lunes, 30 de marzo de 2020

PRIMERA PÁGINA - ABRIL 2020 - Nº 298

SALIÓ EL Nº 298 DEL ABRIL DE 2020 



EN ÉSTE NÚMERO

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POR LAS RAZONES QUE SON DE PÚBLICO CONOCIMIENTO Y FUERZA MAYOR PRIMERA PÁGINA NO ESTARÁ ÉSTE MES DE ABRIL  --SEGURAMENTE --EN SU EDICIÓN PAPEL DESPUÉS DE MÁS DE 26 AÑOS DE NO HABER FALLADO NUNCA POR LO QUE PEDIMOS DISCULPAS A NUESTROS LECTORES, ANUNCIANTES Y SUSCRIPTORES -
ESPERAMOS SE PUEDAN REGULARIZAR NUESTRAS EDICIONES  TAN PRONTO SEA POSIBLE.
A TODOS GRACIAS Y DISCULPAS



EDITORIAL - ABRIL DE 2020 Nº 298






“EL AMOR EN TIEMPOS DE CÓLERA” DEL LAUREADO ESCRITOR COLOMBIANO GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ  (1927-2014),  NOVELA ESCRITA EN 1985, es un modelo a tomar en éstos momentos en que debe primar la vida por sobre la muerte,  la solidaridad  por sobre el egoísmo, terminar con  el individualismo, brindarse al otro, ¡respetarlo!.
El amor, es el argumento que más sobresale, en la novela, desde el mismo título de la obra,  que tiene como discurso el tema del amor, aunque más de la veces mezclado con la muerte, como un binomio que nos dice que donde esta uno, el otro desaparece; El amor en tiempos difíciles, es el amor  sobreviviente  a las dificultades, que se sobrepone a las circunstancias o acaba con ellas
Está ambientada en algún pueblo de la costa norte de Colombia, durante finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, y se centra en la vida amorosa de una mujer llamada Fermina Daza, debido a que fue obligada, cuando muy joven, por su padre, dejar a su novio, Florentino Ariza.
Para alejarla de su primer amor la llevó de viaje, y es el comienzo de  ésta larga historia. Donde también se incluye el problema de la soledad – título de la primera gran novela del autor; “Cien años de soledad”, o “El coronel no tiene quién le escriba” 
Ésta  cautivante ficción del escritor colombiano-mexicano Gabriel García Márquez,  fue a su vez el sustento para la realización de la película "Love in the Time of Cholera", 2007, con una adaptación en tiempo, lugar, personajes y situaciones similar a la novela original.
El tema del amor, ambientado en tiempos de “peste”  fue un tema que padeció la humanidad, que la vivió  siempre a la defensiva, nunca a la ofensiva – reaccionando cuando  ésta ya estaba encima  y viene a cuento hoy trasladado  al mundo del año 2020, acosado por el terrible “Coronavirus”.
Es imposible predecir el futuro, pero si es posible tomar medidas para contrarrestar  sus consecuencias (que adquiere proyección mundial). Algunos países, como China por ejemplo,   está logrando  detener la enfermedad, y otros que la subestimaron, hoy recogen los resultados adversos.
Argentina, afortunadamente, tomó la cuestión a tiempo, y a falta de vacunas para atacar la pandemia tomó una decisión simple pero válida, que requiere la comprensión y hasta el sacrificio del aislamiento, (el slogan “Quedarte en tu casa” que puede emparentarse con la soledad… la angustia… pero  es  más que necesario que todos la comprendan y la cumplan, antes de que la situación se agrave y sea tarde.
Defender la vida por sobre la muerte, la vida sobre los mezquinos intereses económicos. Detener el avance de la enfermedad, es la consigna que prima.
Sin embargo, sorprende la incomprensión, el desafío y hasta la burla de algunos, lo que pone en riesgo a todos.
No sabemos hasta donde, ni cuando se logrará el control, el amesentamiento y la reversión de la enfermedad, pero vemos que las autoridades tomaron el asunto “en serio”, aunque  deben ser los habitantes, --todos-- los encargados de adquirir la conciencia necesaria de “cumplir y cumplir, por dos si es necesario, concientizar y concientizar, también por dos…
Es al menos hoy la única arma, con que se cuanta. 
Para ello se debe dejar de lado, se vuelve a repetir, el individualismo y el egoísmo, cosa que no es fácil pero si es posible. Y recurrir quien más sabe para sacar conclusiones, los clásicos de la literatura como García Márquez y muchos otros, son de gran ayuda. ¡¡¡Aprovechémoslos!!!
Por razones obvias, no sabemos cuándo llegaremos a nuestros lectores—al menos en el formato gráfico—después de 27 años ininterrumpidos de haberlo hecho mensualmente, pero estaremos –sin falta-- en la versión digital. 
                                                                                                                                        Hasta la próxima




PAPEL PRENSA ATACA DE NUEVO


NUEVAMENTE “PAPEL PRENSA” AL  ACECHO



 Como una vuelta de tuerca más, “Papel Prensa” vuelve a aumentar los valores del papel que utilizamos los periódicos barriales. Nos acaban de comunicar desde la rotativa, donde imprimimos, un aumento considerable del orden del 26% en la ya compleja y preocupante situación financiera del periódico, tal vez la más compleja dadas las complicadas circunstancias que a su vez vive el país, sus habitantes y cada uno de nuestros anunciantes.
Nos llama la atención en momentos en que se congelaron tarifas, combustibles y el dólar está casi planchado, pero Papel Prensa tiene la sartén por el mango y “lo tomas o lo dejas”, ésa es la cuestión.
El problema del abastecimiento del papel para la pequeña prensa barrial, manejado por un monopolio, lo venimos denunciando desde siempre, aunque nunca fuimos escuchados.
Debería haber un costo diferencial para los medios barriales gratuitos.




Es una pena que tras 26 años y medio en contacto con nuestros lectores, Primera Página no pueda continuar, pero “la única verdad es la realidad”, y ésta es la nuestra en este triste momento en que estamos evaluando seriamente y buscando alternativas, que son escasas, aunque no imposibles.
Como el rezan los proverbios: “cada cual atiende su juego” y “sálvese quien pueda”, no es de extrañar en momentos en que los especuladores no solo de ahora, sino de siempre, están a la orden del día. El tema de los precios y la especulación es hoy otro de los grandes asuntos irresueltos por el gobierno.
 Veamos si no lo que ocurre en la emergencia: la falta y los precios del alcohol en gel y los barbijos; y además la actitud de los grandes popes del campo, que no quieren resignar nada; el precio de la leche y del pan, difícil de poner en las mesas, etc.
Estamos en la pelea, pero no queremos dejar de comunicar la realidad de la situación a nuestros lectores, anunciantes y amigos que nos vienen “bancando” en nuestra historia.
¡Daremos pelea y buscaremos una solución, que aunque difícil no es imposible!

Consejo de Redacción



La ley 26.736 que declaró de utilidad pública la fabricación de pasta de celulosa modificada por Cambiemos en el año 2018, declaraba de interés público la comercialización de papel para la prensa. Los objetivos son muy claros. Por un lado, Papel Prensa les vende al mismo precio a todos sus clientes, sin importar la cantidad que éstos adquieran, a partir de una tonelada. Por el otro, evitaba que los diarios Clarín y La Nación, accionistas mayoritarios de Papel Prensa, se auto-vendan el insumo a un precio diferenciado para obtener ventajas competitivas frente al resto de los medios gráficos. Los medios barriales gratuitos son los principales afectados y el Gobierno nacional debe intervenir para solucionar esta grave desventaja monopólica, estableciendo un precio diferencial para éstos.




LA CASA DE LA PALMERA


La historia fatídica de La casa de la palmera de Riobamba 144

FRENTE DE LA  CASONA DE RIOBAMBA 144


Buenos Aires guarda en su rico pasado, miles de historias y leyendas, comprobables unas, rondando la fantástico otras, que integran su identidad, como es el caso de esta casona del barrio de Balvanera, aprisionada hoy entre dos edificios, en la calle Riobamba 144, a escasos metros del Congreso Nacional.
Este chalet de fines del siglo XIX, casi inadvertido a los ojos del transeúnte desprevenido, conserva una de aquellas historias irrepetibles de capítulos escalofriantes, donde su frente resiste casi oculto por una frondosa palmera centenaria, que fue expandiéndose hasta cubrir casi por completo el pequeño jardín delantero, tapando la visibilidad del lugar. Es una de las tantas rarezas del barrio, del que vale la pena conocer sus secretos.
La mansión cuenta con ocho ambientes, que incluyen dos amplios salones con hogares de ladrillos refractarios, de notable belleza, a los que se agregan tres baños, patios interiores, terraza, una buhardilla y un sótano, todos dispuestos en una laberíntica conformación, compuesta por varias escaleras.


Se inserta en el estilo ecléctico francés, rápidamente exportado a toda Europa, Rusia y los Estados Unidos. Este estilo se manifestó entre los años 1860 y finales de los años 1920, con un remate de buhardilla en el que lucen unos llamativos mascarones, cuyas pétreas cabezas masculinas de bocas y ojos bien abiertos, emplazadas en el frontispicio, le aportan un clima de secreto adicional a las leyendas que se tejen del lugar, que no están exentas de ruidos misteriosos, magnificados por las murmuraciones que se fueron propalando con el correr de los tiempos.
El palacete encierra curiosas historias sin confirmación, algunos lo comparan con los escenarios principales de la misteriosa mansión barcelonesa del bestseller “La sombra y el viento” de Ruiz Zafón, y otros la consideran fuente de inspiración del célebre cuento de Cortazar “Casa tomada”.
Perteneció originalmente a la aristocrática familia Ortiz Basualdo, quienes edificaban sus suntuosos palacetes al estilo y los gustos de la vida de la belle époque porteña, donde se realizaban tertulias rutilantes en sus salones y patios, documentadas en viejas fotos publicadas en sociales de los diarios de la época.

UNO DE LOS VARIOS  PASILLOS  INTERIORES

Posteriormente la propiedad pasó a Marcelina Irigoyen de Rodríguez y más tarde hacia los años 1930 a Catalina Aurelia Espinosa, viuda de Galcerán, un médico catalán de destacada actuación durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871. La viuda, que contaba con una considerable fortuna heredada de sus padres y de su difunto esposo quien le dejó una importante pensión por sus heroicos actos durante la fiebre amarilla, compró la casa, atraída por su estilo de petit hotel francés. Su interés principal era de tener una casa grande porque tenía seis hijos, cinco varones y una mujer: Elisa, muy religiosa, a tal punto, que iba a misa todos los días y siempre visitaba un taller de biblia que se daba en la parroquia de Nuestra Señora de Balvanera, a escasas cuadras de su casa, y hasta contaba en su habitación con un mueble oratorio propio.
Los hijos varones no tuvieron necesidades, por lo que pudieron dedicarse a sus estudios sin necesidad de trabajar. Todos terminaron una carrera, cada uno cultivó una profesión diferente: arquitecto, médico, escribano, ingeniero y abogado, aunque ninguno conformó una familia ni se apartó de la casona, manteniendo vidas deportivas, plenas de éxitos y romances, criticados como licenciosos a la vista de su devota hermana Elisa, que además trabajaba como taquígrafa en el Congreso Nacional.
Ya anciana, la muerte le llegó a la madre, ninguno de los varones tenía intención de dejar la vivienda, no querían tener que hacerse cargo solos de una casa. Fue Elisa, como única mujer, que se encargó de las tareas domésticas y administrativas del hogar, ayudada por la infaltable ama de llaves.
La habitación de la madre fue clausurada, sin tocar nada de lo que había adentro. A partir de entonces lo que más irritaba a la única mujer Galcerán, era La vida libertina de sus hermanos que iba en contra de sus propias creencias y de lo que su madre siempre trató de inculcar. Además de no ir a misa como pregonaba la progenitora, algunos se consideraban ateos. Elisa no podía tolerarlo.

UNA VISTA NOCTURNA DEL PALACETE

 Elisa tenía que preocuparse de supervisar las tareas de la casa: comida, limpieza y lavandería, si por algún motivo la empleada doméstica se equivocaba al ordenar la ropa, quien recibía la reprimenda era Elisa, lo mismo sucedía con la comida, si no estaba bien preparada o no era lo que los hermanos querían.
Todos recibieron su parte de la herencia del padre, que era una considerable fortuna que les permitía continuar su vida holgada, sin trabajar. A Elisa, le molestaba que ellos no trabajaran, no por el dinero sino por la dignidad de la familia.
Con el paso de los años, los hermanos varones se fueron muriendo, en diferentes accidentes y tras cada deceso Elisa cumplía con un rito inexorable, cerraba para siempre la puerta de la habitación del hermano fallecido, dejando adentro, al igual que la habitación de la madre, todos los objetos personales.
Su autoridad era indiscutible y el resto de los hermanos no se atrevían a contradecir su voluntad. Mientras ella viviera nadie volvería a cruzar el umbral de la habitación clausurada, sin importar el polvo ni las telarañas, convertida en una verdadera tumba urbana en pleno corazón de Buenos Aires, así se fue cumpliendo el rito hermano tras hermano.
De esta forma, la mansión iba reduciendo sus espacios, acotada por la memoria de los muertos. De todas la habitaciones existía una en el subsuelo, que era la más pecaminosa y la que más le inquietaba a Elisa, se la conocía por “la pieza en la que no se puede entrar”, allí era el lugar que su hermano médico mantenía sus encuentros amorosos con Mercedes White, la mucama de origen inglés.
Cuando éste, el último de los hermanos falleció, tras el velatorio fueron dos las habitaciones que debió clausurar Elisa, la del médico y “la del pecado”, en el subsuelo. De riguroso luto, miró por última vez aquella habitación decorada con carpetas de macramé y dibujos eróticos, lujosamente enmarcados.

SU ACTUAL EMPLAZAMIENTO RODEADO DE EDIFICIOS

A sus espaldas, también aquella puerta se cerró para siempre, clausurada con un pesado candado de bronce, cual tumba faraónica, puso el brazo sobre el hombro de la mucama Mercedes acongojada amantey silenciosamente ambas se alejaron de aquel sector de la casa. Miss White continuó viviendo en la casona hasta su muerte, ya en plena ancianidad, amparada por el carisma de la autoritaria dueña.
Finalmente también a doña Elisa le alcanzó el destino inexorable, aunque ella no se entregó fácilmente, enseñó taquigrafía y además de sus obras piadosas, rezaba a la memoria de sus cinco hermanos y de la pecadora mucama, fue perdiendo la vista y se vio obligada a depender de quien le leyera los diarios, a la par que realizaba ejercicios nemotécnicos a fin de no perder su poderosa memoria.
Finalmente el 22 de julio de 1992, a los 93 años, Elisa se apagó para siempre y con ello también el último eslabón de esta apasionante historia, de amor, lujuria, recelos y religiosidad, entre las vidas opuestas de los habitantes de la casona, que entra en una nueva etapa judicial, esta vez para dirimir la herencia de la misma.
Esta extraña mansión de Balvanera pasó a ser propiedad del traumatólogo Carlos Rossi, que la heredó de su madre y la puso nuevamente en venta.
En 1997 funcionó una escuela primaria que se llamaba, paradójicamente, “Puertas abiertas”. El sereno jura haber visto fantasmas y dice que las puertas siempre se cerraban solas, violentamente. En 2005, el Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS) logró alquilarla se dice que muy por debajo de su valor para poner el Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx.
 Sin embargo, quienes habiten esta casona no podrán ignorar la larga historia de la familia Galcerán, y más precisamente a la devota Elisa, que fue enterrando uno a uno a sus cinco hermanos clausurando definitivamente cada una de las puertas de sus dormitorios.
Hay quienes afirman que en la casa, especialmente durante las noches, se escuchan ruidos raros y existen también los que afirman la existencia de los fantasmas de los hermanos de Elisa, muertos. Algunos sostienen que fueron envenenados, uno a uno por su devota hermana, en reproche de sus vidas libertinas, sin embargo nadie conoce la profunda verdad de aquella familia que se fue extinguiendo en el tiempo.

 Miguel Eugenio Germino


Fuentes:
-Bouillon, Willy G., Los fantasmas de la casa tomada, La Nación, julio de 2004.
-En este artículo colaboró con jugosa información la señora María Isabel S. de Coni Molina, de la Junta de Estudios Históricos de Balvanera, a quién agradecemos su aporte.







TEATRO EN EL BARRIO: AGAMENON


“AGAMENÓN” de Esquilo

Adaptación de Ingrid Pelicori. Idea y Concepción Manuel Iedvabni. Dirección de Manuel Iedvabni y Pablo Flores Maini.

Manuel Iedvabni


Dedicamos este espacio a Manuel Iedvabni cuya desaparición física ocurrió el pasado 31 de enero, dejando una obra con dirección compartida con Pablo Flores Maini. Su trayectoria fue tan larga como exitosa. Maestro de maestros, no sólo fue director del Teatro IFT, sino también ganador de premios y Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Esquilo (525/524 a. C.- 456/455 a. C.) y la Tragedia Griega

Esquilo fue un dramaturgo trágico griego predecesor de Sófocles y Eurípides. Los historiadores de arte antiguo lo consideran como el primer gran exponente de la Tragedia Griega. En las Fiestas Dionisíacas o Dionisias que duraban varios días, según la mitología eran festejadas por el Dios Dioniso, acompañado de Faunos, Ninfas de los bosques, varios personajes mitológicos con música, bailes y representaciones. Esto fue tomado por los habitantes de la Grecia Antigua como un momento de festividad al inicio de la cosecha y eran acompañadas por el Ditirambo, coros espontáneos que cantaban estribillos. En Atenas, por su ubicación geográfica, se convirtieron en un ámbito para expresar distintas actividades artísticas, entre ellas el teatro. En ese ambiente se conformaron las competencias teatrales, en las mismas cada autor debía presentar 4 obras. Esquilo ganó aproximadamente en el 458 a.c. su premio. Estas obras eran “Agamenón”, “Las Coéforas” y “Las Euménides” que conforman la Trilogía de la “Orestiada” y una cuarta “Proteo” drama satírico, para así completar las 4 obras. Esta última parece no haber sido recuperada.
El Teatro de la Grecia Antigua estaba conformado no sólo por un actor o dos que eran de sexo masculino, también por un coro de15 jóvenes y niños, éste es un elemento singular del teatro griego antiguo. El corifeo representa al coro y además de dirigirlo habla en su nombre en las partes recitadas e interactúa, si la obra lo amerita, con los protagonistas. El coro representa a su vez a los ciudadanos, expresando los miedos, esperanzas, juicios, disconformidad y otros sentimientos de la comunidad cívica, entendida como un colectivo anónimo caracterizado por la moderación y el equilibrio. Los accesorios: máscaras, vestuario y pelucas se utilizaban para representar distintos personajes.


Ingrid Pelicori y Osmar Nuñez



“Agamenón” Primera parte de la Orestíada

La acción: En una escenario despojado observamos como el coro se va juntando de a poco y espera la señal de la llegada de Agamenón, como héroe victorioso de la Guerra de Troya. Su esposa Clitemnestra, quien le prepara un gran festejo y agradece a Zeus, también acepta la llegada de la concubina del victorioso, Casandra, hija de Príamo y hermana de Paris y Héctor. Apolo le concedió poderes oraculares pero la castigó para que sus dichos nunca fueran creídos. Ella profetisa que las Erinias habitan en el palacio y que se hará justicia, ya que los pecados concebidos por el reino de Argos y su Rey Agamenón serán motivo de más sangre derramada junto con la propia. El coro nos da una visión humana de la guerra: las urnas de ceniza que vuelven en vez de los guerreros que marcharon, causando la ira del pueblo. Habrá una sucesión de crímenes donde la idea de justicia es expuesta como sinónimo de injusticia y que finalmente el castigo llegará por la impiedad de los sucesos que se van generando y que tratan de la vulneración de normas tradicionales referidas a la familia, la hospitalidad, filicidio, adulterio, venganza, asesinato y también la expedición contra Troya como un atentado a la vida.
El elenco: Ingrid Pelicori es Clitemnestra, Casandra y Coro. Es casi irreconocible entre la primera y la segunda y luego de prestar atención al coro allí se la verá también reclamando y participando. Actuaciones perfectas en cada uno de los personajes. Osmar Núñez es Agamenón, Egisto (amante de Clitemnestra), Vigía, Mensajero, Corifeo y Coro. Una actuación memorable en todos sus roles. Los dos artistas de inmensa trayectoria se potencian en la reciprocidad permanentemente.
El coro: Ingrid Pelicori y Osmar Núñez replicados por la magia de las nuevas tecnologías dirán frases como: “Toda victoria tiene un doble rostro, el glorioso y el del exceso que trae la ruina”, “no sea yo un destructor de ciudades”.

Clitemnestra

La dirección: de Manuel Iedvabni, quien es responsable de la idea y la concepción del espectáculo, y Pablo Flores Maini, está concebida como en una puesta del teatro épico respetando las formas de la tragedia griega. Dos años de trabajo e investigación no sólo para analizar el texto, si no para remarcar algunos de los aspectos humanos que tienen que ver con la idea del héroe y su voluntad, la mujer-objeto de cambio, invisibilidad y pertenencia, las venganzas provocadas por la desmesura del hombre como único factor dominante, la injusticia de la guerra y otras cuestiones. También con un estudio de la utilización de medios muy actuales para la visualización de un coro que sólo son dos personas que se replican en una pantalla gigante. Y aquí la conclusión del mismo Iedvabni… esta realización es una metáfora de lo antiguo y lo vigente que desarrolla la obra.
Ficha técnica: Vestuario y diseño de máscaras: Paula Molina. Diseño de luces: Soledad Ianni. Diseño de sonido: Sebastián Zavatarelli. Producción musical: Daniel Curto. Realización de máscaras: Marcela Alonso. Audiovisuales: Pauli Coton. Música original: Silvia Jedwabny. Fotografía: Gabriel Reig. Diseño gráfico: Pauli Coton. Asistencia de dirección: Mauro J. Pérez. Producción ejecutiva: Ale García. Artistas-Artesanos en función de un gran proyecto teatral.

“Agamenón”: un trabajo teatral que quedará registrado en la memoria de los espectadores y así lo determina el público de pie aplaudiendo asombrado no sólo las interpretaciones y lo visto en el escenario. Y también tomar conciencia que a pesar de los siglos pocas cosas han cambiado en la humanidad: la violencia, las guerras, la muerte, las venganzas y la perversidad. Excelente.
Teatro Apolo (ex Lorange), Av. Corrientes 1372, tel.: 4371-9454.

                                                                Lilian Kovalenko




FERRETERÍA NANZER


La tradicional ferretería de Balvanera que es toda una marca

FRENTE DEL NEGOCIO


Al haberse fundado en 1907 y haber estado siempre en el barrio, la Ferretería Nanzer está unida en forma indisoluble a Balvanera. Ubicada en avenida Belgrano 3220, es el negocio más antiguo de la zona y uno de los más antiguos de la ciudad. Justamente, por su larga historia y por pertenecer desde sus orígenes a la misma familia, aquella que le da su nombre, su propietario, Carlos Nanzer, de 72 años, se hizo acreedor de dos reconocimientos en 2018 y 2019, otorgados por la Federación de Comercio de Buenos Aires (FECOBA) y la Asociación Civil Balvanera al Sudoeste (Balsud). En el caso del año pasado, fue distinguido como “Comerciante Referente de la Cultura del Trabajo en la zona”. “Me siento orgulloso por recibir estos reconocimientos. Yo no he hecho otra cosa que cumplir con esa bajada de línea que recibí en la infancia, es decir, el respeto por el trabajo, el cuidar y respetar a aquellos que fueron iniciadores de esta tarea”, expresa Nanzer con humildad.
Los comienzos del comercio fueron en avenida Belgrano 3189, donde funcionó hasta diciembre de 1998. A partir de 1999 se instaló en su ubicación actual. El fundador del negocio fue el tío mayor de Nanzer, quien vino de Suiza a Argentina con apenas 19 años, junto a dos hermanos. Ellos iniciaron su actividad como “almacén de ramos generales”, una especie de polirubro. Con el correr de los años la denominación pasó a ser lo que hoy en día se conoce como “ferretería”. En esa época, como era costumbre, en la parte de adelante estaba el negocio y en la parte posterior, la vivienda.
Al vivir en la parte de atrás del comercio, en la infancia, Nanzer jugaba más en la ferretería que en su casa. Además, el negocio era el tema principal de la charla en las reuniones familiares. Así fue mamando de a poco todos los conocimientos necesarios para atender el local, del cual se haría cargo en 1968 al fallecer su padre.

INTERIOR DE LA FERRETERÍA

Apenas se entra a la ferretería sorprenden las grandes dimensiones del local, que tiene 90 m², y la enorme variedad de productos. “En primera instancia somos ferretería general (herramientas, bulonería, tornillería); en segunda instancia, ferretería semiindustrial con la venta de máquinas eléctricas manuales. Asimismo, tenemos repuestos de sanitarios, gas, electricidad y pintura en forma completa, y materiales de construcción”, explica el propietario.

La disposición del negocio fue ideada por el propio Nanzer. Tomando las medidas correspondientes, fue pensando la forma más adecuada de realizar las instalaciones: la ubicación del mostrador, las vitrinas, las estanterías, el lugar de circulación de los clientes. Hay dos vitrinas con puerta corrediza a los laterales del local donde se exhiben toda clase de productos. Las estanterías están por doquier: arriba de las vitrinas, sobre el mostrador, detrás del mostrador, contra la pared. A esto hay que sumarle los miles de elementos que se encuentran en la parte posterior, en grandes habitaciones que funcionan como depósito. La propiedad tiene en total 550 m² entre la parte de atención al público, el depósito y el sótano, cuya superficie es de 210 m². En este momento se están efectuando refuerzos en el techo del sótano. Una vez terminada esta obra, se van a armar más estanterías en el lugar para poder traer productos nuevos.
“El secreto del buen ferretero es la atención personalizada, que es fundamental, igual que el buen trato. Eso lo aprendí de mis padres. Llega un momento en que el cliente deja de ser un cliente de paso para llegar a ser casi un amigo. En algunos casos con los viejos vecinos del barrio tenemos una amistad a tal punto de saber cómo está integrada cada familia porque toda nuestra vida transcurrió en el lugar”, remarca Nanzer.


LA NUEVA GENERACIÓN

En la actualidad dos de sus seis hijos, el mayor y el menor, son quienes están al frente de la ferretería. Nanzer, quien ya lleva unos años jubilado, va un rato a la mañana y otro a la tarde. Próximamente, asegura, se realizará el traspaso a sus hijos para continuar la línea. “Y si Dios quiere, después van a venir los nietos porque ya están con ganas de participar en el negocio”, afirma con una sonrisa. El local abre de lunes a viernes de 8 a 20 en forma corrida y los sábados, de 8 a 15. Se trabaja permanentemente, inclusive cuando llega el período de vacaciones. Los hijos de Nanzer se turnan en enero y febrero para atender el comercio. En tanto, Nanzer se suele tomar unos días de descanso en marzo.
Afable y de aspecto juvenil, Nanzer es un vecino de Balvanera con todas las letras: “Yo vivo en la zona. Toda mi vida transcurrió trabajando y viviendo en la zona. Cuando me casé, después del fallecimiento de mi papá, empecé a vivir en la parte de atrás del negocio. Después construí mi casa a una cuadra y media de distancia. En el negocio viejo nacieron mis tres hijos mayores, los tres más chicos nacieron en donde vivimos en la actualidad. Siempre trabajamos y vivimos en el barrio y seguimos viviendo y trabajando en el barrio”.
¿Cómo vislumbra el futuro cercano el propietario de la tradicional ferretería?: “Mientras tenga fuerza y energía, y la salud me lo permita, voy a seguir viniendo al local. Progresivamente me voy convirtiendo en ayudante de mis hijos, en un referente. Ellos están más al tanto de todo lo que son herramientas, productos nuevos y modernos, y yo estoy más al tanto de lo que son cosas antiguas. Así como ellos en su momento fueron colaboradores míos, ahora yo soy colaborador de ellos. Se fueron invirtiendo los papeles”.
                                               Laura Brosio