sábado, 29 de junio de 2019

SAN LORENZO DE ALMAGRO


San Lorenzo de Almagro: sus orígenes
El 1º de abril de 1908 nacían “Los Forzosos de Almagro”


Hacia enero del año 1907 una barra de pibes liderados por Federico Monti y Antonio Scaramusso muchos de ellos hijos de anarquistas y socialistas hacían de la calle el territorio de sus andanzas: practicaban un nuevo deporte denominado fútbol en la intersección de las calles México y Treinta y Tres, en el extremo suroeste del barrio. Eran los inicios de “Los Forzosos de Almagro” como se autodenominaban con un lema que decía “Hay que romperse todo para vencernos”.

Aula del oratorio San Antonio en la que se realizó la Asamblea Constitutiva del Club (1908)

Aquel deporte arribaba a estas playas desde Inglaterra, donde comenzó en el año 1863, cuando se separaron los caminos del rugby y del football, fundándose la asociación más antigua del mundo: la "Football Association" (Asociación de Fútbol de Inglaterra), aunque su pre-historia se remonta a la China de la dinastía de Han, en los siglos II y III a. C. donde se lo conocía como "Ts'uhKúh", y consistía en una bola de cuero rellena con plumas y pelos, lanzada con el pie a una pequeña red.
La llegada al barrio del Padre salesiano Lorenzo Bartolomé Martín Massa, un sacerdote con una mirada netamente progresista, fue determinante a la hora de la fundación del club y de sacar a los pibes de los peligros de la calle. Abrió las puertas del Oratorio San Antonio, de la calle México 4050, levantado en parte de los antiguos terrenos de la Quinta de la familia Alem (Independencia, Treinta y Tres, Venezuela y Yapeyú), para que en él practicaran fútbol en un lugar seguro.



La esquina de México y 33 Orientales era el punto de reunión preferido por estos fanáticos futboleros que daban rienda suelta a su pasión. Estos pibes, luego de conseguir unas camisetas color borravino con puños y cuello blanco, se lanzaron a desafiar a equipos de otros barrios y de otras cuadras. Después de jugar varios partidos comenzaron a gestar la idea de tener su propia cancha. Tarea que al principio parecía realmente imposible por la absoluta falta de medios económicos. Sin embargo un hecho casi trágico aceleró la decisión.
Poco era el tránsito vehicular por aquella zona y en aquellos años, sin embargo, un día mientras los chicos jugaban en la calle y el Padre Lorenzo los observaba desde el oratorio, Juancito Abondanza en la pasión del partido fue a parar contra un tranvía de la línea 27. El Padre los encaró y les planteó el peligro de jugar en la calle, ofreciéndoles los terrenos que tenía dentro de la iglesia y les fabricaría los arcos para que jugaran allí, siempre y cuando ellos cumplieran con una condición: debían estudiar el catecismo e ir a misa los domingos.  



El equipo creció y se hizo fuerte, ganaba siempre, fue entonces cuando el Padre Lorenzo les hizo saber que guardaba en un armario de la capilla un juego de camisetas flamantes, de color azul y rojo a bastones verticales y se las obsequió. De esta manera, adoptaron definitivamente la divisa, color y forma que jamás cambiarían: la azulgrana. 
Así fue que llegó el histórico lunes 1º de abril de 1908, los muchachos se reunieron en el aula del Oratorio de San Antonio, y Luis Manara nervioso y tembloroso, con voz emocionada y valiente leía: "Buenos Aires, 1º de abril de 1908, reunidos en asamblea los integrantes del Club Los Forzosos de Almagro...". El Padre Massa se paró y le preguntó interrumpiéndolo: "¿Qué es eso de Forzosos?". Antonio Scaramusso tomó la palabra y le explicó al cura: "Padre, quiere decir que estamos dispuestos a ganar siempre, que queremos demostrar a todos los clubes del barrio que no admitimos rivales en el fútbol". El cura replicó que le parecía que no era un nombre meritorio para un club deportivo y les propuso que eligieran otro. Se ve acá el papel determinante del sacerdote en el naciente Club. 


El debate fue interminable y surgieron todo tipo de propuestas. Federico Monti plantea, fiel a sus convicciones, que no le agradaba cambiar de nombre, pero que si surgía otro nuevo igualmente debería ser "de Almagro" porque ése era el barrio donde habían nacido y, si no se respetaba ese origen, él se retiraba de la reunión. Luis Gianella sugirió llamarlo entonces "Lorenzo Massa" en honor a todo lo que el Padre había hecho por ellos, sin embargo y pese a las reticencias del sacerdote, se votó por aclamación la denominación: "San Lorenzo de Almagro", así quedaban zanjadas las dos aspiraciones, el barrio y el homenaje a quien los ayudó y alentó en sus intentos.
El primer estadio del club fue en los terrenos del Oratorio San Antonio y luego disputó sus partidos de 1ª división en el estadio de Ferro Carril Oeste. Después del Padre Lorenzo Bartolomé Massa otros personajes tuvieron mucho que ver con la historia del Club, entre ellos Pedro Bidegain, un militante yrigoyenista y dirigente del club que fue muy importante para que San Lorenzo pudiera contar con su estadio en avenida La Plata al 1700.




En el año 1916 el Club comenzó a construir su estadio en terrenos de una chacra alquilada que pertenecía al colegio María Auxiliadora de la familia Onetto. El predio ocupaba parcialmente la manzana compuesta por las actuales Av. La Plata y las calles Inclán, José Mármol y Las Casas, se denominó “El Gasómetro”, debido al parecido que tenía su estructura exterior con los gigantescos depósitos de gas licuado (gasómetros) que funcionaban por aquella época.
Paulatinamente se fueron ampliando las instalaciones, a pesar de que el contrato de locación pactado era a once años y se vencía en 1927. La dueña no tenía la intención de renovar y tanto los dirigentes como los socios no tenían interés en irse. Además del deseo de compra de los terrenos.
Tampoco aquella compra se correspondía con la realidad del ajustado patrimonio del club. En enero de 1928 es reelegido Pedro Bidegain como vicepresidente de la institución, cargo al que renunció por discrepancias internas, aunque continuó trabajando para concretar la compra de los terrenos. Habiéndose logrado la personería jurídica el 1º de julio de 1927, con su típico empuje, lidera la compra de la propiedad.
El 29 de enero de 1928 se aprueba la construcción del nuevo estadio y la ampliación del complejo deportivo. Fue el propio Bidegain quien se encargó de convencer a la apoderada de la dueña de las tierras la monja María Constancia Oneto de que era muy conveniente venderle la propiedad al Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Su carácter persuasivo y sus cordiales relaciones con la comunidad católica y especialmente con la congregación salesiana a la que pertenecía el padre Lorenzo Massa, fueron importantes para favorecer la venta. El boleto de compraventa se firmó finalmente el 6 de junio de 1928 por 186.256 pesos equivalentes a 7.760 metros cuadrados de superficie.
San Lorenzo contaba con 106.000 pesos en efectivo, debiendo suscribir un empréstito por 250.000 pesos, más 30.000 pesos que le prestó la Asociación Amateur de Fútbol. Con este dinero se pudo destinar una parte a la compra de los terrenos y el resto a la construcción de tribunas faltantes, alambrados y paredes externas. Esta intervención del caudillo barrial le valió a San Lorenzo el reconocimiento como un “Ateneo del radicalismo yrigoyenista” por parte de los socialistas de esa época.
Frente a las plateas altas, se montaba para los carnavales el escenario donde actuaban las famosas orquestas de tango y jazz y otras atracciones en los populosos bailes.
San Lorenzo vivió su época de oro en Av. La Plata. En el viejo Gasómetro se vivieron grandes hazañas futbolísticas, surgió el asombroso Isidro Lángara, el trío compuesto por Farro, Pontoni y Martino, Los Carasucias y otras queridas figuras sanlorencistas.
Años más tarde vendrían tiempos difíciles para el equipo. La Municipalidad de Buenos Aires, a cargo del brigadier Osvaldo Cacciatore (intendente porteño durante la dictadura militar), alegando que se tenía que hacer una reordenación urbana (apertura de las calles Muñiz y Salcedo, construcción de viviendas y una escuela), dictaría allá, por el año 1979, una ley con tal fin. Esta ley que sería un eslabón más en la marcha hacia la apropiación de esos terrenos por parte del Estado prohibía expresamente la construcción de supermercados, cosa que finalmente sucedería.
Es así que el Viejo Gasómetro, un estadio con muchas historias no sólo estrictamente futbolísticas, cerró sus puertas el 2 de diciembre de 1979, luego de un aburrido empate en 0 con Boca.
Una sociedad fantasma, constituida pocos días antes de la venta, pagaría al club unos escasos 900.000 dólares. Con el pasar de los años nada se hizo, no se realizó tal reordenación, ni se construyeron las viviendas ni la escuela prometida. Hacia 1983 una ordenanza anulaba la prohibición de establecer supermercados en el lugar, por lo que esos terrenos se vendieron a Carrefour por ocho millones de dólares, un negoción en perjuicio de San Lorenzo.
San Lorenzo se encontraba sin hogar, pasaba por sus peores momentos futbolísticos y vivió un descenso que quedó para la historia. El pueblo azulgrana fue el que hizo renacer de las cenizas al club, batiendo récords de entradas y dejando también el mejor paso de un equipo por el descenso. Esos hinchas vivieron un intenso peregrinaje por canchas alquiladas hasta que el 16 de diciembre de 1993 y tras 14 años, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro inauguró el estadio Pedro Bidegain en los bajos de Flores, más conocido como "Nuevo Gasómetro", estadio que albergó nuevos títulos (Clausura 1995, 2001 y 2007,  y la Supercopa 2015, que se sumaban a la vitrina de la institución (era amateur: 1923, 1924 y 1927; era profesional: 1933, 1946, 1959; Copa de la República 1943, metropolitano 1968 y 1972; nacional 1972 y 1974).
Tras la clausura del primitivo Gasómetro, muchos fueron los intentos de parte de los aficionados de San Lorenzo de Almagro por recuperar los históricos terrenos de Av. La Plata. Tal es así, que la ilusión de poder retornar al barrio donde el club nació y se forjó deportivamente, siguió firme aún después de inaugurado el Nuevo Gasómetro. Para ese fin, los simpatizantes iniciaron una serie de proyectos impulsando la reparación histórica de una injusticia.
Para lograr este objetivo, en el año 2008 fue impulsado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un Proyecto de Ley de Restitución Histórica de los terrenos de avenida La Plata, comenzando con la restitución al club de una propiedad lindante, ubicada en Salcedo 4220. Este proyecto, elaborado por Juan Carlos Témez y Marcelo Vázquez, fue presentado por el legislador Miguel Talento y recibió su sanción por unanimidad.
A su vez, simpatizantes y socios de San Lorenzo continuaron ejecutando adquisiciones de bienes y restituyendo propiedades que pertenecieran al patrimonio del club, como ser la vieja plaza Lorenzo Massa, ubicada en las cercanías.
Asimismo, la Subcomisión del Hincha comenzó a impulsar en el año 2010 la llegada a la Legislatura Nacional de la Ley de Restitución Histórica, proyecto que fue tomado primeramente por legisladores del bloque de Proyecto Sur y cuyo tratamiento dio inicio el 12 de abril de 2011, ordenando la declaración de utilidad y sujeto a expropiación pública del terreno del actual hipermercado Carrefour para su restitución al Club San Lorenzo.
Durante los años posteriores, los pedidos de tratamiento de esta Ley fueron acompañados de sucesivas y masivas convocatorias de parte de los simpatizantes de San Lorenzo, como la que tuvo lugar el 8 de marzo de 2012, cuando se reunieron 110.000 hinchas en la Plaza de Mayo.
El proyecto insta a Carrefour a negociar un acuerdo con el club en el lapso de seis meses, y de no hacerlo establece que el predio será expropiado, corriendo los gastos a cuenta de San Lorenzo. Con este propósito, la Subcomisión organizó un sistema con el cual los simpatizantes y quienes apoyen la causa pueden preinscribirse para comprometerse a donar dinero para la recompra de los terrenos en la forma de metros cuadrados simbólicos.
El 4 de abril de 2014, el club firma un convenio con Carrefour para la devolución del predio, dejando estipulado que la sucursal del supermercado pasaría a una esquina del mismo, estimándose la finalización de la construcción del nuevo estadio para 2018.
Finalmente, y tras distintas maniobras dilatorias, la empresa supermercadista francesa aceptó la propuesta formulada en su momento por la entidad azulgrana y así, por medio de la denominada Ley de Restauración Histórica votada en 2012, podrá volver a construir su estadio en Boedo, su barrio de origen.
No obstante el viejo “fana” sanlorencista no deja de entonar el slogan “¡¡¡Vamos a volver, vamos a volver!!!”
Al momento actual, desde la asunción del macrismo, el proyecto se encuentra un tanto cajoneado a la espera de tiempos más propicios, además por los altos costos de los materiales de construcción.
Matías Lammens presidente del club ahondó en la presentación del proyecto de reurbanización del barrio, el cual permitiría a San Lorenzo volver a ubicar el estadio donde estuvo hasta 1979: "Hemos contratado un estudio muy prestigioso de urbanistas que está trabajando en la reurbanización del tejido de la zona sur. Nuestro objetivo final es tener el estadio en avenida La Plata", culminó Lammens, quien en su última campaña prometió la vuelta a casa.
Sin embargo el futuro será motivo de otras notas y es de esperar en tiempos mejores.

Miguel Eugenio Germino

Fuentes:
-http://canchallena.lanacion.com.ar/1678234-por-que-san-lorenzo-perdio-el-predio-de-boedo
-http://pasado.eldia.com/edis/20110413/la-historia-del-viejo-gasometro-20110413175907.htm
-http://www.desanlorenzo.com/el-club/52/historia
-http://www.revistaanfibia.com/cronica/el-regreso-a-la-tierra-prometida/
-http://www.taringa.net/post/deportes/10102409/SL-Asi-nos-sacaron-el-Gasometro.html





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