Por qué los
vecinos deben oponerse al nuevo Código de Planeamiento Urbano
LAS ALTURAS LIBERTADAS
El “Código de
Planeamiento Urbano” es un instrumento que rige todos los asuntos relacionados
con el uso del suelo, construcciones, alturas, tejido urbano, infraestructura,
espacios verdes y todo lo relacionado a lo equitativo de su administración. Actualmente
rige el del
año 1977 con sucesivas
modificaciones.
Tal como está
presentado el proyecto oficialista, inconsulto y mal difundido, en un paquetazo
con moño y todo, representa un avance de las áreas edificadas, alturas
indefinidas, en perjuicio de los barrios de construcciones bajas y las áreas verdes, lo que produce un grave desbalance al
ya déficit existente de espacios verdes en
Buenos Aires.
Más de cien
organizaciones vecinales de las más representativas lo impugnan, proponiendo
una discusión franca, democrática y participativa, ya que agrega además varios
ingredientes adicionales, a saber:
1.
Con las altas construcciones se hace colapsar las ya deficitarias redes de distribución
de luz, gas, agua
y desagües cloacales, en un momento
de escasas inversiones y nulo control oficial. Se planean grandes torres y hegemonizar
hacia arriba. Todo en medio de tarifazos (aplicados y a aplicarse) en perjuicio
de los sectores menos pudientes, incluidas las PyMEs que se debaten entre el
achicamiento o el cierre. Como
ejemplo, en Villa Pueyrredón y Agronomía se permitiría edificar hasta 22,3
metros de altura, en lugar de los 12 actuales (casi se duplica).
En la Boca y Barracas, de los actuales 17 metros se liberarían construcciones
de más de 30 pisos.
2. Se
pasa por sobre el sistema de
descentralización instituido por la ley de Comunas nº 1.777, reiterando el ya
clásico ninguneo a los Consejos Consultivos, a los que se los continúa privando
de presupuesto y lugares de funcionamiento adecuados.
3. Tal
como está redactado el proyecto sólo tiene como objetivo beneficiar el NEGOCIO INMOBILIARIO, especialmente a
empresas amigas y socias del gobierno, condenando al grueso de la ciudadanía a
perder calidad de vida, de por
sí ya deteriorada, convirtiéndolo
en un código de los ricos, beneficiando a un pequeñísimo sector por sobre los
derechos y necesidades de los vecinos y vecinas de la CABA.
4. La forma de debatir es
de un diálogo de sordos, ya que en lugar de hacerlo en las Comunas y Consejos
Consultivos se lo hace mediante convocatorias por fuera de la ley 1.777, que es
el sitio donde deben
hacerlo, lo que avasalla la Constitución de la Ciudad.
Por todo ello desde este humilde medio
barrial, a punto de cumplir un cuarto de siglo al servicio de los vecinos, en
la lucha por los espacios verdes y una diferente calidad de vida, llamamos a
oponernos al proyecto oficial y a reclamar un nuevo proyecto más equitativo, a
la altura de muchos países del mundo, y a una amplia discusión vecinal en los
organismos instituidos por la ley, que son las Comunas y los Consejos
Consultivos.
Consejo de Redacción
No hay comentarios:
Publicar un comentario