda la riqueza y la miseria del pueblo campesino, exponiendo sin concesiones lo sucedido, rescatando la alegría y la aspereza de la existencia de los protagonistas. Medio siglo después de la tragedia de los últimos bandidos rurales, nuestra sociedad y el mundo han cambiado, siguen cambiando, y la discusión sociológica de los años ‘60 continúa abierta. Aunque ni la revolución socialista ni la liberación del tercer mundo serán ya lo que eran, estos rebeldes indomables son aún un símbolo profundamente conmovedor, emblema de la insurgencia popular."


“EL BANDIDO RURAL” Y LA HISTORIOGRAFÍA

Tal como lo hicieran Chumbita y Solans, fueron muchos los historiadores que abordaron este apasionante tema, que no sólo abarca a personajes nacionales, sino que los ubica en el contexto de un fenómeno mundial de reacción contra una opresión brutal desde el abuso de los poderes dominantes.
El inglés Erie J. Hobsbawm fue seguramente el principal investigador internacional del tema “Bandido Rural” desde sus múltiples facetas, sociales, culturales, religiosas y desde el mismo mito popular. Escribió en 1959 un texto fascinante sobre el bandolero social.
 Su mérito fue mostrar la universalidad del mito de Robin Hood: el salteador rural empujado fuera de la ley por la injusticia y erigido en héroe de los pobres que se reproduciría con asombrosa uniformidad en las culturas campesinas de cualquier época y latitud. Partiendo de la saga de los "buenos bandidos" del Mediterráneo, Hobsbawm registra personajes similares en toda Europa, China, África y, por supuesto, la América. Su teoría distingue como subtipo al "vengador", cuyo rasgo más saliente no es tanto ayudar a los campesinos sino golpear a sus opresores, lo cual brinda a los oprimidos una gratificación psicológica; caracteriza bandas de jinetes como los haiduks húngaros, que formaron rudimentarias guerrillas de liberación nacional (un equivalente podrían ser nuestras montoneras) y trata como una derivación el "cuasi-bandidismo" ideologizado de los anarquistas expropiadores.


EL CASO DE ISIDRO VELAZQUEZ

“…Vibra en la selva chaqueña
bajo clamor de valiente
que va cayendo doliente
gritando su rebelión…”

Tal como lo fueran Mate Cosido, Bairoletto, Antonio Mamerto Gil Núñez (el popular Gauchito Gil) y tantos otros que poblaron la literatura y la historia de nuestra pampas, popularizados a su vez por la pluma de José Hernández en su “Martin Fierro”, la historia apasionante del gaucho Velázquez cierra tal vez el ciclo de personajes que, siendo de carne y hueso, la legítima “sabiduría popular” aún en su inconsciencia convirtió en “héroes y/o santos venerados”.
Isidro Velázquez nació en un paraje cerca de Mburucuyá, Corrientes, el 15 de mayo de 1928. A los 20 años, seducido por la atracción de las cosechas emigró al Chaco en busca de trabajo como peón golondrina, acompañado primero por su hermano Claudio y luego por Vicente Gauna.
 Medios de la época denunciaban, gracias a inspecciones efectuadas por funcionarios del gobierno, a centros de trabajo instalados en la región del Chaco santiagueño dedicados a la explotación de productos forestales, por graves transgresiones a normas legales que amparaban la actividad del trabajador rural, particularmente en los tradicionales negocios vulgarmente conocidos con el nombre de proveedurías y pese a la evolución alcanzada en este aspecto se adviertían prácticas que se creían desterradas.
Éstas lesionan el patrimonio moral, espiritual y material del ser humano, ya que algunas firmas siguen burlando impunemente disposiciones de la ley, pagando con vales el trabajo de sus obreros que sólo pueden negociar en la misma firma que los emiten, lo que significa que por las manos del trabajador jamás pasa dinero en efectivo alguno.
“Los Velázquez” actuaron desde inicios de los años 50 hasta 1967, cuando asaltaron comercios y secuestraron estancieros, bancos y acopiadores de cereales, aunque la policía los tomó de chivos expiatorios adjudicándoles muchos otros delitos que su incapacidad no podía resolver.
El Poder Ejecutivo destinó 99 millones de pesos para equipar a la policía de la provincia con el armamento necesario para atrapar a Velázquez. Se montó un espectacular operativo con 800 efectivos, rodeando la zona de General Obligado, que terminó en un gran fracaso. Este operativo –conocido popularmente como “operativo fracaso”– dejó muy mal parada a la policía provincial a la vez que molestó tremendamente a la oligarquía chaqueña que quería sacarse de encima una presencia tan molesta como foco de contagio para muchos peones.
 Se sospechó, con razón, y en base a amenazas policiales, la posible delación y/o datos confidenciales, tendientes a cobrar la recompensa. Velázquez parecía conocer todos los secretos, aparecía tan sorpresivamente como se esfumaba y había adquirido cierto dominio sobre las mentes de los milicos de la policía provincial.
“Los Velázquez” ocupan un lugar preponderante en el acervo cultural de las poblaciones rurales del Noreste argentino. Fueron los últimos “bandidos” vengadores de las injusticias que soportaban los peones rurales. Aquella misma gente oprimida los hizo leyenda viva y los mantiene en el altar popular de las creencias de aquellos montes que ya no existen.
Ellos mantienen, para sus seguidores y promeseros, los valores que los sufridos se negaban a perder frente al avasallamiento, a la explotación y el abuso de autoridad de los patrones, policías y autoridades, en una provincia como el Chaco, que en los años 1950 y 1960, era el escenario predilecto de la producción del algodón y de la poca madera que había dejado la devastadora empresa inglesa “La Forestal”.
Isidro Velázquez, el hombre que dejaba buenas propinas en los boliches, que distribuyó dinero entre los parroquianos, alimentos y mercancías entre los pobres, se movió entre quienes lo veían como “el vengador” y el estigma del poder local que lo consideraba un bandido violento. Acuñó los deseos de una población rural sometida a los peores de los tratos que se le conoce al sometimiento capitalista.


LOS FUSILAMIENTOS DE VELAZQUEZ Y GAUNA

“…Camino de Pampa Bandera,
lo esperan en una emboscada,
y en una descarga certera,
ruge en la noche la metrallada…”



MARCAS DE METRALLA EN EL ÁRBOL EN  QUE CAYÓ ASESINADO


Su captura se había convertido en una obsesión para Guillermo Borda, entonces ministro de Interior, y para la Sociedad Rural del Chaco que puso precio a su cabeza: dos millones de pesos. “Vivo o Muerto”, señalaban los carteles pegados en todo el territorio chaqueño por el gobierno, y que solían amanecer arrancados o enchastrados con leyendas tales como: “Isidro Velázquez no se entregará”. Tiempo atrás la policía había matado ya a su hermano Claudio.
Luego de innumerables acciones, la policía utilizó una nueva estrategia para atraparlo, recurriendo a la amenaza, la extorsión y la traición. Es así que “convencen” a una maestra de nombre Leonor Marinovich de Cejas y a un cartero, Ruperto Aguilar, ambos de la localidad de Machagai, que trasladaban algunas veces a Velázquez.
Así aquel día señalado, 1º de diciembre, en Machagai (Chaco), Camino a Pampa Bandera, a Velázquez y Gauna los esperaba una emboscada a la vera de la ruta 16, en una zona de obrajes madereros y algodonales, junto al Impenetrable, en el cruce de Pampa Bandera sobre la ruta 4, que une Quitilipi con Pampa del Indio.
La maestra Leonor manejaba el volante del Fiat 1500 acompañada del cartero Aguilar, ambos sentados en el asiento delantero del coche. Al llegar al sitio prefijado fingen un desperfecto del vehículo, ella dejó el volante, abrió la puerta, saltó y quedó inmóvil aplastada contra el suelo, ésa era la señal y en la calurosa noche se abrieron decenas de relámpagos de las descargas de ametralladoras, pistolas, escopetas y fusiles acribillando al auto y destrozando a Vicente Gauna; Isidro saltó del coche y se defendió hasta que decenas de balas lo alcanzaron.


HOMENAJE AL JUSTICIERO FRENTE AL ÁRBOL  DONDE CAYÓ ASESINADO

Sus cuerpos fueron exhibidos en las comisarías de los pueblos para saciar la psicosis social montada contra ellos. Aquella noche del 1 de diciembre de 1967, las poblaciones de Sáenz Peña, Quitilipi y Machagai fueron invitadas por la policía a ver los cadáveres triturados; ya que además de una señal mafiosa, eran trofeos.
Frente al árbol cuyo tronco guarda las huellas de la balacera, es considerado por los lugareños como santuario de Velázquez para los sectores populares, con epicentro en las poblaciones rurales que demuestran su devoción cada 1º de diciembre en las tumbas del cementerio de Machagai y en la Fiesta del Sapucay en el cruce de Pampa Bandera, donde una multitud los evoca y baila chamamé.
Perseguido por bandolero y fusilado sin juicio, es venerado como un santo. El escritor Pedro Jorge Solans se metió en la vida de Isidro Velázquez para explorar todos los costados del gaucho justiciero romántico y el lado místico de las andanzas del último gaucho alzado de la historia rural argentina.

“…Isidro Velázquez ha muerto,
enancao a un sapucay,
pidiéndole rescate al viento,
que lo vino a delatar...”


EL CINE

El cine rescata su historia en un documental de 118 minutos. El actor que encarna a Isidro Velázquez en la película es su nieto Javier Isidro Aguirre. El director de Fotografía es Guillermo Glass, la música es de Antonio Tarragó Ros y el montaje estuvo a cargo de Lisandro Morione.
 Pre-estrenado en diciembre de 2010 en la ciudad de Resistencia (Chaco), llenó más de 10 veces la sala Guido Miranda y en su reestreno, en febrero de 2011, superó las 30 salas llenas. Es récord de público en el espacio INCAA de la capital chaqueña. Ya la vieron unos 4.000 espectadores.
En esta historia subyace la idea de la construcción de una sociedad mejor, una en la que al pueblo no le quiten lo que por ley y justicia le pertenece.

 

                                              Miguel Eugenio Germino




 Fuentes:
-http://guia.lanacion.com.ar/cine/pelicula/isidro-velazquez-la-leyenda-del-ultimo-sapucay-pe4733
-http://payecine.blogspot.com.ar/2011/01/isidro-velazquez-la-leyenda-del-ultimo.html
-http://www.elortiba.org/notapas1468.html
-http://www.lagazeta.com.ar/velazquez.htm
-https://www.youtube.com/watch?v=m2MGtREFeGA











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