miércoles, 22 de junio de 2022

LA "FOGARATA" DEL 25 DE JUNIO EN EL PARQUE DE LA ESTACIÓN

EL SÁBADO 25 DE JUNIO DESDE LAS 16 HORAS EN EL PARQUE DE LA ESTACIÓN, LOGRADO POR LOS VECINOS TRAS LARGA LUCHA




Evocación: 


Quién no recuerda su infancia y la tradicional “fogarata” de San Pedro y San Pablo,  

Hoy, cuando la vida nos dotó de grises, canas y calvicies, volvemos a  y se  conjugan muchas cosas, la amistad, la religiosidad, el homenaje, la cordialidad y tantas cosas más.

El tango, recuerda aquellos días con el tango "San Pedro y San Pablo" de   Julio Huasi e Ismaél Spitalnik, y  en su letra cita la fiesta popular que se realizaba en aquellos días los días 29 de junio, con la tradicional fogata o fogarata como más la conocíamos los pibes de entonces, sinónimo de: falla, fogón, fuego, hoguera, lumbre, pira, etc…

La misma se realizaba  en las calles de nuestra ciudad en horarios nocturnos, tras largos  meses  de  acopiar en algún baldío, o en las ramas bajas de los árboles, ramas viejas, maderas en desuso y partes de muebles, que los vecinos  desechaban y donaban para el evento a nuestro pedido, junto al aporte de   ropas viejas para fabricar el típico muñeco que iría en la cúspide de la pira de maderas.  

Cuando llegaba el esperado día, en horas de la tardecita,  se insertaba un tirante de madera largo, empalmado con otro para obtener una importante altura y ubicar en su extremo superior el muñeco tipo "espantapájaros", hecho con ramas y pajas, y rellenando con la ropa vieja recolectada.  

Finalmente, llegaban las primeras sombras de la noche, se rociaba todo con "kerosene" y se encendía el fuego, lo que hacía arder toda la pira.

Esta ceremonia se llevaba a cabo en todos los barrios y era posible ver a pocas cuadras de distancia otras fogatas que iluminaban los cielos porteños. Los chicos y los mayores se agrupaban junto a la fogata aprovechando que su calor los abstraía por un rato del frío del invierno, bastante más fríos que los actuales.  En su entorno se producían momentos felices entre los vecinos con risas y cantos, mirando cómo se quemaba todo y fundamentalmente cuando las llamas alcanzaban al muñeco ubicado en lo alto.

Finalmente, cuando se quemaba todo y quedaban solamente las brasas, los participantes acercaban ramas secas o alambres, lo suficientemente largos para no quemarse, con papas, batatas o ajíes pinchados en los extremos para cocinarlos y luego comerlos entre ellos disfrutando de aquellas tertulias barriales. Finalmente, las “viejas”, nuestras madres cómo se las llamaban entonces, juntaban con palitas de metal, los restos de brasas, para el típico “brasero”, para calentar las altas habitaciones de entonces, en los barrios de casas chatas.

No investigábamos entonces el origen de la ceremonia, importaba solo la misma en exclusivo.

Pero hoy cuando investigamos, descubrimos los distintos orígenes, tanto el pagano, que data de mucho antes de Cristo, como el religioso  en homenaje a San Pedro, primer papa de la Iglesia Católica y a San Pablo, el apóstol de los Gentiles, que fueron ejecutados alrededor del año 67 por orden de Nerón.  


SAN PEDRO Y SAN PABLO 

(TANGO)


Los purretes trajeron la madera
Tablones, sillas rotas, un catre y un cajón
La montaña se hará pronto una hoguera
Las viejas tendrán brasas, no gastarán carbón...
Y las caras serán rojos fantoches
Millares de fogatas habrá por la ciudad...
Surgirá la mañana en plena noche
Paloma y papa asada los pibes comerán
Fantasmas de aserrín
Y a aquel viejo violín
Las cuerdas le sacaron
El alma y el yin-yin
Cantando un Capuchín
Pebetas de carmín
Un viejo distraído
Chamusca su botín
Se cortará el piolín
La noche tendrá fin y el viento hará milongas
De cenizas y de hollín...
Y las caras serán rojos fantoches
Millares de fogatas habrá por la ciudad
Surgirá la mañana en plena noche
Paloma y papa asada los pibes comerán
Fantasmas de aserrín
Y a aquel viejo violín
Las cuerdas le sacaron
El alma y el yin-yin
Cantando un Capuchín
Pebetas de carmín
Un viejo distraído
Chamusca su botín
Se cortará el piolín
La noche tendrá fin y el viento hará milongas
De cenizas y de hollín...
Y el viento hará milongas
De cenizas y de hollín...

Música: Ismael Spitalnik. 
Letra: Julio Huasi




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