Por una salud
pública gratuita, de excelencia y solidaria
Los CeSAC
(Centro de Salud y Acción Comunitaria) se crearon hace algunos años en
distintos barrios de la ciudad con el objetivo de descomprimir la concurrencia
a los hospitales y así facilitar el acceso de los vecinos a una salud pública
gratuita. En este sentido, Almagro cuenta con el CeSAC N° 38 –ubicado
en Av. Medrano 350–, que depende
del área programática del Hospital Durand. Es el único efector de salud de la
Comuna 5 (Almagro y Boedo), donde no hay ningún
hospital.
Este centro se rige por los principios
de la Atención Primaria de la Salud,
que concibe los problemas sanitarios como un todo integral, vinculándolos con
el conjunto social. Así, se conjugan la asistencia, la prevención de
enfermedades, la promoción de la salud y la rehabilitación. Por ello, en el
CeSAC priman una atención personalizada y un enfoque interdisciplinario. Por
ejemplo, si una mujer va a atenderse y la ginecóloga cree que fue golpeada,
inmediatamente la doctora hace intervenir a la trabajadora social, la psicóloga
o la psiquiatra. O si concurre una mamá con un chiquito con problemas
nutricionales, se le hace entrega de leche y se lo deriva al Ministerio de
Desarrollo Social de la Ciudad. En general, los vecinos expresan que la
atención es muy buena. Se realizan alrededor de 3.000 prestaciones mensuales.
EN LA SALA DE ESPERA DEL CESAC 38 |
En el lugar, los pacientes disponen de especialidades
como Clínica médica, Gerontología, Kinesiología, Obstetricia, Odontología,
Pediatría, Psicología de adultos, Psicología infantil, Psiquiatría,
Tocoginecología, Trabajo social. Asimismo, se implementan los programas Materno
infantil, Salud sexual, Salud bucal e Inmunizaciones. Se dictan talleres de yoga, postura
corporal y caídas, preparto, de la memoria, de la tercera edad. Además,
funciona una escuela primaria para adolescentes y adultos con título oficial.
Se realiza el test del HIV, tanto el común como el rápido. En la actualidad hay
ocho consultorios y un SUM (Salón de Usos Múltiples) muy grande, donde se desarrollan
los talleres, con la concurrencia, a veces, de más de 60 personas.
La existencia del centro es el resultado
de un arduo camino plagado de obstáculos, exitosamente sorteado por la lucha
popular. Todo tiene su historia. En el mismo edificio del CeSAC se encontraba
la Clínica del Buen Samaritano de la Asociación Mutual Evangélica, que quebró
en 1998. Posteriormente los trabajadores se hicieron cargo del lugar y
conformaron una cooperativa. Gracias a la movilización de los trabajadores y
los vecinos, en noviembre de 2003 la Legislatura porteña autorizó la
expropiación del inmueble –a través de la Ley 1.220– para instalar
allí un centro de salud. Al año siguiente se aprobó la partida presupuestaria
para adquirir el edificio. De esta manera, en mayo de 2006 se inauguró el CeSAC
N° 38, funcionando sólo en planta baja, con un consultorio y un salón
principal, mientras los tres pisos superiores estaban vacíos y abandonados. Luego
esos pisos fueron destinados a oficinas administrativas y no a asistencia. En
medio de rumores que indicaban que el centro se cerraría, a fines de 2009 el
Ministerio de Salud de la Ciudad le transfirió los tres pisos mencionados al
Ministerio Público Fiscal para instalar una Fiscalía Contravencional. Ante este
hecho, el vecino Leonardo Chazanowski,
en representación de la Comisión de
Vecinos por la Salud Gratuita, presentó un amparo, que le fue concedido por
el juez Fernando Lima. En consecuencia, todo el predio volvió a utilizarse como
efector de salud, pero los pisos superiores hasta
el día de hoy siguen ocupados por oficinas. Los vecinos desearían que allí se
instalara un Centro Comunitario de Salud Mental abierto a todo el barrio.
Dialogamos con el propio Chazanowski,
quien, además de la citada comisión, integra la Comisión de Salud del Centro Consultivo Comunal 5. Nos brindó su
visión acerca de la situación del CeSAC y planteó las demandas más urgentes de
los vecinos en relación al mismo: “La política de salud es gerencial, no
social. No piensan en la gente sino en los números. Siempre apuntan al
maquillaje, a que se vea lindo más allá de lo real. Esta gestión, en vez de
sumar recursos, cierra programas. A pesar de eso, en general, el centro está
funcionando bien pero tenemos reclamos que hacer. Por ejemplo, la vacuna
antigripal ya se debería estar dando y no se está dando porque todavía no la
mandaron. En cuanto a los demás insumos, más o menos hay porque eso lo
gestionamos nosotros. Como saben que nosotros, desde la comunidad, presionamos,
antes que haya un conflicto prefieren garantizarlos. Estamos pidiendo más
médicos porque a la tarde no hay ninguno. El centro funciona a la tarde pero en
forma mínima, con uno o dos consultorios. También estamos pidiendo médico
nutricionista. Teníamos Rayos X, se descompuso la máquina y no la arreglaron.
Como el centro está cerca del hospital, nos dicen ‘vayan al hospital’ pero el
recurso de la atención primaria es para descomprimir el hospital, no para
congestionarlo. La idea del macrismo no es la misma que tenemos los vecinos
para cubrir nuestras necesidades”.
Por otra parte, ambas comisiones
barriales están pidiendo la creación de un centro de salud en Boedo. El año
pasado recolectaron miles de firmas de vecinos y presentaron el proyecto en la
Legislatura pero no fue tratado, por lo cual van a volver a hacerlo en 2018.
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