Un artista comprometido y de carácter, debutó en la pantalla
grande en un pequeño papel en El ídolo, de 1965, aunque fue clave
para su carrera El romance del Aniceto y la Francisca, donde interpretaba a un
solitario que encontraba el amor.
Intervino en más de cien películas, como La
Patagonia rebelde, No habrá más penas ni olvido y Tiempo de revancha. Entre otros reconocimientos obtuvo el primer premio en
el Festival de Cine de La Habana.
Su colaboración más notable se produce en la magistral Un
lugar en el mundo, donde era un profesor exiliado en un remoto valle,
que entablaba una amistad con un ingeniero español recién llegado (José
Sacristán). Posteriormente en Martín (Hache) interpretó a un director de cine que trataba de conectar con su
hijo. También trabajó en teatro y televisión.
Este gran actor, que se labró
una sólida reputación internacional, partió
definitivamente de viaje el 20 de octubre pasado.
Lo recordaremos
con cariño y respeto.
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