domingo, 28 de junio de 2020

UNIÓN MUJERES DE LA ARGENTINA



Una entidad pionera en la lucha por la 

transformación social




El barrio de Balvanera alberga orgulloso dentro de su territorio a una entidad pionera en la lucha por los derechos de las mujeres y por un mundo mejor. Se trata de la Unión de Mujeres de la Argentina (UMA), cuya sede se encuentra desde 1994 en Urquiza 65, 2° piso, depto. 34. La agrupación fue fundada el 12 de julio de 1947. Se trata de una organización social y política pluralista que defiende los derechos desde una perspectiva y concepción de género. La docente y periodista María Inés Brassesco, su presidenta desde hace más de veinte años, amplía el concepto: “Independientemente de que nuestro origen se vincula a la izquierda y al Partido Comunista, nos definimos como un movimiento social y político no partidario, con un criterio de la importancia de la mujer en la lucha por la liberación de los pueblos, la unidad latinoamericana y caribeña, la patria grande latinoamericana. Somos una organización coherente que seguirá luchando para crear conciencia crítica de la necesidad de la transformación social en nuestra patria y en toda América latina. La revolución tiene que venir porque un mundo tan desigual que algunos descubrieron recién ahora con la pandemia del coronavirus existió y existe. El capitalismo no es humano ni lo será nunca. Se apropia del exceso de trabajo del obrero, de la plusvalía, y se enriquece con eso”.


            María inés Brassesco junto a Estela de Carlotto

La UMA es una organización amplia y flexible, integrada por las mujeres de los sectores populares y progresistas, como las excluidas y marginadas de la producción y el consumo, las asalariadas de la ciudad y del campo, las estudiantes, las adolescentes, las jóvenes, las maduras y las mayores, las amas de casa, las profesionales, las pequeñas y medianas empresarias y comerciantes.
La entidad hace de la lucha por la paz su bandera principal. “La paz también se construye mediante esa transformación social, mediante ese cambio, desarticulando, deshaciendo las desigualdades tan profundas que hay. Nadie es mejor que otro. Desde la UMA nos proponemos revertir la violencia hacia la mujer pero también la violencia que hombres y mujeres ejercen sobre los chicos, la violencia del hambre, de no tener trabajo, de vivir en la calle, de no tener salud. La violencia es de género, es económica, política, social”, remarca con firmeza Brassesco.
El antecedente de la UMA son las Juntas de la Victoria, es decir, los grupos que se solidarizaban y juntaban fondos para los republicanos durante la Guerra Civil española. El grueso de sus miembros eran mujeres. Por ello, cuando se desencadenó la Segunda Guerra Mundial, una de las integrantes de las juntas, Alcira de la Peña, planteó la necesidad de aglutinar toda esa lucha por la paz, los niños, las mujeres, la unidad latinoamericana, en una organización de mujeres que no solamente tomara las reivindicaciones específicas femeninas sino también el problema económico, político y social.


            una de las pancartas de sus manifestaciones

A principios de 1947 los diarios publicaron una convocatoria suscripta por más de 160 obreras, escritoras, artistas plásticas, docentes, campesinas, amas de casa y estudiantes, llamando a participar en una reunión nacional de mujeres, que tendría lugar en Buenos Aires, los días 11, 12 y 13 de julio. Las mujeres señalaban que “aspiran por igual a conquistar el lugar que por derecho propio les corresponde en una sociedad democrática y progresista”. De esta manera, el 11 de julio de 1947, con la presencia de 250 delegadas, se iniciaron en Paraná 555 las deliberaciones de la Reunión Nacional que dio nacimiento al día siguiente a la Unión de Mujeres de la Argentina. Allí se debatió acerca de las reivindicaciones femeninas: la participación política de la mujer, la necesidad del voto femenino, igual salario por igual trabajo, la patria potestad compartida, el divorcio vincular y la despenalización del aborto. La primera sede de la UMA se encontraba en Pasteur 44 y su primera presidenta fue Margarita de Ponce. “Nos instalamos en Balvanera porque buscábamos un barrio popular, no uno de la ‘naricita para arriba’. Nuestro trabajo es un trabajo de base, es un trabajo en los barrios populares”, sentencia Brassesco.
La entidad gestiona el Centro Integral Padre Mugica para niños y mujeres en el asentamiento 22 de Enero, en Ciudad Evita, La Matanza, y la Casa del Niño, Niña y Adolescente Selsa Insaurralde, en San Francisco Solano, Quilmes, donde funciona un jardín con 85 niños de 3 a 5 años. En el primer centro se acaba de inaugurar la Biblioteca Popular Dr. Alberto Pedroncini. Ambos lugares son subvencionados por el Socorro Popular Francés, una organización catalana y otra alemana, y en el caso del jardín, el gobierno bonaerense le otorga a la UMA 28 becas mensuales para la comida de los chicos.
La asociación desarrolla diversas actividades, como talleres contra la violencia, de política y género, ciudadanía y género, educación popular para crear agentes sanitarios, madres cuidadoras. Desde 1997 la UMA instituyó la “Mención 8 de Marzo Margarita de Ponce” con la cual se distingue a las mujeres de nuestro país que se destacan por sus aportes en la lucha por una sociedad mejor. La entidad participa en los encuentros nacionales de mujeres que se realizan anualmente e integra la Federación Democrática Internacional de Mujeres.
Según la presidenta de la UMA, la legislación argentina respecto a la mujer está muy avanzada. El problema es que en muchas ocasiones las normas no se cumplen porque las mujeres de los sectores populares no conocen sus derechos. Brassesco sostiene que los derechos de las mujeres todavía pendientes son la legalización y despenalización del aborto, e igual salario por igual trabajo.
Laura Brosio




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