viernes, 30 de junio de 2017

EL NUEVO CÓDIGO DE PLANEAMIENTO URBANO

  Por qué los vecinos deben oponerse al nuevo Código de Planeamiento Urbano




LAS ALTURAS LIBERTADAS 


El “Código de Planeamiento Urbano” es un instrumento que rige todos los asuntos relacionados con el uso del suelo, construcciones, alturas, tejido urbano, infraestructura, espacios verdes y todo lo relacionado a lo equitativo de su administración. Actualmente rige el del año 1977 con sucesivas modificaciones.
Tal como está presentado el proyecto oficialista, inconsulto y mal difundido, en un paquetazo con moño y todo, representa un avance de las áreas edificadas, alturas indefinidas, en perjuicio de los barrios de construcciones bajas y las áreas verdes, lo que produce un grave desbalance al ya déficit existente de espacios verdes en Buenos Aires.
Más de cien organizaciones vecinales de las más representativas lo impugnan, proponiendo una discusión franca, democrática y participativa, ya que agrega además varios ingredientes adicionales, a saber:



1. Con las altas construcciones se hace colapsar las ya deficitarias redes de distribución de luz, gas, agua y desagües cloacales, en un momento de escasas inversiones y nulo control oficial. Se planean grandes torres y hegemonizar hacia arriba. Todo en medio de tarifazos (aplicados y a aplicarse) en perjuicio de los sectores menos pudientes, incluidas las PyMEs que se debaten entre el achicamiento o el cierre. Como ejemplo, en Villa Pueyrredón y Agronomía se permitiría edificar hasta 22,3 metros de altura, en lugar de los 12 actuales (casi se duplica). En la Boca y Barracas, de los actuales 17 metros se liberarían construcciones de más de 30 pisos.
2. Se pasa por sobre el sistema de descentralización instituido por la ley de Comunas nº 1.777, reiterando el ya clásico ninguneo a los Consejos Consultivos, a los que se los continúa privando de presupuesto y lugares de funcionamiento adecuados.
3. Tal como está redactado el proyecto sólo tiene como objetivo beneficiar el NEGOCIO INMOBILIARIO, especialmente a empresas amigas y socias del gobierno, condenando al grueso de la ciudadanía a perder calidad de vida, de por sí ya deteriorada, convirtiéndolo en un código de los ricos, beneficiando a un pequeñísimo sector por sobre los derechos y necesidades de los vecinos y vecinas de la CABA.
4. La forma de debatir es de un diálogo de sordos, ya que en lugar de hacerlo en las Comunas y Consejos Consultivos se lo hace mediante convocatorias por fuera de la ley 1.777, que es el sitio donde deben hacerlo, lo que avasalla la Constitución de la Ciudad.
Por todo ello desde este humilde medio barrial, a punto de cumplir un cuarto de siglo al servicio de los vecinos, en la lucha por los espacios verdes y una diferente calidad de vida, llamamos a oponernos al proyecto oficial y a reclamar un nuevo proyecto más equitativo, a la altura de muchos países del mundo, y a una amplia discusión vecinal en los organismos instituidos por la ley, que son las Comunas y los Consejos Consultivos.

                                                          Consejo de Redacción








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