miércoles, 2 de enero de 2019

EL CRUCE DE LOS ANDES


17 de enero de 1817: San Martín inicia la epopeya del Cruce de los Andes





Una gesta decisiva por nuestra independencia

“Orden General del 18 de julio de 1819. Compañeros del Ejército de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer como podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje”.
José de San Martín

La gesta del Cruce de los Andes iniciada el 17 de enero de 1817, no fue una más en la larga lucha por nuestra independencia, sino que fue la gesta decisiva para la independencia, ya que posiblemente sin ella la historia hubiera sido otra muy distinta a la que resultó, porque en Buenos Aires se agudizaban las desinteligencias políticas, y se privó a San Martin del apoyo y de los fondos necesarios para continuar la guerra emancipadora.
Bloqueado el camino hacia el Alto Perú, solo quedó en el norte Martín Miguel de Güemes (1785- 1921), que con sus guerrilleros inició una guerra de guerrillas asestando duros golpes a los realistas en Salta, Jujuy, Tarija y Potosí, taponando así el avance de los españoles hacia el sur, mientras San Martín había decidido intentarlo por el Pacífico, en combinación con Simón Bolívar.

 
OLEO DE PEDRO N. MAGGI 1958


ANTECEDENTES

Tras los grandes triunfos patrióticos de Tucumán (24/9/1812) y Salta (20/2/1813) se producen los reveces del Ejército del Norte en Vilcapugio (1/10/1813), Ayohuma (14/11/1813) y Sipe-Sipe (29/11/1815), quedando vedado el avance y la pérdida temporal de las provincias del Alto Perú.
Güemes elegido gobernador de Salta en 1815, realizó una reorganización defensiva del territorio. Declaró a toda la población en Asamblea y adoptó como tipo de organización militar las partidas guerrilleras: cada veinte o treinta vecinos constituían una partida a cargo de un oficial, que dirigía los ejercicios militares. Sus unidades más efectivas eran las de caballería, compuestas por auténticos gauchos. Eran grupos de guerrillas armados que se movían continuamente a caballo, sin apearse apenas, y que resultaron formidables para romper y destrozar las fuerzas realistas, con contundente eficacia. Los gauchos salteños lograron evitar varias veces que las tropas realistas avanzaran desde el Alto Perú hacia la región rioplatense.
La Asamblea del Año XIII presidida por Carlos María de Alvear, no fue capaz de declarar la Independencia y además rechazó a los diputados del litoral conducidos por Artigas; porque temía que la incorporación de los artiguistas produjera una virtual alianza entre el caudillo oriental y San Martín para apurar una Declaración de Independencia, que el grupo alvearista, en consonancia con los intereses de Gran Bretaña ahora aliada de España pretendía retrasar lo más posible.
En la Independencia declarada en el año 1816 faltaron provincias importantes como las del litoral: Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Santa Fe y la Banda Oriental.
San Martín venía reclamando desde mucho antes este acto, como lo reafirmó en la carta que envió al diputado Tomás Godoy Cruz en abril de ese año. En ella le decía: "Hasta cuándo esperamos declarar nuestra Independencia. No le parece a Ud. una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener pabellón y cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos. Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes. Esté Ud. seguro que nadie nos auxiliará en esta situación".
Por su parte, José Gervasio Artigas (1764-1850), el caudillo oriental, el 29 de junio de 1815 reunió en Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay, en la provincia de Entre Ríos, el Congreso de los Pueblos Libres llamado también Congreso de Oriente. Fue convocado para tratar la organización política de los miembros de la Liga Federal, el comercio interprovincial y con el extranjero, el papel de las comunidades indígenas en la economía de la confederación, la política agraria y la posibilidad de extender la confederación al resto de las provincias. También se las invitaba a sumarse al sistema federal que proponían.
Para el historiador Pacho O’Donnell, quien escribió la biografía Artigas, la versión popular de la Revolución de Mayo, la primera Declaración de la Independencia de nuestra patria, se produjo en el citado “Congreso de los Pueblos Libres”. O’ Donnell considera que esto no va en desmedro de la significación y trascendencia del 9 de Julio de 1816, ya que estos acontecimientos, históricamente, lejos de enfrentarse se completan.


MONUMENTO A LA BATALLA DE CHACABUCO EN CHILE


LAS TÁCTICAS DEL CRUCE DE LOS ANDES COMO ACTO TRASCENDENTAL

La Guerra de Zapa 
Se llamó en términos militares a las tácticas para desorientar al enemigo con informaciones falsas y estrategias de espionaje. San Martín utilizó métodos de espionaje y engaño del enemigo llamados “Guerra de Zapa” durante sus campañas. El cruce de la cordillera se iba a hacer por los pasos de Los Patos y Uspallata, pero para ello se necesitaban los planos. Se decidió enviar a Chile al mayor José Antonio Álvarez Condarco que dibujaba muy bien y tenía una memoria notable por el Paso de los Patos, que se suponía, era el más largo, con una copia de la declaración de Independencia de las Provincias Unidas para el gobernador español de Santiago, Marcó del Pont. El jefe realista, furioso, hizo quemar el acta y mandó a Condarco de vuelta por el camino más corto posible, que resultó ser el Paso de Uspallata. El espía de San Martín regresó sano y salvo y pudo diseñar los mapas para el ejército libertador.

Las cifras del cruce de los Andes 
A fines de 1816, el jefe militar estaba “listo para la de vámonos”, como él mismo lo dijo. Según Busaniche, el Ejército de los Andes tenía 5
.200 hombres, 10.000 mulas de silla y carga, 1.600 caballos de pelea para maniobrar en el llano, 600 reses en pie para ser faenadas en el camino, 900 tiros de fusil y carabina, 2.000 de cañón a bala, 2.000 de metralla y 600 granadas. Además, contaba con todos los aprovisionamientos más necesarios para la campaña, conseguidos fundamentalmente en una tarea personal, dado el escaso o casi nulo apoyo de Buenos Aires.

El médico de la expedición y la salud de San Martín
James Paroissien, el médico que había actuado en 1812 en el Alto Perú, fue el Cirujano Mayor del Ejército de los Andes. En varias ocasiones tuvo que atender al libertador afectado por alguna de sus diversas enfermedades, ya que la salud de San Martín era bastante precaria. Padecía de problemas pulmonares producto de una herida producida en una batalla en España en 1801, reuma y úlcera estomacal. A pesar de sus “achaques” siempre estaba dispuesto para la lucha y así se lo hizo saber a sus compañeros: “Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del ejército de los Andes; y como compañero me tomo la libertad de recordarles que de la íntima unión de nuestros sentimientos pende la libertad de la América del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estaré dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situación en que me halle, a mi patria y a mis compañeros”.
Las chiquilladas allá por los años 1950, declamaban la muletilla: “San Martín cruzó Los Andes en un burro muerto de hambre”, y no estaba tan errada aquella grosera humorada ya que seguramente nunca existió “el caballo blanco” de las láminas escolares.



Las diferentes columnas 
Dos divisiones, una al mando del general Miguel Estanislao Soler y otra al mando del general chileno Bernardo de O´Higgins cruzarían por el Paso de los Patos. Otra, al mando de Las Heras, debía marchar por el camino de Uspallata con la artillería. Otra división ligera, que cruzaría desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada con el objetivo de apoderarse de la ciudad chilena de Coquimbo, iba al mando de Juan Manuel Cabot. Otro destacamento ligero debía cruzar desde La Rioja y ocupar Copaipó cruzando la cordillera por el paso de Vinchina. Por el Sur, el capitán Freyre penetraría por el Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas lideradas por Manuel Rodríguez
.

La comida de los soldados del Ejército de los Andes 
La comida era un problema y San Martín encontró la solución en una comida popular típica de Cuyo el “charquicán”, un alimento basado en carne secada al sol, tostada y molida, condimentada con grasa y ají picante. Prensado era fácil de transportar y se preparaba agregándole agua caliente y harina de maíz, y el agua ante la falta de cantimploras era almacenada en cuernos de vaca.
 
LEYENDA EN EL MONUMENTO

La relación de los indios con San Martín 
San Martín pensaba que los auténticos dueños del país eran los habitantes originarios de América y se refería a ellos como “nuestros paisanos los indios”. Esto se expresaba, por ejemplo, en el nombre dado a su organización política: La Logia Lautaro, que tomaba su nombre de un guerrero araucano que encabezó la rebelión contra los españoles. Antes de cruzar los Andes se reunió con caciques pehuenches al pie de la cordillera y les solicitó permiso porque “ustedes son los verdaderos dueños de este país”.

Las primeras victorias de San Martín tras cruzar la cordillera 
Del otro lado de los Andes las tropas patriotas logran su primera victoria el 12 de febrero de 1817 en la cuesta de Chacabuco.
Esta victoria permitió la ocupación de la capital chilena. El 18 de febrero de 1818 se convocó en Santiago de Chile a un Cabildo Abierto que designó a San Martín Director Supremo, quién rechazó el ofrecimiento y propuso al patriota chileno Bernardo de O’Higgins para el cargo. Tras derrotar definitivamente a los realistas en Maipú el 5 de abril de 1818, se consolidó definitivamente la independencia de Chile. Varios días después, cuando llegó la noticia del triunfo, en Buenos Aires se organizaron bailes y festejos y la gente iba de casa en casa felicitándose y abrazándose.

Las armas del Ejército de los Andes 
San Martín sabía que no podía esperar que el gobierno central le mandara aprovisionamiento, necesitaba armas y decidió montar una fábrica en el campamento del Plumerillo cerca de la ciudad de Mendoza, al frente de la cual estaba el sacerdote Fray Luis Beltrán, que fabricó fusiles, bayonetas, cañones y municiones con la ayuda de los habitantes de Cuyo.

El clima de la cordillera 
La expedición debió soportar grandes cambios de clima. La sensación térmica se agudiza con la altura. De día el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de más de 30 grados y durante la noche el viento helado, con mínimas de 10 grados bajo cero, puede llevar al congelamiento. La altura promedio es de 3.000 metros, lo que provocó en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga e irritación pulmonar. Cruzó los Andes en burro y en mula porque los caballos no resisten las condiciones de la cordillera. Según parece San Martín nunca usó un caballo blanco, ni siquiera en el combate de San Lorenzo, como lo explicaba “la historia oficial” hasta casi fines del siglo XX.

La “genial desobediencia” 
En Buenos Aires, el director supremo Juan Martín de Pueyrredón, para combatir al caudillo José Gervasio Artigas, favoreció la invasión portuguesa de la Banda Oriental y le pidió a San Martín que se hiciera cargo con su Ejército de la represión de los orientales. San Martín se negó diciéndole que “el general San Martín jamás desenvainará su espada para derramar sangre de hermanos” y se dispuso a continuar con sus campañas libertadoras.

El “Acta de Rancagua” 
A principios de 1820 tras la batalla de Cepeda, desaparece el poder central representado por el
Directorio. San Martín era el General en Jefe de un ejército de un estado que ya no existía. El 2 de abril de 1820, los oficiales del Ejército de los Andes firmaron en Rancagua una declaración en la que decían que la autoridad de San Martín no caducaba porque “su origen, que es la salud del pueblo, es inmutable”. Gracias a este apoyo San Martín se sintió con el suficiente poder para emprender la campaña del Perú.


EL CRUCE DE LOS ANDES

San Martín ya en 1814 había decidido cruzar los Andes, porque entendía que no era posible declarar la independencia en Argentina si la libertad no se convertía en un objetivo continental. Mientras los realistas tuvieran asentamientos militares en América latina, la amenaza seguiría vigente.
San Martín llegó a Mendoza el 7 de septiembre de 1814; llegaba a Cuyo ya con la idea de organizar un disciplinado ejército, tarea a la que se abocó durante los años 1815 y 1816. En tierras mendocinas armó el Ejército de los Andes que fue una de las dos grandes formaciones militares que las Provincias Unidas del Río de la Plata desplegaron en la Guerra de Independencia Hispanoamericana.
En los primeros días del mes de enero San Martín se reunió con los jefes y les informó su plan de acción: el grueso del ejército iría por el camino más corto, y contingentes pequeños irían por otros pasos, dos por el norte y dos por el sur. El objetivo fue el de despistar y distraer la atención del enemigo.
La columna más importante en número de soldados marchó por el paso Los Patos y partió el 17 de enero del campamento El Plumerillo. Estaba dirigido por el general Estanislao Soler.
La travesía, según lo planificado por San Martín, debía realizarse en veinte días y en un frente de 800 kilómetros.
La caballería tuvo que montar en mulas para mantener a los caballos reposados para enfrentarse a los españoles.
El cruce de la cordillera fue de una terrible dureza tanto para los animales como para la tropa. A Chile llegó menos de la mitad de las mulas y apenas unos cuatrocientos caballos en muy mal estado. El frío de la montaña y las dificultades del camino provocaron la muerte de numerosos soldados.
"Si el vencer el camino ha sido un triunfo, no lo es menos el haber comenzado a vencer al enemigo"... escribió San Martín el día 8 de febrero de 1817.

Miguel Eugenio Germino

Fuentes:
-http://senderoslatinoamericanos.blogspot.com/2012/08/jose-de-san-martin-y-su-gran-epopeya-el.html
-http://www.lagazeta.com.ar/sipesipe.htm
-https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guemes_martin.htm
-https://www.elhistoriador.com.ar/jose-gervasio-artigas/







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