miércoles, 2 de junio de 2021

VIRGINIO COLOMBO Y SUS FRENTES EN BALVANERA Y ALMAGRO

 

Virginio Colombo:

El arquitecto que engalanó los frisos del barrio con musas, ángeles y fantasías bíblicas


 

         EL  PALACIO GRIMOLDI DE CORRIENTES 2548/60


Había llegado a Buenos Aires en 1906, contratado por el Ministerio de Obras Públicas para ejecutar las decoraciones del Palacio de Justicia, obra del arquitecto Norberto Maillart, y desde entonces se quedó entre nosotros, Fue uno de los mayores exponentes del “art nouveau” (corriente liberty milanés), dejando en Buenos Aires y especialmente en el barrio de Balvanera trascendentales obras, muchas de las cuales perduran hasta hoy. Verdaderos ornamentos del barrio, sólo basta elevar la cabeza para descubrirlos, aunque algunos con profundos deterioros por falta de mantenimiento.

Realizó cerca de cincuenta obras en toda la ciudad, en su mayoría para miembros de la clase alta italiana, incluyendo la Casa de los pavos reales y la Casa Calise, una de sus principales obras en Balvanera, en Hipólito Yrigoyen 2570, con 36 departamentos.


                 LA CASA DE LOS PAVOS REALES DE RIVADAVIA 3216/36

Su estilo se encuadra dentro del modernismo ecléctico, al igual que muchos otros arquitectos italianos que se radicaron en Buenos Aires en su tiempo, caracterizándose por la aparición de elementos de la arquitectura medieval, arcos redondeados, ventanas y loggias, ornamentaciones florales o cornisas dentadas. Musas, ángeles, leones, pavos reales, evocan el hábitat casi de una fantasía bíblica, a estos rasgos se sumaron las influencias del art nouveau, que Colombo combinó para obtener un estilo muy personal, dentro de lo que es la escuela italiana; hacia fines de la década de 1910, evoluciona hacia el clasicismo y el monumentalismo, sin dejar el modernismo (Casa Grimoldi), adoptando el clasicismo ecléctico.

En las dos décadas que duró su actividad llegó a construir cincuenta edificios, algunos hoy demolidos, otros perduran, como los situados en:

- Hipólito Yrigoyen 2558/78, año 1911: Casa Calise;

- Rivadavia 3216/36, año 1915: “La casa de los pavos reales”;

- Azcuénaga 1075 y 1129 (ya en los límites del barrio);

- Marcelo T. de Alvear 2025;

- Entre Ríos 1085, y 1173/77;

- Díaz Vélez 3915 (demolido);

- Moreno 2091/95, casa y estudio de Colombo, hoy absolutamente transformada y ocultada hasta la firma del constructor, donde murió en 1927;

- Rivadavia 3659 en grave estado de deterioro;

- Av. Corrientes 2548/60, el Palacio Grimoldi, año 1918.

 

 

SU BIOGRAFIA Y CORTA VIDA

 

Nació en Brera, Milán, Italia en 1885 y murió prematuramente a los 41 años en Buenos Aires, el 22 de julio de 1927, en su casa (y estudio) de la calle Moreno 2091. Transformado en un arquitecto ítalo-argentino, evolucionó en uno de los mayores expertos del art nouveau (corriente liberty milanés) en Buenos Aires.

Llenó los muros y cornisas de ángeles, musas, leones y figuras que evocan el hábitat casi de una fantasía bíblica.


 

     LA CASA CALISE RECIENTEMENTE REFACCIONADA

 

DETALLES DEL FRENTE DE LA CASA CALISE

 

El escultor Ercole Passina fue el encargado de labrar los ángeles, musas y querubines que dominan la fachada del edificio ubicado en Hipólito Yrigoyen 2558/78, que, si bien es una profusión inusitada de figuras moldeadas en mampostería, aportan una nota de color que contrasta con los opacos frentes de la cuadra. Se agregan las ménsulas y vitraux y una escena que asemeja una crucifixión coronándolo todo. Las dos entradas principales comparten un pallier con 4 esculturas femeninas y la medianera está calada, de manera que se pueden ver las estatuas de un palier a otro.

La calidad de sus materiales es sobresaliente: carpintería de madera maciza de roble, rejas y puertas de hierro de elaborada ornamentación, pisos de baldosas, y boisserie y escaleras de mármol de Carrara.


                                  DETALLES DE LA CASA DE LOS PAVOS REALES




                      DETALLE DE LA CASA CALISE


El frente fue recientemente remozado por el consorcio respetando los colores originales, acogiéndose a una serie de beneficios oficiales que le permitieron ejecutar la recuperación de este inmenso frente, con una exención del 100% del ABL, ya que el elevado costo fue financiado por los vecinos del edificio.

Al pararse en la vereda de enfrente y levantar la vista, el trabajo de Colombo parece más bien un cuadro de la Capilla Sixtina; hay ángeles hasta en lo alto del edificio, y se trata de muchas escenas dispersas que juntas realzan la fuerza de un trabajo conceptual, en el que predominan los tonos rosa pastel y marrones claros.

 

 

EL PALACIO GRIMOLDI

 

La familia Grimoldi comenzó su actividad en el año 1895 como una fábrica de calzado bajo la denominación “Grissetti y Grimoldi”. Para 1906 pasó a denominarse “Grimoldi Hermanos”, firma integrada por Luis, Enrique y Alberto.

Instalaron su primer negocio en la avenida Rivadavia 2576, trasladado debido a su rápido crecimiento a Rivadavia 2840/42, donde también construyeron su fastuosa residencia hoy demolidarealizada por el arquitecto Alejandro Virasoro, reconocido como una de las figuras principales del estilo art decó, donde funcionó la confitería “La Perla Nueva” y hoy una sucursal un conocido híper mercado.

 

 

LA RESIDENCIA DE LA FAMILIA GRIMOLDI

 

Asomarse a los interminables pasillos de las entradas correspondientes al 2548 y 2560 de la Av. Corrientes, nos impresiona como un festival del diseño frentista. Desde las arañas tipo Tiffany, los coloridos vidrios de las puertas, las ornamentaciones que se desarrollan en las paredes y todos los detalles que evidencian la ejecución “a medida”, dan cuenta de la infinita minuciosidad del dibujo, la estupenda calidad de los materiales y la profesionalidad de la mano de obra empleada. Colombo traía su propia cuadrilla de operarios de Italia para trabajar en sus obras, a pesar de que éstos abundaban en el país en aquellos años.

El peculiar estilo Liberty que desarrolló Colombo con tanta fantasía, parece no haber entusiasmado mucho a los residentes de la zona de Recoleta y Barrio Norte, donde no realizó ninguna obra. Todas ellas parecen estar circunscriptas a las zonas céntricas Congreso, Abasto y fundamentalmente vinculadas a los altos referentes de la colectividad italiana. Seguramente la exuberancia de elementos decorativos no era considerada de buen gusto por quienes habitaban las zonas más caras y exclusivas de Buenos Aires, en las que predominaban los palacetes de estilo francés. Los coloridos vidrios de las puertas, las ornamentaciones que se desarrollan en las paredes y todos los detalles dan cuenta de la infinita minuciosidad del dibujo.

El edificio Grimoldi está dividido en dos mitades simétricas, con entrada principal a las unidades del primer cuerpo, en el 2554 de avenida Corrientes. El frente, realizado en parte imitación piedra oscura y en parte revocada, es en verdad digno de estudio y de compleja descripción. Así, los balcones del primero y segundo piso aparecen enmarcados en una columnata clásica que se destaca en el extenso frente. En las bases de las columnas, a la altura del cielorraso de la planta baja, parecen rugir cuatro pétreas cabezas de león.

Bajo los ventanales del cuarto piso lucen dos blancos frisos poblados de querubines, mientras que el quinto, si bien participa de los lineamientos generales, tiene un diseño distinto a los cuatro pisos anteriores. Este piso conforma un increíble dúplex con el sexto, y ambos se unen con el segundo cuerpo a través de sendos puentes que atraviesan el primer patio de aire y luz.

El interior de los departamentos es suntuoso: mármoles, piso de roble de Eslavonia, carpintería de cedro, mosaico veneciano y vitraux, son comunes a todos ellos.

Es la estructura de mayores dimensiones realizada por el arquitecto milanés. Posee subsuelo, planta baja y seis pisos en tres cuerpos, cada uno con entrada independiente. Entre el primero y el tercer nivel, hay 19 departamentos chicos (50 m2). En el quinto piso, y un tanto retirado de la línea de edificación se encuentra el departamento de 500 m2 que fuera la residencia de los Grimoldi, que es en realidad la primera parte de un dúplex que se completa con toda la planta superior, sexto piso, donde se hallaba el jardín de invierno.

Estos ambientes que incluían cuartos de huéspedes, biblioteca, salas de lectura y hasta dos patios pertenecían al primero y segundo cuerpo y están unidos por un puente en forma de herradura.

La entrada principal tiene un cielorraso abovedado de placas de mármol, en tanto que los muros laterales están cubiertos de frisos con motivos clásicos, también de mármol. También en ella podremos ver un grandioso pórtico de madera tallada, con dos cariátides, que da acceso al palier del ascensor, también una pieza de colección, seguramente única en el mundo.

Los patios interiores, lógicamente no pueden ser vistos desde la calle. Los laterales, más pequeños sí, y son observables por quienes se sitúen en la esquina de Paso y Corrientes. Son un modelo de lo que se dio en llamar “futurismo”, evidenciado en las grandes ventanas redondas, y en las aberturas metálicas curvas ornadas de vidrios de colores, de alucinantes diseños.

También, observando el pináculo de la casa, podremos asombrarnos con una torre circular rodeada de rejas que corona con gracia y sutileza el edificio, y desde la cual, por esos años, se podía ver casi todo Buenos Aires.

Hoy sólo molesta un saliente brazo metálico, como de robot barato, que brota del tercer piso, con el nombre de una popular casa de hamburguesas y papas fritas. Casi una profanación, al igual que las marquesinas que cubren el primer piso y deslucen la totalidad de su frente.

Luego de pasar por varios dueños después de los Grimoldi, en 2004 lo adquirió Daniel Bocchimuzzi, que realizó trabajos en muros agrietados, en la humedad de los techos y en el cambio de cañerías. Modificó baños, puertas y ventanas que no correspondían a la construcción original. Ahora, calcula, están "ajustados a ella en un 99%". Los departamentos en su totalidad están alquilados como oficinas.

 

                                               Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

-Aslan Liliana y otros, Buenos Aires, Balvanera, Facultad de Arquitectura.

-Liernur, Jorge Francisco y otro, Diccionario de Arquitectura, T. 2, Clarín, 2004.

-Periódico Primera Página nº 38 de febrero de 1997 y nº 87 de julio de 2001.

-http://www.arcondebuenosaires.com.ar/palacio_grimoldi.htm

-http://www.grimoldi.com/general/historia/





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