lunes, 30 de abril de 2018

CESAC 38



Por una salud pública gratuita, de excelencia y solidaria




Los CeSAC (Centro de Salud y Acción Comunitaria) se crearon hace algunos años en distintos barrios de la ciudad con el objetivo de descomprimir la concurrencia a los hospitales y así facilitar el acceso de los vecinos a una salud pública gratuita. En este sentido, Almagro cuenta con el CeSAC N° 38 ubicado en Av. Medrano 350, que depende del área programática del Hospital Durand. Es el único efector de salud de la Comuna 5 (Almagro y Boedo), donde no hay ningún hospital.
Este centro se rige por los principios de la Atención Primaria de la Salud, que concibe los problemas sanitarios como un todo integral, vinculándolos con el conjunto social. Así, se conjugan la asistencia, la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y la rehabilitación. Por ello, en el CeSAC priman una atención personalizada y un enfoque interdisciplinario. Por ejemplo, si una mujer va a atenderse y la ginecóloga cree que fue golpeada, inmediatamente la doctora hace intervenir a la trabajadora social, la psicóloga o la psiquiatra. O si concurre una mamá con un chiquito con problemas nutricionales, se le hace entrega de leche y se lo deriva al Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad. En general, los vecinos expresan que la atención es muy buena. Se realizan alrededor de 3.000 prestaciones mensuales.



EN LA SALA DE ESPERA DEL CESAC 38

En el lugar, los pacientes disponen de especialidades como Clínica médica, Gerontología, Kinesiología, Obstetricia, Odontología, Pediatría, Psicología de adultos, Psicología infantil, Psiquiatría, Tocoginecología, Trabajo social. Asimismo, se implementan los programas Materno infantil, Salud sexual, Salud bucal e Inmunizaciones. Se dictan talleres de yoga, postura corporal y caídas, preparto, de la memoria, de la tercera edad. Además, funciona una escuela primaria para adolescentes y adultos con título oficial. Se realiza el test del HIV, tanto el común como el rápido. En la actualidad hay ocho consultorios y un SUM (Salón de Usos Múltiples) muy grande, donde se desarrollan los talleres, con la concurrencia, a veces, de más de 60 personas.
La existencia del centro es el resultado de un arduo camino plagado de obstáculos, exitosamente sorteado por la lucha popular. Todo tiene su historia. En el mismo edificio del CeSAC se encontraba la Clínica del Buen Samaritano de la Asociación Mutual Evangélica, que quebró en 1998. Posteriormente los trabajadores se hicieron cargo del lugar y conformaron una cooperativa. Gracias a la movilización de los trabajadores y los vecinos, en noviembre de 2003 la Legislatura porteña autorizó la expropiación del inmueble a través de la Ley 1.220 para instalar allí un centro de salud. Al año siguiente se aprobó la partida presupuestaria para adquirir el edificio. De esta manera, en mayo de 2006 se inauguró el CeSAC N° 38, funcionando sólo en planta baja, con un consultorio y un salón principal, mientras los tres pisos superiores estaban vacíos y abandonados. Luego esos pisos fueron destinados a oficinas administrativas y no a asistencia. En medio de rumores que indicaban que el centro se cerraría, a fines de 2009 el Ministerio de Salud de la Ciudad le transfirió los tres pisos mencionados al Ministerio Público Fiscal para instalar una Fiscalía Contravencional. Ante este hecho, el vecino Leonardo Chazanowski, en representación de la Comisión de Vecinos por la Salud Gratuita, presentó un amparo, que le fue concedido por el juez Fernando Lima. En consecuencia, todo el predio volvió a utilizarse como efector de salud, pero los pisos superiores hasta el día de hoy siguen ocupados por oficinas. Los vecinos desearían que allí se instalara un Centro Comunitario de Salud Mental abierto a todo el barrio.
Dialogamos con el propio Chazanowski, quien, además de la citada comisión, integra la Comisión de Salud del Centro Consultivo Comunal 5. Nos brindó su visión acerca de la situación del CeSAC y planteó las demandas más urgentes de los vecinos en relación al mismo: “La política de salud es gerencial, no social. No piensan en la gente sino en los números. Siempre apuntan al maquillaje, a que se vea lindo más allá de lo real. Esta gestión, en vez de sumar recursos, cierra programas. A pesar de eso, en general, el centro está funcionando bien pero tenemos reclamos que hacer. Por ejemplo, la vacuna antigripal ya se debería estar dando y no se está dando porque todavía no la mandaron. En cuanto a los demás insumos, más o menos hay porque eso lo gestionamos nosotros. Como saben que nosotros, desde la comunidad, presionamos, antes que haya un conflicto prefieren garantizarlos. Estamos pidiendo más médicos porque a la tarde no hay ninguno. El centro funciona a la tarde pero en forma mínima, con uno o dos consultorios. También estamos pidiendo médico nutricionista. Teníamos Rayos X, se descompuso la máquina y no la arreglaron. Como el centro está cerca del hospital, nos dicen ‘vayan al hospital’ pero el recurso de la atención primaria es para descomprimir el hospital, no para congestionarlo. La idea del macrismo no es la misma que tenemos los vecinos para cubrir nuestras necesidades”.
Por otra parte, ambas comisiones barriales están pidiendo la creación de un centro de salud en Boedo. El año pasado recolectaron miles de firmas de vecinos y presentaron el proyecto en la Legislatura pero no fue tratado, por lo cual van a volver a hacerlo en 2018.

                                   Laura Brosio









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