viernes, 25 de noviembre de 2022

FIDEL Y DIEGO EMPARENTADOS EN UNA ANECDOTA

 DOS AÑOS DE DIEGO Y SEIS DE FIDEL





Se cumplen hoy el aniversario de su paso a la memoria de dos grandes: los 6 años de Fidel, que encendió la llama que iluminó solitariamente durante muchos años las banderas de la liberación en Latinoamérica y  Diego, dos años de la figura del futbol argentino, y también un poco de la américa toda.

 

Para rendirle homenaje a ambos,  que los emparentó también un mismo ideal social, vale recordarlos con una anécdota de las tantas que tejieron juntos en su larga amistad:

 

Relata, Mariano Israelit, amigo de nuestro querido Diez:

 

 "Nos estábamos por volver de Cuba para el partido despedida, que era un 10 de noviembre y nosotros teníamos pasaje para el 3. Nos agarró el huracán Mitchell, cierran el aeropuerto, todo... Una noche me quedé charlando con Diego y cuando bajé a mi habitación, tipo 3.00, me asomé por el viento y había una palmera que se movía que era impresionante y justo daba a la ventana de Diego.

 

 

En ese momento, Mariano, le hizo una sugerencia a Maradona y se encontró con una respuesta increíble: "Subí y le dije: 'Hagamos una cosa, bajemos tu colchón a mi habitación, si esta palmera se cae, se cae en tu habitación'. Él se asomó y la palmera se movía muy mal, pero no le gustó mi idea. 'Lo voy a llamar a Fidel Castro', tiró. '¿Cómo lo vas a llamar a las 3 y pico de la mañana por un árbol en el medio de un huracán?', intenté convencerlo. 'Él me dijo que cualquier cosa que necesitara, lo llamara. Bueno, lo voy a llamar', insistió".

 

Fue allí cuando el Diez usó el teléfono rojo: "Tenía una agenda con el teléfono de la oficina, el de la gente cercana y, por último, el teléfono rojo. 'Dale, boludo, bajemos el colchón y mañana lo llamás'. Me di vuelta, teníamos teléfono a disco en La Pradera, y enseguida se puso a marcar. Y no va que Fidel lo atiende... 'Mirá estoy teniendo problemas, no sé si estás al tanto, hay un huracán. Comandante, hay una palmera que se me está por caer arriba de la habitación’, le lanzó. ‘Bueno, veo cómo te lo soluciono’, le respondió Fidel. ‘Ahora me lo soluciona’, se convenció Diego. Nos quedamos escuchando música y al rato vi entrar una grúa, bajar a cuatro flacos con una herramienta, la sacaron de cuajo a la palmera y la dejaron acostada con la raíz. Y dijeron: 'Ahora cuando pase el huracán, venimos y la volvemos a colocar'. Fui a avisarle a Diego. 'Te dije, boludo. Fidel es amigo mio', me dijo. No lo podía creer".

 

                                                     Primera Página

                                                           25.11.2022




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