Brasil: a las puertas de una
elección fundamental
Es por lejos, la elección que este año se llevará
los focos principales de la escena americana. Se termina el primer mandato de
Bolsonaro y hay una gran masa del pueblo brasileño que se prepara para que sea
el último. Lula picó en punta hace rato y ya todo el poder político y mediático
de la derecha prepara todas las zancadillas posibles para dificultarle la
carrera, y que, si gana, llegue lo más agotado posible.
La “revolución
conservadora” bolsonarista no trajo beneficios
tangibles para los habitantes del gigante del Mercosur, su eficacia para
horadar las experiencias populares previas, no sirvió para nada a la hora de la
gestión. La carencia de una política firme y los permanentes manotazos de
ahogado que caracterizaron a la política aplicada por la derecha, ocasionaron
el fracaso general en la mayoría de los rubros. Coronado por la inoperancia y
las bravatas estilo Trump ante la pandemia, que trajo resultados tan lastimosos
como los acontecidos en Estados Unidos y que contribuyeron a la derrota del gobierno
republicano.
Espantados, pronto sus aliados huyeron del barco.
Ahí resurgió la figura de Lula, único candidato que se advierte con la
experiencia y la capacidad para enfrentar el tremendo temporal que azota tanto
a Brasil como al resto del mundo. Una a una, las causas judiciales fueron
cayendo y la figura de Lula quedó limpia, iluminando que el ataque judicial
sufrido por el líder del PT fue una maniobra oscura, destinada a sacar al ex
presidente de la cancha sin pruebas judiciales reales.
Todavía quedan varios meses para la elección y nada
está definido. Los recursos políticos y monetarios de la derecha son múltiples.
Lula se viene moviendo hábilmente y cerrando acuerdos con los sectores
conservadores para no dejarlos afuera y construir un futuro esquema de gobierno
sostenible. Si lo logra, no solo se beneficiará Brasil, sino que los aires
populares pueden traer buenas ondas a toda América latina.
Pablo Salcito
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