lunes, 31 de octubre de 2022

EL VOTO FEMENINO


                                                      EVITA


EL 11 DE NOVIEMBRE DE 1951 SE PONE EN PRÁCTICA EL VOTO FEMENINO

 

"Mujeres de mi Patria, recibo en este instante, de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo ante vosotras, con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas (…) Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les imponen las leyes a los varones argentinos.”

             Evita

 

 “La historia fue escrita por los varones. La mujer siempre ha sido invisibilizada, aun cuando hubo una amplia participación de ellas en acontecimientos del siglo XX, como la Revolución rusa, la china, la cubana y el proceso de descolonización de África”, remataba Fanny Edelman (1911-2011) en uno de sus discursos.

Desde los albores del siglo XX, y aún desde mucho antes, la mujer libró una despareja batalla por la equiparación de sus derechos cívicos con los del hombre.

Fueron mujeres anarquistas y socialistas las que iniciaron la ardua tarea, entre ellas se destacaron Alicia Moreau de Justo, Fenia Chertkoff, Julieta Lantieri, Elvira Rawson de Dellepiane, y tantas otras, sin embargo, finalmente fue Eva Duarte de Perón la que en 1947 coronará con éxito la larga lucha por el voto femenino. 


                                               JULIETA  LANTIETI

 

 

LA MUJER DISCRIMINADA

 

 El voto femenino fue una faceta más del largo camino de discriminación que ha padecido la mujer en todos los aspectos de la vida, tanto en la historia nacional como universal, al colmo de ser considerada “incapaz” por el Código Civil de 1871.

Recién en 1929 por la ley 11.357 se reforma aquel Código y se le reconoce –al menos formalmente– la igualdad de derechos sobre administración de bienes y patria potestad de los hijos. Sin embargo, no se le reconocen los derechos cívicos, por los que ésta venía pugnando desde antes del comienzo del siglo XX.

Es excepcional el ejemplo de Cecilia Grierson, que obtuvo en 1889 el diploma de médico. Lo fue además la participación que tuvo en el Segundo Congreso Internacional de Mujeres en Londres en 1900 y su inicio en la profesión como personal del Hospital Ramos Mejía. Su retrato cuelga en el Salón Mujeres Argentinas de la Casa Rosada junto al de otras figuras femeninas de la historia nacional, como Victoria Ocampo, Juana Azurduy, Eva Perón y Alicia Moreau de Justo, entre muchas.

Alicia Moreau de Justo nace en Londres en 1885. Llega de muy pequeña a nuestro país, se recibe de maestra en el Normal 1 (profesión asentida para la mujer en una sociedad discriminadora) pero su espíritu inquieto la lleva a arriesgarse en el campo de la salud hasta el punto de graduarse como médica en 1914, un campo en que la mujer solo participaba como enfermera.

Pronto se relaciona con otras luchadoras feministas, tales como Fenia Chertkoff, una mujer de origen ruso radicada en la Argentina y especializada en Pedagogía. Ambas fundan en 1902 el Centro Socialista Feminista y la Unión Gremial Argentina.

Por su parte, en 1905, Elvira Rawson de Dellepiane crea el Comité Pro Sufragio Femenino y es así que, en 1910, año del primer centenario de la Revolución, Buenos Aires es elegida sede del Primer Congreso Femenino Internacional del que participan delegadas de Chile, Uruguay y Paraguay. Allí se reclama con vehemencia el derecho de la mujer a votar. Julieta Lantieri logrará mediante un sonado juicio la carta de ciudadanía, obteniendo así su inclusión en el padrón electoral municipal de 1911. Será la primera mujer en ejercer su derecho a voto.

En 1920 se realiza un simulacro de voto femenino durante las elecciones municipales, participando en él cuatro mil porteñas.


                              ALICIA MOREAU DE JUSTO           

Alfonsina Storni también denunciará desde sus versos los abusos que se cometían para con los derechos de la mujer, colaborando con las causas feministas. Los diputados socialistas Mario Bravo y Alfredo Palacios presentan varios proyectos en el Parlamento sobre el tema, los que son cajoneados casi en forma sistemática. Empero, uno de ellos llegó a ser aprobado por la Cámara de Diputados en 1932, aunque nunca logró sortear la Cámara de Senadores. En apoyo llegaron al Parlamento 95 mil boletas electorales firmadas por mujeres con la siguiente consigna: “Creo en la conveniencia del voto consciente de la mujer mayor de edad argentina. Me comprometo a propender a su mayor cultura”.

Durante el debate se escucharon palabras de aprobación de los socialistas, aunque el diputado ultra conservador Uriburu se atrevió a expresar los siguientes exabruptos: “Cuando veamos a la mujer parada sobre una mesa o en la murga ruidosa de las manifestaciones, habrá perdido todo su encanto. El día en que la señora sea conservadora, la cocinera, socialista y la mucama, socialista independiente, habremos creado el caos en el hogar”. Por suerte el ignominioso legislador se equivocó y hoy la mujer política mantiene y acrecienta sus encantos femeninos.

Fue en 1928 cuando la provincia de San Juan se convierte en la primera jurisdicción que concede el voto femenino, aunque de duración efímera pues la norma fue derogada tras el golpe cívico-militar del año 30.

Nuevos proyectos se presentaron entre 1935 y 1938, en total hubo 22 iniciativas parlamentarias, pero todos terminaron en el fondo de los cajones.

 

EN EL ORDEN INTERNACIONAL

 

En los EE.UU. y en Sudáfrica el desconocimiento del derecho al voto femenino adquirió signos racistas, ya que, tenían derecho a voto las mujeres blancas pero no las negras.

En Nueva Jersey por 1776 como caso fortuito y por un error de concepto, las mujeres fueron autorizadas a votar. En la norma se usó la palabra “personas” en lugar de “hombres”, de modo que accidentalmente pudieron ejercer el derecho a voto; el “error” fue subsanado en 1907 y las mujeres dejaron de sufragar.

                
               INVOCACIÓN A LOS 70 AÑOS


Hay antecedentes de voto femenino en Colombia en 1853, en Australia en 1861 y en Nueva Zelanda en 1893, donde se les permitió votar, pero no ser candidatas.

En 1869 el territorio de Wyoming se transformaría en el primer territorio de los Estados Unidos en instaurar el voto sin diferencia de género, igualmente no pudieron hacerlo ni las mujeres ni los hombres de color.

 

LA APROBACIÓN EN ARGENTINA

 

Recién el 9 de septiembre de 1947, durante el gobierno peronista, se instaura el sufragio femenino mediante la ley 13.010 promulgada el 23 del mismo mes. Desde los balcones de la Casa Rosada, Eva Duarte de Perón realiza el trascendental anuncio, la mujer triunfaba ante las incomprensiones que la había privado durante años de sus derechos cívicos, era el despertar de más de la mitad de la población.

La mujer obtendría entonces la igualdad en el sufragio, es cierto, pero mucho tiempo ha de pasar para que logre la efectiva igualdad frente al hombre, al menos en el ámbito laboral, con igual salario por igual trabajo.

Recién el 11 de noviembre de 1951 debuta el voto femenino en las elecciones nacionales. Es la primera vez en la historia de nuestro país que pudo la mujer expresarse políticamente mediante el voto, así lo hicieron 3.816.654 de ellas. Asimismo, resultaron electas 24 diputadas nacionales y 9 senadoras.

                                             Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

-Pigna, Felipe, Los mitos de la Historia Argentina, tomo IV, Planeta 2008.

-Revista Qué del 29 de agosto de 1946.

-http//html.rincondelvago.com/voto-femenino.html

-http://www.federacionentidades.org.ar/Julieta%20lanteri%20vinculo.htm

-http://www.lafogata.org/10arg/arg3/arg.15.21.htm

-http://www.laguia2000.com/argentina/el-voto-femenino-en-argentina




 

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