sábado, 30 de mayo de 2020

PERIÓDICO PRIMERA PÁGINA Nº 300 JUNIO 2020

SALIÓ EL Nº 300 DEL PERIÓDICO PRIMERA PÁGINA JUNIO 2020


EN ÉSTE NÚMERO: 

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ANTE EL AUMENTO DE LOS CONTAGIOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES POR LA PANDEMIA COVID 19  - LA SITUACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA VERSIÓN GRÁFICA SE ENCUENTRA COMPLICADA – CON DIFICULTADES DE CIRCULACIÓN Y PELIGRO DE CONTAGIOS – PEDIMOS A TODOS NUESTROS ANUNCIANTES, LECTORES Y SUSCRIPTORES COMPRENCION EN ESTA EMERGENCIA  - ESPERAMOS ESTAR PRONTO EN UNA NUEVA NORMALIDAD QUE AUNQUE DIFERENTE SERÁ APROPIADA AL MOMENTO.

Aquí versión digital del periódico:
https://drive.google.com/file/d/13plLjJWEipj-xw-gVpYXquK2wbTUivDc/view?usp=sharing

periódico en ISSUU  www.issuu.com/primerapagina93







EDITORIAL PRIMERA PÁGINA Nº 300 JUNIO DE 2020


EDITORIAL JUNIO 2020




Entrando ya en el tercer mes en que se instaló en nuestro país la pandemia del Covid-19, surgen algunas dudas y preocupaciones además de la saturación del encierro, son las de cómo continuar con los tratamientos habituales y regulares que por distintas enfermedades cardiovasculares, renales, diabetes, pulmonares, cáncer y otrasvienen realizando especialmente los afiliados al PAMI, extensivo además a las distintas obras sociales, dado que la situación de quienes se encontraban en distintos seguimientos y controles se ven completamente trastocados.
Existe en debate un doble problema y una doble preocupación, por un lado el temor y el peligro de asistir a un consultorio u hospital, y por el otro la cancelación de todos los turnos asignados desde hace dos meses (que es el tiempo mínimo en que se otorgan los turnos a los pacientes afiliados no urgentes), quedando éstos expuestos en una zona gris, e interrumpido de hecho el control periódico habitual del paciente y el contacto directo médico-paciente.
 Las consultas telefónicas, remotas o vía email, se hallan colapsadas o son de dificultoso acceso para personas adultas mayores, quedando el paciente en un limbo médico de complicada solución, buscándose en este momento el difícil formato de terapias de manera virtual. La única recomendación es la de recurrir a la guardia o a los teléfonos de emergencia ante una urgencia.
En muchos casos ante esta epidemia imprevista, gran parte de los aludidos se encuentran sin saber cómo actuar y sometidos, además, al temor de movilizarse en el transporte público, a su vez riesgoso, o al taxi de privativo costo para jubilados.
La experiencia que dejó la historia de las epidemias y pandemias muestra siempre que los más perjudicados son los pacientes de menores recursos, como lo demostraron las epidemias de cólera, peste bubónica y fiebre amarilla, que recayeron principalmente sobre los sectores más vulnerables económicamente.
Históricamente siempre hubo hijos y entenados, y hoy lo demuestra la incidencia del Covid-19 en las villas, barrios populosos y de habitantes más carenciados, una deuda pendiente de muchísimos años en el país y en el mundo.
La Ciudad de Buenos Aires es un ejemplo clásico con el mayor número de infectados del país.
El tema es de difícil solución en plena pandemia. Momento en que sale a la luz toda la desidia de los distintos gobiernos pasados, unos en menor medida y otros grandes responsables de la continuidad de esta situación. La falta de agua corriente y el hacinamiento habitacional son los peores enemigos, y la higiene es casi una utopía.
Cuando se otorgaron millones de nuevas jubilaciones hecho destacable no se previó ampliar la estructura del PAMI, que hoy no alcanza a cubrir con eficiencia los tantos nuevos usuarios, ya que fueron escasos los nuevos establecimientos necesarios y adecuados para una óptima atención, hecho que hoy surge a la superficie.
En la medida en que se mantenga o agrave la pandemia, más complicada será la solución de estos problemas, que pasan a ser de carácter social. Al no haber una vacuna ni claridad de las medicaciones apropiadas para aplicar en la emergencia, la única arma es el aislamiento.
Se debe a su vez luchar en otros terrenos, la vulnerable situación económica del país por un lado, los irresponsables de siempre que buscan sacar un rédito político, la desinformación de la prensa maniatada por intereses económicos bastardos y “los tontos” que se encaprichan en desobedecer las recomendaciones oficiales de “cuidar para cuidarse”.
Así las cosas en esta entrada del mes de junio y la aproximación del invierno que traerá complicaciones adicionales que se suman al problema del incontrolado aumento de la carestía de vida, sin ninguna justificación y solo con fines especulativos, que se da patadas con la nueva lógica del mercado con políticas más abarcativas, alejadas del clásico neoliberalismo hegemonizado desde hace más de cuatro décadas. La crisis económica no la desató la cuarentena que hoy se pretende descontrolar; ¡ojo con la Ciudad de Buenos Aires Sr. Larreta!, no bajar la guardia ni ceder a los sectores que pregonan la apertura sin controles, que no son pocos, están concentrados y tienen “la gran prensa” de su lado y a periodistas irresponsables que los secundan. Lo esencial es comprender las gravísimas consecuencias éticas y políticas que se derivan de aquélla, porque tras el paso de la peste ni el país ni el mundo pueden ser igual que antes.
Hay que cambiar de raíz el sistema tributario hoy obsoleto e implementar un impuesto a las grandes riquezas, de carácter permanente, que incluya a su vez al mundo bancario, la bolsa y los grandes hipermercados, todos ellos sectores dominantes, mientras que los aportes del Estado a las grandes empresas en los pagos de salarios deben ser correspondidos por una participación accionaria en las mismas.

                                          Hasta la próxima




EL Nº 300 DE PRIMERA PÁGINA


EL Nº 300 DE PRIMERA PÁGINA 

EL BAR AMÉRICA DE LA ESQUINA NE DE CORRIENTES Y BILLINGHURST
SITIO DONDE SE FUNDÓ EL PERIÓDICO EN 1993


En el año 27 desde nuestra fundación ocurrida en 1993, nos toca presentar el nº 300 de nuestro periódico. Contra vientos, mareas, crisis económicas y pandemias ¡continuamos vivos!. No es una casualidad sino una causalidad, que significa esfuerzo y perseverancia, sacrificios y penurias, lucha contra la burocracia, y por sobre todo asumiendo el alto costo del papel prensa, monopolizado por una empresa cautiva del Grupo Clarín, de la que se apropió en connivencia con la dictadura militar más funesta que haya sufrido la Argentina.
No fue suficiente volver a la democracia, ni el juicio a las Juntas, ni la Ley de Medios, impulsada por el gobierno de Cristina y derogada por un decreto de necesidad y urgencia por el de Cambiemos.
Y si fuera poco, ocurrieron hechos trágicos en el país y en el mundo, a la gran crisis del año 2000, le sucede hoy “la peste”, que con el nombre de “Coronavirus” acecha traicionera, como todas las anteriores pestes que asolaron a la humanidad: la peste bubónica o peste negra entre los años 1347-1353, que desde Asia desbastó a Europa; la fiebre amarilla, a comienzos de 1871, cuando el presidente Sarmiento decidió no extender la cuarentena para los buques provenientes de Brasil, donde se había originado, aquel fantasma recorrió Rio de Janeiro y pegó fuerte en Paraguay, país que había quedado hundido en la pobreza y el hambre después de la guerra de la Triple Alianza (Triple Infamia para la nueva historia - post Mitre).


Brindis por el 25º aniversario en septiembre 2018


La peste viral y la peste económica acechan hoy al pueblo argentino que entró en una crisis de difícil pronóstico futuro, y en este plano debe desempeñarse nuestro periódico Primera Página, frágil económicamente, como todos los medios gráficos gratuitos, de los que ya algunos anunciaron su desaparición.
Llamamos a nuestros anunciantes, a nuestros lectores, a nuestros suscriptores y a todos los vecinos de los barrios de Balvanera y Almagro a apoyar a su periódico que incorpora una palabra alternativa, despojada de intereses económicos, para competir con los grandes medios que hegemonizan la prensa escrita.
Llegamos al nº 300, repetimos, y ¡pasamos por tantas!, continuando en la brecha que se trazó un grupo de utópicos y pretendidos aprendices de periodismo en septiembre de 1993, en una mesa del desaparecido Bar América de la esquina NE de Corrientes y Billinghurst.
La lucha fue siempre por el bienestar del barrio, por el Museo Casa de Carlos Gardel, por un centro cultural en lugar que un shopping en el Abasto, por la Cortada Carlos Gardel y por un gran pulmón verde que es el Parque de la Estación que lograron (parcialmente) los vecinos con su lucha cotidiana durante 20 años.
El mundo cambia, siempre cambia y el país también; y en los barrios, pasada la pandemia, nada será igual, habrá muchos cambios en las costumbres y a nivel social y económico y serán muchos los muertos y los heridos, y quienes queden deberán enfrentar momentos difíciles, ése es el desafío ¡¡¡nos anotamos!!!

                                 Consejo de Redacción




EL RAMAL A CHACARITA DEL FCO


El ramal de Chacarita del FCO y la epidemia de fiebre amarilla de 1871

Episodio de la fiebre amarilla, 1871, obra de Juan Manuel Blanes

Hacia 1871, a pocos años de su fundación, el Ferrocarril Oeste –primer ferrocarril del país–, debió afrontar un triste papel durante la epidemia de fiebre amarilla (transmitida por mosquitos de los géneros Aedes y Haemagogus), que asoló Buenos Aires, y en especial a los barrios del sur, con epicentro en San Telmo.
Las clases más acomodadas, emigraron en forma urgente hacia los entonces partidos de Belgrano y Flores, permaneciendo en el sur los sectores menos favorecidos, que cargaron con “la culpa de ser pobres”.
Explicaba al respecto el historiador Felipe Pigna:
“Hubo un aviso, pero claro, los muertos eran pobres, de los barrios bajos, de las marismas, y la epidemia de cólera de 1867, con sus casi 600 fallecidos, fue tomada como una comprobación de las leyes maltusianas, que invitaban a los ricos a sentir cierto alivio cuando morían tantos pobres”. (Se da el nombre de ley maltusiana a la teoría demográfica, económica y sociopolítica, desarrollada por Malthus durante la revolución industrial, según la cual la capacidad de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica, mientras que el ritmo de aumento de los recursos para su supervivencia sólo lo puede hacer en progresión aritmética. Según esta hipótesis, de no intervenir obstáculos represivos –guerras, pestes, etc.– el nacimiento de nuevos seres mantiene la población en el límite permitido por los medios de subsistencia, en el hambre y en la pobreza.)

Monumento a las víctimas de la fiebre amarilla en el Parque Ameghino (antes el Cementerio del Sur)


Más tarde aquellos caserones se convirtieron en conventillos que albergarían hacinados y precariamente a las inmigraciones de fines del siglo XIX y principios del XX.
El presidente Sarmiento y su vice Alsina, abandonaban precipitadamente la ciudad, dejando a sus habitantes a la buena de Dios, mientras La Prensa señalaba: “Hay ciertos rasgos de cobardía que dan la medida de lo que es un magistrado y de lo que podrá dar de sí en adelante, en el alto ejercicio que le confiaron los pueblos”.
Durante el siglo XIX, las malas condiciones higiénicas de la ciudad, la falta de agua corriente y de sistemas cloacales, facilitaban la propagación de epidemias. Las sufrieron Buenos Aires, Montevideo y Río de Janeiro, entre otras ciudades. Cada verano se esperaba la llegada del terrible mal que parecía venir de los trópicos en la bodega de cualquier navío. En 1857, Montevideo se vio diezmada por la fiebre amarilla que pasó a Buenos Aires y causó 300 muertos en dos meses. En los campamentos del Paraguay, el cólera causó miles de víctimas entre aliados y paraguayos y entre 1868 y 1869 provocó 7.000 muertos en Buenos Aires. Pero hasta esos días, Buenos Aires nunca había conocido tiempos más oscuros y tétricos como los que le tocó vivir aquellos primeros seis meses de 1871, la epidemia de fiebre amarilla, conocida también como la “peste del vómito negro”.
Todo comenzó el 27 de enero y fue la peor catástrofe padecida por la ciudad, una tragedia que se extendió al país entero. En la Capital, la mayor parte de las víctimas vivían en los barrios de San Telmo y Monserrat (pleno centro del Buenos Aires de entonces) y en los barrios situados en proximidades del Riachuelo, tierras bajas y húmedas, solo aptas para la proliferación de mosquitos. Las víctimas fatales fueron de 14.000, sobre una población de 184.035 (un equivalente a 50.000 por millón de habitantes) entre enero y junio, con picos de más de 150 diarios, a veces 200; un 75 % de los muertos fueron inmigrantes, especialmente italianos.


Terrenos del hoy Parque los Andes, antes el primer Cementerio de la Chacarita
- Foto de Santiago Vizzari  - año 1871 - Colección Daniel Sale


La mitad de la población era argentina, 44.435 eran menores de diez años, y de los inmigrantes, 49.900 eran italianos, 15.300 españoles y 3.230 ingleses. La mortandad fue del 7,6% del total de la población.
La situación hizo colapsar al Cementerio del sur, en el actual Parque Ameghino (Parque Patricios). Antiguamente en ese lugar estaba la quinta de los Escalada, donde falleció Remedios, la esposa de San Martín. En 1867, cuando los terrenos fueron comprados por el Estado, se abrió un cementerio. Hacia 1871, cuando se enterraron a 10.044 personas por la fiebre amarilla, éste colapsó.
Donde estaba el cementerio del Sud, existe hoy un monumento que recuerda a las víctimas de aquella epidemia.
Fue entonces cuando se resuelve con urgencia montar un nuevo cementerio en los terrenos que hoy ocupa el Parque Los Andes, en la afueras de la ciudad, Partido de Belgrano, dentro de un sector mucho más amplio, originalmente perteneciente a los jesuitas, el Colegio jesuita de San Ignacio –luego de la expulsión de éstos, pasan a propiedad del Estado–, y es utilizado con el mismo fin por el Colegio Nacional. Terrenos que formaban parte de la chacra o chacrita (en su diminutivo chacarita) conocido como “La chacarita de los colegiales” –lugar de veraneo de los alumnos y que proveía a su vez de vegetales y carne para su alimentación. Miguel Cané que estudió en el Colegio Nacional, evoca aquellos años de mocedad en Juvenilia (1882), el mejor de sus trabajos, subtitulado Memorias de un estudiante.
De ese sector ocuparán solo 7 hectáreas, entre las hoy calles Guzmán, Corrientes, Dorrego y Federico Lacroze.
La gran dificultad era el traslado de los cadáveres hasta el lugar. En aquel entonces la calle Corrientes hacia aquel sector se encontraba en una situación de dificultosa transitividad, por lo que fue más sencillo establecer una línea férrea directa, que originó este ramal del FCO que se llamó “Ramal de Chacarita”, conocido popularmente como “El Ramal de la Muerte”, que se construyó en menos de 30 días bajo la dirección del ingeniero Augusto Ringuelet y se inauguró discretamente el 14 de abril.
 El convoy que corría en horas de la noche con sus vagones cargados de ataúdes de las víctimas de la fiebre amarilla, arrancaba en la esquina de Corrientes y Centroamérica (hoy Pueyrredón), al encuentro del nuevo cementerio. Aquel lugar, ya urbanizado para 1896, conformaría la Plaza Rancagua, luego el Parque Los Andes, en Corrientes y Dorrego.
Se establecieron tres depósitos de cadáveres, denominados en la emergencia estaciones fúnebres. El primero de ellos se situaba en la esquina sud-oeste de Corrientes y Bermejo, hoy Jean Jaurés (parte de aquel terreno se encuentra hoy baldío); el segundo en Corrientes y Medrano esquina sud oeste, lugar que ocupara dos décadas más tarde la estación Lacroze de tranvías; el tercero a la altura de Corrientes y Canning, entonces denominado Camino del Ministro Inglés (hoy Scalabrini Ortiz).
El punto donde funcionó aquella "estación fúnebre" de Corrientes y Medrano, en 1871, la ocupó dos décadas más tarde la "Estación de tranvías Lacroze”, para el servicio tranviario, y debido entonces a los zanjones y pantanos de la calle Corrientes, continuó llenando las necesidades de transporte funerario al cementerio de muchas de las personas fallecidas en Almagro, disponiendo de coches destinados a los deudos y personas de acompañamiento, servicio que se efectuaba diariamente, mediante dos viajes en horas de la mañana y dos en las de la tarde.
Se distinguían tres categorías de servicios: el de primera, con toda la pompa y en horario a convenir; el de segunda, más modesto, en determinados horarios y el de tercera, gratuito, para cadáveres provenientes de hospitales, asilos y de la policía, así como también para los pobres que no podían costearlo. Este servicio funcionó hasta más allá de 1890. La formación del ramal ferroviario a Chacarita estaba conformada por la locomotora “La Porteña”, vagones chata con los ataúdes estibados tapados con una lona negra y cerraba la formación un coche de pasajeros donde iban los familiares y deudos de los fallecidos para darles su último adiós en el cementerio.
Aquel cortejo era conducido en horas de la noche por el maquinista John Allam –el mismo que condujo “La Porteña” en el viaje inaugural del ferrocarril 14 años antes, el 30 de agosto de 1857–, quien al tercer día de ejecutar tan valeroso y arriesgado servicio se vio contagiado por la peste que transportaba y falleció a la temprana edad de 36 años de esta terrible y mortal enfermedad, siendo él mismo uno de los tristes pasajeros de este funesto convoy.
Vale pensar en cuántos verdaderos patriotas han dado su vida silenciosamente, sin pedir nada a cambio y sin una clara visión de reconocimiento de parte de las autoridades –que abandonaron rápidamente la ciudad–, sin mostrar un poco de humanidad y sensibilidad a un asunto de tanta gravedad como es la muerte de un operario que realizando un trabajo de tan alto riesgo dejó a sus hijos y viuda en la más absoluta indefensión.
Por entonces no existían leyes laborales ni sociales que amparasen a la familia, lo más que el Estado de la provincia llegó a hacer, a pedido del directorio del ferrocarril, es prorrogarle unos meses de sueldo a la viuda, la que pasado ese tiempo debió arreglárselas con sus hijos a la buena de Dios, y nunca más se supo que ha sido de esta sacrificada familia.
En el decreto fechado el 8 de junio de 1871, el gobernador de la Provincia indicaba: “Habiendo fallecido de la fiebre amarilla el Ingeniero maquinista del ferro-carril del Oeste, D. Juan Allam, cumplidamente los deberes de su empleo, aun en las circunstancias más difíciles por las que ha pasado esta Provincia; y considerando además, que la familia de dicho finado ha quedado en la pobreza, no teniendo por consecuencia medios propios para vivir, y siendo justo premiar en los inmediatos deudos del Ingeniero mencionado los buenos servicios que ha prestado, el Gobierno resuelve acordar a la esposa de D. Juan Allam seis meses de sueldo como socorro, cuya suma se imputará a la cuenta de los gastos causados por la epidemia”.
Sin desmerecer las virtudes del Ingeniero Ringuelet, que no pasa inadvertida para el Gobernador, quien premia con la suma de $ 12.000 al jefe del Ferrocarril por realizar la labor del ramal en tiempo récord, no se puede dejar de comparar éste con la compensación dada a los deudos del maquinista que diera su vida, a quienes solo asistieron con seis meses de sueldo, que significaban en total un monto de menos de la mitad que el premio otorgado al Ingeniero. 


      Tranvía fúnebre que salía de Corrientes 
               y Medrano hasta Chacarita


Éste fue un capítulo penoso, aunque necesario de recordar, que no puede quedar fuera del historial barrial.
 En aquel primer cementerio de la Chacarita se llegaron a cremar 564 cadáveres en un día, bajo condiciones de higiene mínimas, que a su vez costaron la vida de 14 empleados. Finalmente, los olores y la falta de salubridad –que molestaban a los vecinos del barrio– llevaron a la clausura del lugar en 1875.
Por otro lado, también aquel 14 de abril, sin pompas ni actos oficiales, solo atendiendo a la extrema necesidad de una epidemia como ninguna en toda la historia de la Nación, se inauguran tres obras fundamentales: el aludido Cementerio de la Chacarita, el ramal del ferrocarril que debería llevar los cadáveres hasta su descanso final, y otro ramal del FCO, a lo largo de la avenida Centroamérica (hoy Pueyrredón), el del Muelle de Las Catalinas, fundamental para vincular al ferrocarril con los pasajeros inmigrantes que llegaban para poblar nuestro amplio territorio, a quienes por razones de salud fue necesario derivar con urgencia a los pueblos de la campaña, evitando así las muertes que por este terrible flagelo sufría la ciudad.
A partir de 1887 las inhumaciones comenzaron a realizarse en el cementerio “Chacarita la Nueva”, por lo que los cadáveres fueron exhumados del viejo cementerio y llevados al osario del nuevo. El 30 de diciembre de 1896 se denominó a este cementerio como “Cementerio del Oeste”, aunque siguió conociéndose popularmente como “de la Chacarita”, por lo que una ordenanza del 5 de marzo de 1949 lo renombrará definitivamente de esta forma.
El cementerio antiguo fue clausurado en 1875, pero siguió funcionando hasta el 9 de diciembre de 1886 cuando el Arq. Ing. Juan Antonio Buschiazzo concluyó los trabajos de diseño del nuevo Cementerio General. La distribución adoptada en éste, su aislamiento por medio del gran boulevard de circunvalación externo e interno, la amplitud de las calles y su dirección en todos los sentidos del cuadrante, sus numerosas plazas y la profusión de árboles distribuidos en todas ellas, posibilitan la ventilación, ayudan en higiene y propician la comodidad del tránsito.
Concluye aquí una parte de la historia del barrio tal vez la más trágica y lamentable, también los orígenes del tranvía fúnebre y los antecedentes iniciales del actual cementerio de La Chacarita, que por una paradoja lleva el nombre de una antigua quinta de veraneo que utilizaban los estudiantes del colegio jesuita de San Ignacio.

 Miguel Eugenio Germino

Fuentes:
--Casella de Calderón, Elisa, Calle Corrientes, su historia en cinco barrios (2ª parte), Revista Buenos Aires nos cuenta n° 8, abril de 1988.
--https://www.elhistoriador.com.ar/la-fiebre-amarilla-en-buenos-aires/
--Llanes, Ricardo M. El Barrio de Almagro – Cuadernos de Bs.As. 1968
--https://www.lanacion.com.ar/sociedad/cementerio-chacarita-nid2341758
--https://www.facebook.com/notes/403229869872013/Martin Delprato
--https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cane.htm





LA PLAZA ALMAGRO Y EL CORONAVIRUS


La Plaza Aalmagro, el coronavirus y las calles: Perón, Sarmiento, Bulnes y Salguero

EL MONUMENTO CENTRAL DE LA PLAZA

La situación que atraviesa nuestro país por el COVID-19 es de público conocimiento. Junio es otro mes en el que las limitaciones y los cuidados siguen presentes, y junto a ellos, las ganas de poder dar un paseo por lugares públicos.
En Almagro, los vecinos y los transeúntes habitualmente pueden disfrutar de la Plaza Almagro, un pulmón de hojas verdes y aire puro entre todos los edificios y las exigencias de la ciudad.
Este espacio público, así como todas las calles, mezclan años, protagonistas e historias en tan sólo intersecciones. A nuestra plaza, la rodean las calles: Domingo Faustino Sarmiento, Juan Domingo Perón, Jerónimo Salguero y Bulnes (en honor a Eduardo Pérez Bulnes).
En estos días, los vecinos sólo podemos verla del lado de afuera. Sin embargo, quizás, rejas para adentro, estas cuatro personalidades puedan encontrarse en la tranquilidad de la soledad y empezar a dialogar sin interrupciones. ¿Cómo sería ese diálogo?
Posiblemente se lleve a cabo frente al Monumento de la Bandera, justo en el centro de la plaza, ya que todos han hecho algo por la patria.


LAS CUATRO CALLES QUE LA RODEAN 


Domingo Faustino Sarmiento: ¿Algo? Yo propuse muchos cambios para mejorar la educación de nuestra nación, entre ellos, proyecté una educación pública, gratuita y laica, y para 1871 ya estaba circulando la ley de subvenciones, que permitió una enseñanza sin sucesión directa. Esto hizo que se crearan 800 nuevas escuelas.
Juan Domingo Perón: Yo de eso sé mucho, y en parte es gracias a usted. Durante mis primeros dos mandatos como presidente, allá por las décadas del 40 y 50, logré acercar el estudio a las clases media y baja. En mi gobierno aumentó más de medio millón de alumnos inscriptos a la escuela primaria y alrededor de 250.000 en estudios secundarios.
DFS: Lo felicito, la educación siempre primera. En mi caso, fundé los colegios nacionales de La Rioja, San Luis, Jujuy, Santa Fe, Corrientes, Santiago del Estero y Rosario. También vi conveniente crear escuelas de agronomía en Mendoza, Tucumán, San Juan y Salta.
JDP: ¡Es usted brillante, presidente! No quiero dejar de mencionarle que también logré que la educación universitaria esté al alcance de todos. De hecho, para 1956, Argentina era el país con más estudiantes universitarios en Latinoamérica.
DFS: Regio. Qué bueno ver que todo se dio así. Pero, ¿qué les pasa a Salguero y a Bulnes?
JDP: Seguramente sea algo que quedó sin resolver en la época de la Independencia.
Jerónimo Salguero: Así es, ambos tuvimos el honor de ser miembros del Congreso de Tucumán como diputados por Córdoba.
Eduardo Pérez Bulnes: Quedamos en la historia, ya que firmamos el acta de Independencia.
DFS: ¡Son dos héroes! ¿Por qué tienen diferencias?
EPB: Es debido a que nunca estuve de acuerdo con la postura de trasladar dicho congreso a Buenos Aires. Luego de esa decisión, me sacaron.
JS: En cambio yo lo acepté y me quedé, de todas formas, no podemos dejar de reconocer que ambos le aportamos a nuestra patria un respaldo importante.
DFS: Esa última conclusión es con la que me quedo, todos hemos aportado algo, con virtudes y defectos, y por alguna razón han juntado nuestras calles bordeando una plaza en donde flamea una bandera argentina.

                                                                  Lucas Giannotti





RADIO LA VICTORIOSA



Una radio comunitaria que contempla las necesidades de los vecinos 

 
EL ELENCO DE LA EMISORA


Situada en Almagro, en el local a la calle de Díaz Vélez 4143, Radio La Victoriosa constituye una experiencia valiosa y fructífera que trae una ráfaga de aire fresco para el barrio. Fue creada en 2015, después del triunfo de Cambiemos que consagró a Mauricio Macri como presidente de la Nación. En ese contexto, era necesario que hubiera una voz alternativa, una voz distinta en la Comuna 5. Se trata de una emisora con contenido político, identificada con el Frente de Todos. De todas maneras, por ello no deja de ser un medio plural.
“Cuando fundamos La Victoriosa la idea era trabajar por la unidad del peronismo. Faltaba una radio comunitaria y en ese momento todos los medios estaban dentro del oficialismo, que era el Pro. Entonces empezamos a trabajar planteando firmemente el tema de la unidad. Bautizamos a la radio La Victoriosa porque más allá de haber perdido las elecciones queríamos remarcar que no estábamos vencidos sino que íbamos a seguir, íbamos a trabajar para la unidad y para volver a estar en el poder”, asegura con convicción Leonardo Chazanowski, fundador y actual responsable de la emisora junto a Miguel Calabozo. Los ejes sobre los cuales gira la labor de la radio son la unidad del Frente de Todos y el proyecto de una patria libre, justa y soberana. La Victoriosa postula que sin independencia económica, no hay posibilidad de justicia social.


EN PLENA LABOR INFORMATIVA BARRIAL

La emisora funciona en un local que pertenecía a la agrupación de la dirigente peronista Juliana Marino. Como militante de esa corriente, Chazanowski era responsable del lugar. De esta manera, cuando en 2015, desde el Ministerio de Seguridad, le cedieron unos equipos que ya no iban a ser utilizados, decidió junto a otros vecinos instalar La Victoriosa allí.
Al margen de su ideología, la faceta interesante que presenta La Victoriosa es que se trata de una radio comunitaria, creada y gestionada por los vecinos. Chazanowski, por ejemplo, es un almagrense muy activo, integrante de la Comisión de Vecinos por la Salud Gratuita y de la Comisión de Salud del Consejo Consultivo Comunal 5. Otros miembros de la emisora participan en la Comisión de Cultura del citado Consejo. El staff de la radio lo componen doce personas, entre ellas algunos profesionales como dos neurólogos militantes de la corriente peronista Resistiendo con aguante, una odontóloga y una oftalmóloga.
A diferencia de la mayoría de las radios, La Victoriosa no se estructura en base a una grilla de programas sino que su contenido se cimenta en columnas semanales dedicadas a las diversas áreas de la actualidad. Así, el comentario político está a cargo de Roberto Lago periodista de la Agencia Télam, y la economía, de Fabián Quintero. En tanto, el Dr. Javier Saggese se dedica al tema de la salud, Pablo Cesaroni referente de la Comuna 5 a la educación, y Miguel Calabozo a las luchas populares. Claudia Gandolfo se ocupa de las efemérides y hace la locución. Los operadores técnicos son Chazanowski y Quintero.

UNO DE SUS PROGRAMAS

Entre las columnas merece destacarse la de educación, en la cual Cesaroni se refiere a las falencias del sistema escolar de la ciudad, por ejemplo, respecto a la comida que se distribuye en las escuelas, y realiza propuestas como la tarjeta escolar alimentaria. A su vez, alude a las obras que deberían hacerse. Por su parte, el Dr. Saggese efectúa un análisis pormenorizado de la situación sanitaria porteña sobre todo frente a la emergencia determinada por la pandemia del coronavirus. Es original la visión popular de la economía que plantea Quintero, poniendo el foco sobre las necesidades de los trabajadores. En general, todas las columnas son sesudas y consistentes, y sirven de disparador para reflexionar acerca de la actualidad tanto nacional como de la ciudad.
Normalmente la radio tiene streaming, trasmite música y los contenidos de la semana las 24 horas. Los miércoles está al aire en vivo cuatro horas con las diferentes columnas, material que luego se edita, se carga en Radioteca.net y finalmente se sube a Facebook. En estos tiempos de cuarentena, cada integrante envía su columna desde su casa por whatsapp, audio que es transformado a formato mp3 y subido a las redes.
La radio suele contar con invitados de fuste como dirigentes políticos y sindicales, embajadores, periodistas renombrados. Está presente en todas las movilizaciones del barrio trasmitiendo en vivo desde Facebook e integra la organización barrial Cultura Almagro.
“La radio tiene una buena recepción por parte de los vecinos. Si no hubiéramos tenido una buena devolución desde afuera, no la hubiéramos podido sostener todo este tiempo. Por ejemplo, durante la campaña electoral entrevistamos a todos los candidatos a comuneros, trasmitiendo lo que ellos querían hacer si ganaban, desde su lugar de comuneros. Venimos trabajando con todas las organizaciones. Como la radio está en un local a la calle, mucha gente se acerca y nos plantea que quiere tener su espacio. A cualquier vecino que viene primero le hacemos una entrevista y después si sigue participando puede tener su columna sobre el tema que le interese”, explica Chazanowski.
Desde el punto de vista económico, el proyecto se mantiene a pulmón, entre todos los integrantes de la radio van aportando lo que pueden. Sin embargo, la emisora está más vigente que nunca, se mantiene altiva en el éter. ¿Cuál es el secreto de ese éxito? Seguramente porque La Victoriosa es expresión genuina del pensamiento y las necesidades de los vecinos, quienes ven a este medio como un par.

                                       Laura Brosio