martes, 4 de agosto de 2009

INGENIO SAN MARTIN DEL TABACAL



5 DE AGOSTO DE 1918

FUNDACIÓN DEL PUEBLO-INGENIO

En Salta (la linda):” Ora…trabaja y calla”.

Pueblo e ingenio se confunden en una sola unidad de explotación del medio ambiente y del hombre. Especialmente del originario, que habitó ancestralmente aquellas selvas prodigiosas en especies hoy diezmadas.

Hablar del Ingenio San Martín del Tabacal es referirse a un individuo que dejó en su camino un surco de abusos, explotación, represión, corrupción, sangre y muerte: Robustiano Patrón Costas.

Hombre de negocios, gobernador de la provincia de Salta, tres veces senador nacional y frustrado candidato a presidente de la Nación, fue lo que hoy se conocería como “un individuo exitoso”.

Adquirió en 1908, junto a su hermano, tierras fiscales a valores más que viles, y durante su gobernación hizo extender las vías del ferrocarril hasta el lugar donde un año más tarde se emplazaría el ingenio, en una zona habitada entonces principalmente por comunidades guaraníes, a las que subyugó además de arrebatarles sus tierras.

Continuando los pasos de La Forestal, que cuarenta años antes había arrasado con el Chaco Argentino, reeditará la policía propia, las barracas mugrosas, el trabajo insalubre, el pago escaso, la proveeduría patronal y la depredación de la selva.

LAS TIERRAS Y SUS PRIMEROS HABITANTES

El primer europeo que pisó Salta fue el conquistador Diego de Almagro (conquistador del Perú y “descubridor de Chile”), cuando atravesó los valles calchaquíes en el año 1535. Hernando de Lerma, por su parte, se convirtió en el fundador oficial de la ciudad en el año 1582.

En el departamento de Orán, donde se instaló la planta, se trazó la última ciudad fundada por los españoles, fundación que hizo Ramón García de León y Pizarro, el 31 de agosto de 1794.

Descubrir, colonizar, fundar, términos usuales en el léxico de los conquistadores, no alcanzaron para doblegar a los pueblos de este continente, que a pesar de la inferioridad militar y su disgregación, supieron enfrentar y resistir al afianzamiento español primero, y a los criollos más tarde, que con Roca a la cabeza produjeron verdaderos genocidios, aunque no lograron exterminarlos.

Los pueblos rebeldes que habitaban la zona donde se estableció el ingenio eran los diaguitas y los calchaquíes, hijos de aquellos que tras la Revolución de Mayo se habían aliado al General Güemes y al gauchaje para frenar el avance de los españoles.

Según documentos del obispado de Orán, la comunidad guaraní ya habitaba la región desde 1804, 110 años antes de que llegara Patrón Costas con sus títulos de propiedad. Los nativos acreditaban sus cementerios como irrefutable prueba de que habitaban allí desde mucho tiempo atrás.

En 1947 el ingenio compró un millón de hectáreas más, con indios adentro, a quienes después fue desalojando paulatinamente. La Masacre de Rincón Bomba”, en octubre del mismo año, fue parte del pasado negro de aquella “Gran Empresa”.

Todavía hoy la historia se repite. Hace sólo seis años otra gran atrocidad fue cometida contra 150 familias guaraníes afincadas en La Loma, al ser desalojadas de sus tierras el 20 de septiembre de 2003, con la autorización de un juez que venía actuando desde la dictadura, Oscar Alberto Blanco.

LA PLANTA SAN MARTIN DEL TABACAL

Fue fundada el 5 de agosto de 1918, junto al pueblo-finca, con el objeto de competir con los ingenios vecinos Ledesma y La Esperanza, de la provincia de Jujuy.

A la vera de la ruta 50, tres gigantes arcos señalan la entrada al Ingenio, custodiada por una guardia privada y uniformada. En estos arcos están grabados los nombres de Patrón Costas, Mosotegui y Bercetche. La primitiva fábrica se encontraba a 300 metros de la entrada, protegida por varios retenes de guardias privados, uno cada cien metros. En la larga calle principal se hallaba la “Proveeduría”, lugar de compra obligatoria para los trabajadores semi-esclavizados, mediante el uso de los “vales” con que cobraban los exiguos salarios. A continuación estaba el edifico de administración y las viviendas para el personal jerárquico, de sólida construcción, rodeadas de jardines y parques. Como contraparte, en lugares mucho menos accesibles a la vista de curiosos (estaba vedado tomar fotografías) se levantaban las barracas de precaria construcción destinadas a los trabajadores, en su mayor parte temporarios.

La planta llegó a ocupar grandes extensiones del departamento, desde la ruta 34 hacia el Norte, a ambos lados de la ruta 50, hasta casi el límite con Bolivia. Una zona cubierta de ondulados bosques tropicales, poblados por comunidades originarias, hábitat que fue metódicamente desmantelado sin el menor respeto por la naturaleza y mucho menos por quienes allí vivían. Todo este despojo, por supuesto se hizo con la complicidad de las autoridades de la Provincia.

Fueron a su vez desmanteladas las modestas plantaciones de aquellas comunidades, bananeros, mandioca, batata, maíz y porotos. Además fueron privados de su entorno de caza y pesca, de las que eran hábiles practicantes.

En el año 1919 comenzó la plantación a mano de las primeras semillas de caña y en 1920 se celebró la primera cosecha. En 1925 se desmanteló la primitiva fábrica para la instalación de un trapiche de última generación para aquella época. Después de diez años, en 1934, se produjo un salto cualitativo para el pueblo, cuando se inauguraron la Escuela, el Hospital y la Iglesia.

En 1965 muere su fundador, Robustiano Patrón Costas, y luego de tres décadas, en 1996, la empresa es comprada por la multinacional norteamericana Seaboard Corp., que a partir de entonces ramifica la producción y el mercado, sobre 25.000 ha de cultivo, de las que se obtienen 230 toneladas de azúcar (marca “Chango”), además de 37.000 metros cúbicos de alcohol y subproductos como jugos, concentrados y aceites, la mayoría para exportar a Europa, EE.UU. y Asia. Por otra parte, Seaboard Corp encara allí la producción de frutas frescas. En el orden industrial la marca es “Tabacal”. Hoy la planta gira como “San Martín de Tabacal SRL.”

ROBUSTIANO PATRÓN COSTAS

Nació en Salta el 5 de agosto de 1878, paradójicamente cuarenta años antes del día de fundación del Ingenio.

Fue gobernador de su provincia natal ente 1913 y 1916, y tres veces senador nacional entre 1916 y 1943. En 1942 lanzó su candidatura a la Presidencia de la Nación por la llamada Concordancia (una coalición integrada por la Unión Cívica Radical, el Partido Demócrata y el Partido Socialista), candidatura frustrada por el golpe del año 1943.

Durante su gobernación en Salta fue el artífice de la extensión de 20 kilómetros del ferrocarril, hasta hacerlo llegar a las tierras de Orán, que años antes había comprado a valores irrisorios y donde localizaría el proyectado ingenio.

Además eximió de impuestos a los ingenios azucareros, por Ley Provincial Nº 999 del año 1918, durante cinco años. Entre 1943 y 1955, ya en pleno auge del Ingenio, vuelve a beneficiarse, esta vez por la política proteccionista del peronismo para las azucareras.

A partir de 1943 Don Robustiano no ocupará más cargos públicos, pero sí se dedicará de lleno a su patria chica del Tabacal, y no le temblará la mano en octubre de 1947 para ordenar la “Masacre de Rincón Bomba”. Nuevamente pretendió explotar a los lugareños, en este caso a los pilagá (descendientes de los guaycurúes), a quienes les prometieron una paga de $ 6 pero cuando llegaron para cobrar les tenían liquidado a $ 2,50 solamente. Al verse estafados, decidieron regresar caminando hasta llegar a Las Lomitas, agotados, hambrientos y enfermos.

Al enterarse, el presidente Juan Domingo Perón envió tres vagones ferroviarios llenos de alimentos, ropas y medicinas. El cargamento fue interceptado en la ciudad de Formosa, se quitó parte de la carga y luego de muchas semanas llegó a Las Lomitas con los alimentos ya alterados, que fueron distribuidos igual entre los pilagá. Como consecuencia de intoxicaciones, murieron unos cincuenta indígenas. Más tarde, la gendarmería reprimió salvajemente la marcha de repudio de los originarios, provocando una nueva matanza.

LA HISTORIA FUE SIEMPRE NEGRA

“Ora…trabaja y calla” se leía tallado en la mampostería en lo alto de un casco de estancia que no era El Tabacal, pero era una señal más de cómo se pretendió adormecer a los trabajadores en aquella Salta “la linda”.

El informe Bialet Massé del año 1904 ya denunciaba la explotación de los trabajadores en el Norte argentino. Este médico y abogado catalán recorrió catorce provincias y recopiló testimonios en un documento de 1500 páginas donde describe la situación de expoliación y pobreza que padecían los trabajadores, criticando con dureza a los mismos gobernantes que le habían encomendado el trabajo.

Hay varios testimonios, uno es el del cacique Pastor Martín, que cuenta cómo se les arrancaba un diente por cada caña que veían chupando a los jornaleros en el cañaveral. Existen fotos de los tristemente famosos galpones o barracas de miserable construcción, en los que se hacinaban juntas a más de cincuenta familias. Cuando los aborígenes reclamaban que se les pagara más, traían otros del Chaco a los que sólo les daban ropa y comida, y aquéllos quedaban desocupados, para apenas subsistir de pequeñas huertas que cultivaban en Las Lomitas. Finalmente, en 1970 el Ingenio mandó maquetear y destrozar las huertas por caballos y además de someterlos a una golpiza, se los expulsó al pinachal.

Cuando en 1996 es adquirido por la multinacional Seaboard Corporation, las nuevas técnicas de explotación provocaron despidos masivos. A consecuencia de ello el pueblo de Hipólito Yrigoyen perdió 4.000 habitantes.

EL RECUPERO DE LA PROPIEDAD ANCESTRAL

La comunidad Ava Guaraní, de Estación Tabacal, que reside actualmente en Hipólito Yrigoyen, denunció al Ingenio no sólo por la usurpación de sus tierras, sino también por la destrucción de la naturaleza y la violación del convenio 169 de la OIT sobre pueblos tribales.

El juez Leonardo Arancibia resolvió recientemente: “Hacer lugar a la medida cautelar de no innovar, ordenando al Ingenio y Refinería San Martín de Tabacal SRL que se abstenga de realizar en dicho predio (Las Lomitas) actos que impliquen depredación, extracción de árboles y plantas, movimientos de tierra o profanación de tumbas, bajo apercibimiento de desobediencia judicial y remitirse los antecedentes al fiscal penal.”

No se sabe cómo continuará la historia que ya no es igual a la del 5 de agosto de 1918, cuando se puso en funcionamiento este ingenio de azúcar amarga.

Miguel Eugenio Germino

FUENTES

-http://es Wikipedia.org/Wiki/Tabacal.

-http://www.argenpress.info/2009/argentina-salta-el-ingenio-s m-del-tabacal.

-http://lavaca.org/seccion/actualidad/0/172.shtml.

-http://www.invituin.com/tabacal/historia.html.

-http://www.unsa.edu.ar/historia/revistas/revistas0409.htm.

-http://www.lafogata.org/salta/salta_mov.htm.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena nota, realmente es un abuso realizado por el ingenio tabacal aun hoy se sigue, con el atropello a los derechos a la gente, teniendo en cuenta los desmontes, contaminación al los ríos, el aire, siendo preso por salarios que solo sirve para vivir el dia a dia y ser rehén de la empresa por que a la primera quejas no te contrata mas... espero que todo esto pueda cambiar para el bien de todos una comunidad y nuestros hijos.

Unknown dijo...

Hola, Mi nombre es Evangelina Maldonado, y estamos en la busqueda de los restos de Mi Abuela Dolores Alfieri Parada de Roldan, que yacen en El Cementerio del Ingenio de San Martin (Provincia De Salta) hace ya 40 años aproximadamente.. Ante el cierre del mismo, queremos dar con sus restos para trasladarla a Buenos Aires, solicito si es posible su ayuda. Desde ya Muchas Gracias... (0221) 4706727 La Plata
Correo: evii.cm@hotmail.com

Unknown dijo...

Tan real!!! Lo vivi en carne y hueso, pues mi padre solía atender a los zafreros. En su mayoría aborigenes de tartagal o embarcación.