domingo, 1 de marzo de 2020

EL CHOCONAZO


Entre el 23 de febrero y el 14 de marzo de 1970 se produce “El Choconazo”

Vista aérea del Complejo Hidroeléctrico de El Chocón-Cerros Colorados


La ocupación obrera de la central hidroeléctrica del Chocón-Cerros Colorados

“Las clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan héroes y mártires”
Rodolfo Walsh

En plena dictadura militar, se produce esta heroica gesta obrera (1º y 2º paro) y la toma de la empresa de casi un mes de duración, que significó el principio del fin de esta larga dictadura dividida en tres etapas, ya debilitada tras el Cordobazo y el Rosariazo.
 Todo comienza cuando los trabajadores de Imperelio-Solazo, exigen seguridad laboral ya habían muerto 8 obreros por desprendimiento de rocas y un aumento del 40% de sus precarizados salarios.
 Decidieron elegir tres delegados para que los representen ante la patronal. Lo destacable del conflicto fue la auto-organización de los trabajadores en asambleas masivas, de las que emerge como dirigente principal el delegado Antonio Alac.

Delegados y líderes de El Choconazo

Ubicación histórica

La ocupación obrera de El Chocón-Cerros Colorados se produce en plena “Revolución Argentina”, nombre con el que se autodenominó la dictadura cívico-militar que derrocó al presidente constitucional Arturo Illia mediante un golpe de Estado el 28 de junio de 1966, otro de los varios “golpes de Estado” inaugurados el 6 de septiembre de 1930. En este caso no se presentó de modo provisional, como en golpes anteriores, sino que pretendió establecerse como un nuevo sistema dictatorial de tipo permanente luego asociado al concepto de Estado burocrático autoritario (EBA).
La alta conflictividad política y social generada por esta dictadura incluyó una famosa fuga de cerebrospuebladas insurreccionales, la aparición de organizaciones guerrilleras y luchas internas que produjeron dos golpes palaciegos por los que se sucedieron en el poder tres dictadores militares: Juan Carlos Onganía (1966-1970), Roberto Marcelo Levingston (1970-1971) y Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973).
Con los partidos políticos disueltos y acosada por la acción de las organizaciones guerrilleras y una insurrección popular creciente y generalizada, con varias puebladas entre las que se destacaron el Cordobazo y el Rosariazo, la dictadura organizó en 1973 una salida electoral con participación del peronismo (aunque impidiendo la candidatura de Juan Domingo Perón) en la que triunfó el candidato peronista Héctor J. Cámpora con el 49,53 % de los votos, quien después renunció para permitir nuevas elecciones libres en las que triunfó Perón con el 62 %.

Ubicación geográfica

La Villa El Chocón en la provincia de Neuquén, a 83 kilómetros de la ciudad capital es también conocida como El Valle de los Dinosaurios. En lengua mapuche “Chocón” significa "hombre aterido de frío o empapado de agua". A 2 kilómetros de allí se encuentra una de las represas hidroeléctricas más importantes del país a la que se accede por la Ruta Nacional Nº 22, sobre el río Limay, forma parte de un complejo hidroeléctrico que cuenta con una capacidad instalada de 1.328 MW, y que comprende también la central del Embalse de Arroyito

Armando olivares  a 50 años de El Choconazo

El origen del conflicto

La construcción del Complejo Hidroeléctrico Chocón-Cerro Colorados fue anunciada como la “Obra del Siglo”. Llegaron obreros de todo el país y de los países limítrofes, quienes trabajaban 12 horas por día, con sueldos miserables.
En una entrevista realizada a uno de los dirigentes del Choconazo, Antonio Alac, ante la pregunta: ¿cómo se trabajaba en el Chocón?, respondió: “Las condiciones de trabajo eran pésimas y las de vivienda peor. En ese momento no nos pagaban el 40% del plus salarial por zona alejada, por zona inhóspita. Vos tenías la obligación de trabajar 12 horas por día. La gente vivía en galpones que se estaban construyendo para vivienda. Y había galpones ya construidos donde vivían 80 o 100 personas. Una cama al lado de la otra, sin tener donde lavarse o bañarse. Los baños estaban haciéndose. No te olvides que nosotros trabajábamos con temperaturas de hasta 15 o 20 grados bajo cero. No podías tomar vino. Las mujeres no podían venir a visitarte. ¡Una cantidad de prohibiciones que parecían de un campo de concentración!”.
En agosto de 1969, producto de los continuos accidentes de trabajo que produjeron varios muertos, se realizó un reclamo, pero recién a fines de noviembre el secretario general de la UOCRA de Neuquén, Adolfo Schvindt, prometió soluciones. Doce días después, los trabajadores se autoconvocaron en una asamblea donde eligieron como delegados al camionero Antonio Alac, al dinamitero Edgardo Adán Torres y al electricista Armando Olivares; en franca rebelión contra Rogelio Coria, burócrata secretario general de la UOCRA, sindicato que dejó librados a su suerte a los trabajadores.
 La lucha será contra las pésimas condiciones de trabajo en el complejo, y por un aumento salarial; bastaba tocar la sirena y llamar a asambleas a las que se volcaban, unánimes, los trabajadores. Posteriormente, el 13 de diciembre, insistieron ante la empresa con un petitorio que incluía: 40% de aumento salarial; medidas de seguridad para evitar o enfrentar derrumbes; medidas de seguridad durante las voladuras; liquidaciones de sueldos quincenales con recibos legibles; adicionales por trabajos en que arriesgaran la vida; autorización para hacer asambleas de trabajadores, reconocimiento del sábado inglés. Asimismo, denunciaron maltratos de obreros por parte de capataces; negligencia en el tratamiento de accidentados y venta de herramientas a los obreros por parte de las empresas que los contrataban.
La empresa Impreglio-Sollazo contestó desconociendo y despidiendo a los delegados, pidiendo su detención, lo que se intentó de inmediato, pero la reacción de los trabajadores lo impidió. Se declaró la huelga hasta el reconocimiento de la comisión interna.
Luego fueron arrestados por la Policía Federal Olivares, Torres y el cura Pascual Rodríguez, y se intentó detener a Alac, pero los obreros se opusieron. El clima en la zona era hostil hacia la empresa y las fuerzas policiales. El 20 de diciembre volvieron a ser elegidos como delegados Alac, Torres y Olivares. La burocracia del gremio encabezado por Coria (colaborador de la dictadura) en lugar de brindar apoyo, decidió expulsarlos.


       Antonio Alac, líder gremial de El Choconazo 

La lucha

Las protestas se reanudaron en enero, y tras una asamblea realizada el 23 de febrero de 1970 se decidió un paro, pidiéndose la restitución de los delegados y los reclamos iniciales.
A la huelga se adiciona la ocupación obrera de la central hidroeléctrica, situación que se prolongó hasta el 14 de marzo.
Participaron entre 3.000 y 4.000 obreros de la gran industria, de los cuales la mayoría pertenecían a la compañía constructora del Chocón y los restantes a las empresas constructoras de viviendas, hospitales y la villa permanente en la que vivían los trabajadores.
La huelga fue declarada ilegal. La situación empeoró cuando las fuerzas policiales y de gendarmería realizaron un cerco represivo. Los obreros levantaron barricadas, se organizaron con guardias obreras, disciplina interna, participando las familias de los trabajadores. La preocupación de las fuerzas de seguridad fue que los explosivos que se utilizaban en los trabajos cotidianos quedaron en poder de los trabajadores.
Dos caravanas desde la ciudad de Neuquén llevaron víveres a los trabajadores. A pesar de estar bajo una dictadura que prohibía cualquier manifestación política, hubo un acto de 2.000 personas que manifestaron por las calles en su defensa.
Hubo mediaciones del gobernador y del obispo Jaime de Nevares, quién prestó apoyo a la lucha desde los comienzos. A principios de marzo, se insistió con el petitorio de cinco puntos, en el que reiteraba el pedido de aumento y que se les permitiera elegir delegados. A pesar de que el gobernador Sapag declaró que los puntos eran “bastante prudentes”, la Secretaría de Trabajo los rechazó de plano.

      Pascual rodríguez, cura obrero y delegado 
                       de los trabajadores

Autodefensa obrera

 Consultado sobre cómo organizaban la seguridad de la huelga, Antonio Alac comentó en aquel momento: “Nosotros teníamos piquetes y guardias obreras que recorrían todo permanentemente. El perímetro tenía unos 700 u 800 metros. Estábamos cercados. Había patrullas de la policía, de la brigada de choque contra las manifestaciones, etc. Teníamos que cuidar cada parte del perímetro. Las guardias nuestras tenían rifle, revólveres, pistolas, bombas molotov, etc. Una de las cosas más serias que nosotros manejábamos era la cuestión de los explosivos. Había gente con mucha experiencia. Porque esa obra también se caracterizó por contar con trabajadores de distintas nacionalidades. Había brigadas de trabajadores chilenos, en carpintería, que habían sido contratados poco antes de la huelga. La gente de Chile venía ya organizada con delegados. Eran como 200. Cuando llegaron, los entrevistamos. Nosotros no les pedíamos que actuaran pero que no trabajaran. Así lo hicieron. Después teníamos gente muy interesante, muy definida alrededor de las luchas, de origen uruguayo. También participaron trabajadores bolivianos y paraguayos. Los hermanos bolivianos era gente con una gran experiencia en el tema de explosivos, por ejemplo en la mina Siglo XX. Eran quienes estaban responsabilizados en algunos preparativos”.

Ocupación por la Gendarmería

 La empresa hidroeléctrica fue finalmente retomada por las fuerzas de represión, encabezadas por la Gendarmería, el 14 de marzo, cuando tomó la Villa Chica, deteniendo a varios dirigentes. “La dictadura tuvo que acudir a 800 hombres armados hasta los dientes para poder recuperar la central ocupada por los trabajadores. Los dirigentes Antonio a la cabeza fueron apresados, esposados y enviados en un avión militar a Buenos Aires y liberados ante la presión popular. Según el testimonio de uno de los compañeros de Antonio, cuando se lo llevaban esposado, el jefe de la gendarmería le dijo a Alac: Te saliste con la tuya. Te tuvimos que sacar esposado. A pesar de todo, Antonio no había bajado las banderas ni había huido, lo tuvieron que apresar por la fuerza. Todo un ejemplo de lucha y conciencia de clase.
 Finalmente, pocos años después cae esta triple dictadura de Onganía-Levingston-Lanusse, que dejó un tendal de víctimas, y el 25 de mayo de 1973, tras unas elecciones proscriptivas, llega al gobierno Héctor J. Cámpora, para escribir otro capítulo de la historia.

Miguel Eugenio Germino


Fuentes:
-http://choconazo.blogspot.com.ar/2012/09/el-choconazo-la-clase-obrera-organizada.html
-http://choconazo.blogspot.com/2012/
-http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/argentina/huelga-chocon-1970.htm
-https://perlitasperiodisticas.wordpress.com/2018/12/12/el-choconazo/
-https://www.anred.org/2012/02/05/el-choconazo-la-clase-obrera-se-organiza/
-https://www.lmneuquen.com/el-desenlace-esa-insurreccion-llamada-el-choconazo-n139205







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