La falta de
distanciamiento y el mal uso del barbijo en el “Once
comercial”
Con una sola mirada ligera se puede comprobar que en el “Once comercial” las calles están saturadas de público, no
se guarda el distanciamiento adecuado, muchos no usan el barbijo y una
importante proporción de quienes lo usan lo hacen en forma inadecuada.
En ciertas colas, se ve una falta total de distanciamiento, como por ejemplo
en la vereda del Banco Nación. Esperando para
los cajeros el apretujamiento es moneda corriente, sin que ningún funcionario o
autoridad policial lo ordene.
Algunos aspectos a seguir son: que
el barbijo cubra completamente boca y nariz. No dejarlos en cualquier
sitio de la casa. La humedad, el polvo y otras partículas que se encuentran en
el ambiente u objetos saturan el filtro y tornan inútiles el mismo. No
utilizarlos más tiempo del debido. De acuerdo a expertos, la suciedad en los
barbijos no protege adecuadamente.
Ciertas calles, como: Bartolomé Mitre, Perón, y Rivadavia entre
Pueyrredón y Azcuénaga son imposibles de recorrer, especialmente en el horario
comercial, es un verdadero foco de contactos indebidos por imprudencia, tanto
de la gente como de los comerciantes que en el afán de “vender” no guardan las recomendaciones
vigentes.
En la misma Plaza Miserere circula mucho
público sin barbijo, o con el mismo bajo o sin que le cubra la nariz, y quienes
sí lo hacen deben circular esquivándolos.
Llevarlo colgado en el cuello o de la oreja,
ponérselo debajo de la nariz, tocárselo a cada rato o quitárselo para fumar o
comer en la calle son los errores más comunes que se detectan entre los
ciudadanos. También están los que lo usan sucio o roto, y quienes directamente
no lo usan y circulan presuntuosos y engreídos, con un aire sobrador o
desafiante.
No solo descreen las normativas vigentes en esta pandemia, sino
que ponen en riesgo al resto de la población, en especial a los adultos
mayores. El barbijo con la nariz afuera es el gran tema. Un error sumamente
frecuente que no sólo se observa en la calle, en la oficina y en el
supermercado, también es bastante común verlo en la televisión, por ejemplo, o
en fotos periodísticas cuando se entrevista a funcionarios o personas con
cargos que implican responsabilidad social.
Si bien ya se
comenzó a vacunar, el proceso viene con dilaciones y durará varios meses y
mientras tanto la única “vacuna” es el cuidado y el estricto respeto de las recomendaciones.
Europa está pasando momentos dramáticos, también
Brasil, Perú, Colombia y muchos otros países. En la Ciudad de
Buenos Aires la apertura fue total y los cuidados casi nulos; muchos hospitales ya
denuncian su saturación y se forman largas filas para atenderse, como el caso
del Hospital Rivadavia.
¡No cometamos errores de los que luego tengamos que lamentarnos!
Además de un consejo de nuestro modesto medio
barrial, es una situación de responsabilidad colectiva. ¡¡¡Cuidemos para
cuidarnos!!!
Consejo de Redacción
A este panorama pandémico se suma la
terquedad de Larreta de iniciar las clases el 17 de febrero,
sin observar la curva ascendente de contagios en la ciudad, poniendo en riesgo a
docentes y alumnos.
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