lunes, 2 de octubre de 2017

PARQUE DE LA ESTACIÓN

ORÍGENES DEL PROYECTO PARQUE DE LA ESTACIÓN, LA PLAZA DEL MIENTRAS TANTO Y LA PLAZA FUMAROLA



LOS COMIENZOS DE LA PLACITA DEL MIENTRAS TANTO AÑO 1974



La historia y la memoria son los mecanismos claves para definir, junto a la paciencia y el empuje constante, el origen del proyecto “Parque de la Estación”, la “Placita del Mientras Tanto”, la “Plaza Fumarola” y finalmente la aprobación por unanimidad en la Legislatura de Buenos Aires de la primera parte del tan ansiado proyecto, que a la fecha lleva ya 17 años de lucha firme de los vecinos por dicho espacio verde.
Todo comienza un 19 de abril del año 2000, cuando el periódico Primera Página presenta a la Legislatura de Buenos Aires un proyecto de ley, acompañado de 2.320 firmas de vecinos, y del entonces “Centro Vecinal de Balvanera y Almagro”.
Mucho camino fue recorrido y otras organizaciones de vecinos se unieron y apoyaron el proyecto, desde diputados nacionales, legisladores locales, directoras de colegios de ambos barrios, la Iglesia del Tránsito, la Casa del Barrio, el entonces CGP (Centro de Gestión y Participación) de Balvanera, y por sobre todo centenares de vecinos que abrazaron la creación de aquel pulmón verde, entre dos barrios que sólo tienen apenas 0,20 m2 de verde por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda de entre 10 y 15 metros.
En el camino nace otro proyecto, que hacen realidad los vecinos al hacerse cargo de la antigua playa de cargas de Perón, entre Anchorena y Jean Jaurés, construyendo con sus propias manos y recursos financieros una pequeña placita, a la que llamaron “Plaza del Mientras Tanto”; corría entonces el año 2004.
Nombre que sintetizaba la voluntad de continuar peleando por el proyecto principal, el Parque de la Estación, pero ya desde la realidad de haber conquistado un espacio que luego se transformará en la actual “Plaza Fumarola”, nombre que reivindica a un vecino, activo militante popular del barrio y reportero gráfico, secuestrado y asesinado por la Triple A. Nombre que hizo justicia, tanto a la lucha vecinal, como a la de los Derechos Humanos, y al mantenimiento de la memoria.
 En aquel camino nacen otras organizaciones barriales, como “la Asamblea Popular de Plaza Almagro” (APPA), y “Vecinos por el Parque de la Estación”, las que le darán nuevos impulsos al antiguo proyecto nunca olvidado Parque de la Estación, así como nuevas gestiones ante la Legislatura de Buenos Aires, y hasta con la Presidencia de la Nación.
 El primer proyecto fue presentado el 23 de diciembre del año 2003, al entonces presidente Néstor Kirchner, y se obtiene respuesta el 26 de abril del 2004, a través de la entonces ONABE, que si bien no da consentimiento al proyecto, deja una puerta “entornada” que dará lugar a nuevas gestiones en el mismo organismo y en sus ulteriores, ADIF y el actual ABE, todas con resultados inciertos.





 Vale aclarar que estos organismos de administración de bienes ex ferroviarios, siempre otorgaron “concesiones precarias”, con bajos y sospechosos cánones, que dieron perennemente que hablar, y en el afán de mantenerlos, ningunearon todo proyecto que se los privara de ellos.
Finalmente, aquella plaza Del Mientras Tanto fue reconocida oficialmente, no sin haber realizado decenas de reuniones, festivales barriales,  gestiones y batallas con la legislatura y funcionarios que siempre minimizaron la participación vecinal barrial.
 Muchos años más tarde –17 años–, la Legislatura de Buenos Aires aprueba por unanimidad la creación del Parque de la Estación, que es el proyecto que se está por llevar a cabo, y del que se encuentra ya licitada la primera parte, la del sector norte, entre las vías del ferrocarril y la calle Perón, entre Sánchez de Bustamante y Anchorena.
Como “prenda de cambio”, los vecinos tuvieron que ceder –no sin hacer notar en ambas audiencias públicas su disconformidad–, el sector hoy usurpado por la agencia de carreras de la calle Bartolomé Mitre entre Anchorena y Jean Jaurés; donde se levantaría un edificio de hasta 60 metros de altura para emprendimientos particulares.
La empresa ganadora de la licitación fue Cunumí S.A., con un presupuesto de $ 117 millones de pesos. Esta sociedad contratista quedó en la mira por múltiples irregularidades, lo que hoy coloca un manto de dudas a futuro; su dueño, Raúl Nicolás Orsini, fue uno de los involucrados en el escándalo Skanska que admitió haber facturado en 2005 obras públicas que nunca realizó a la firma sueca pagadora de coimas. Orsini fue procesado en 2010 por el ex juez Norberto Oyarbide, no obstante continuó haciendo obras para el gobierno de la Ciudad.
Es de esperar que este asunto no se convierta a corto plazo en una imprevisible pata negra en las obras del futuro Parque de la Estación, que tantos años y sacrificio le costó a los vecinos del barrio.


                                           Consejo de Redacción







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