viernes, 30 de junio de 2017

FUNDACIÓN MICROJUSTICIA EN BALVANERA

Fundación Microjusticia en Balvanera
Av. Rivadavia 2437


El acceso a la Justicia para los sectores más postergados y la acción solidaria




Lamentablemente en los tiempos que corren, a muchos sectores les está vedado, por una dificultad económica, contratar a un abogado cuando por diversas circunstancias necesitan hacerlo. Por ello, con el fin de facilitar el acceso a la Justicia para todos, surgió en 2010 la Fundación Microjusticia Argentina (FMA), cuya base rectora es “empoderar legalmente a personas en situación de vulnerabilidad social y jurídica, educando y concientizando sobre derechos y obligaciones”. Sus fundadores fueron estudiantes de Derecho y abogados recién recibidos. La sede central está ubicada en Balvanera –Rivadavia 2437–, un espacio cedido por la microfinanciera FIE Gran Poder, que solventa la mayor parte de las actividades de la entidad. Sin embargo, son pocas las consultas que se reciben en dicha oficina, ya que la labor se desarrolla fundamentalmente en barrios populares como villas o asentamientos. En este momento, hay treinta puntos de atención; cada día se trabaja en un barrio diferente de la ciudad. Además, la fundación cuenta con sedes en Salta y Jujuy.





La entidad brinda asesoramiento legal gratuito en distintas áreas o deriva el caso a patrocinios gratuitos especializados. Se abordan temas referidos al Derecho de Identidad: se orienta a la gente indocumentada para que obtenga su documento, se realizan rectificaciones de partidas de nacimiento por vía judicial, se encara el problema de las inscripciones tardías. Por otra parte, FMA también se aboca a muchos casos relativos al Derecho Migratorio: obtención del documento para los migrantes, expulsión del país, radicación provisoria, temporal o permanente, nacionalizaciones y naturalizaciones.
En cuanto al Derecho Tributario, se ayuda a los beneficiarios a tramitar el monotributo, los ingresos brutos, la habilitación de un local, las cooperativas, el régimen de empleadas domésticas. Otras áreas tratadas son el Derecho de Familia (divorcios, tenencias, guardas, acuerdos de alimentos, adopciones), la Seguridad Social y la problemática de las usurpaciones.
La tarea de la institución se cimenta en una acción mancomunada con otras organizaciones de la sociedad civil, organismos del Estado, empresas y universidades. La Directora Ejecutiva de la fundación, Alejandra Martínez, que ingresó como voluntaria a fines de 2011, nos amplía al respecto: “Trabajamos muy de la mano con otras organizaciones, conformamos redes donde las entidades que trabajan en los barrios detectan determinadas problemáticas para las que se necesita recurrir al Derecho, y es en ese momento cuando nos contactan y nos ponen en vinculación directa con el beneficiario. Es un boca a boca: empezamos a trabajar en un barrio y nos reclaman en otro. También trabajamos con comedores y escuelas de arte”.
En relación a los organismos del Estado, se cuenta con la invalorable cooperación del Ministerio de Justicia, el Ministerio Público Fiscal –que cede las oficinas que posee dentro de las villas–, el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo de la Nación, las Defensorías locales y los Registros Civiles.
FMA se vincula con las empresas a través de Programas de Responsabilidad Social Empresaria: se invita a sus abogados a trabajar un día al mes en la entidad. Asimismo, los estudiantes de Derecho a punto de recibirse pueden desarrollar su tesis y su práctica profesional en la fundación, acompañados por tutores legales matriculados. En la actualidad participan de la iniciativa la Universidad Austral y la Universidad Siglo XXI. Próximamente, se sumará la Universidad de la Marina Mercante.
El staff de FMA está compuesto por siete personas. Los voluntarios, quienes atienden a la gente, son cincuenta. El Programa de Voluntarios está especialmente dirigido a estudiantes de Derecho, aunque también pueden incorporarse abogados recién recibidos o cualquier abogado que disponga de tiempo para colaborar. Consiste en el trabajo ad honorem de seis horas semanales durante un semestre, con el apoyo de un tutor profesional de la fundación.
La institución no recibe ningún subsidio estatal; se gestiona gracias a donaciones de abogados recibidos que se fueron a vivir al exterior, donaciones de universidades o microfinancieras como FIE o Alumbra. “Es complicado sostenerse –admite Martínez– pero ponemos mucho corazón y alma en lo que hacemos. Todos los que trabajamos acá amamos hacerlo, creemos que éste es el camino. Darles una herramienta a las personas para que puedan acceder a sus derechos es fundamental para una sociedad más justa. Hacemos lo que podemos”.
Respecto al balance que puede realizarse de estos siete años de funcionamiento de FMA, su directora afirma: “Lo más importante es haber logrado que mucha gente sepa que tiene derecho a tener derechos sin que la condición económica sea un obstáculo para acceder a ellos. En ese sentido, la fundación hizo un gran trabajo. Uno ve que la gente crece en su propio derecho, adquiere un derecho y después va por más, quiere mejorar su calidad de vida y eso a nosotros nos llena de orgullo”.
Quien desee colaborar con la entidad puede llamar al 15 4979-7900 de 10 a 15 o enviar un mail a consultas@microjusticiaargentina.org.

                                                                      Laura Brosio








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