miércoles, 4 de septiembre de 2013

SEGURIDAD



¡SEGURIDAD ERA LA DE ANTES!


MORDIENDOSE LAS UÑAS


No se puede menos que añorar la “seguridad” de antes, de épocas idas, rememoramos hoy las nochecitas estivales de los barrios porteños, cuando no había TV, y los vecinos sacaban sus sillas a las puertas de sus casas para “tomar fresco”, tampoco existía el aire acondicionado, y los ventiladores eran “lujos asiáticos”.
Hoy “la inseguridad” es un tema tabú, estimulado conscientemente desde los medios hegemónicos, llegándose al extremo de una obsesión conducente a un ataque de pánico, que obliga a los más enajenados a vivir encerrados, bajo llaves, entre rejas y protegidos por alarmas.
Es común escuchar el lamento de algunos vecinos el entrar a un negocio tras franquear su puerta cerrada y el clásico “Toque timbre”.
— “¡Cómo hay que vivir!” y… etc., etc., etc.
De más están las lamentaciones si aceptamos complacientes “los adelantos tecnológicos”, que más que al servicio del hombre se vuelcan al de los grandes negociados, sirviéndose de la droga, la violencia, y nuevos etc. etc. etc…
Pero, ¿qué hay detrás de esta era moderna en que vivimos? ¿Profundizamos acerca del porqué de la violencia? Acaso ¿antes no había violencia?
Son demasiadas preguntas puntuales, para rápidas, categóricas y convincentes respuestas. Por lo pronto, lo claro y terminante es que el hombre hoy atraviesa diferentes y modernos desafíos.
¿Hay inseguridad?, claro que la hay, y la hay de diferentes características, el temor a ser asaltado, a ser arrebatado, pero también el temor a ser atropellado por un coche, colectivo o moto, por la desidia de los conductores y también la incertidumbre en la misma vereda deteriorada, convertida en trampa para el tropiezo y una caída infausta.
Analicemos… ¿antes había más seguridad que hoy?, ¿Qué cambió, el hombre, la cultura? No son preguntas fáciles de responder, y no se debe tan solo a un factor. ¿Son los gobiernos los culpables? ¿El ser humano es menos humano que antes?
Tal vez el nivel de comprensión del ser de la época moderna adquirió una nueva conciencia, se formulan nuevas preguntas que antes no estaban planteadas, y al no obtener respuestas se genera irresolución, ésta lleva a la inseguridad, y ésta última a la frustración.
Sin embargo hay algo más, todo es aún más complejo, las comunicaciones, la tecnología y la incertidumbre acerca del futuro crean “la brecha” que es difícil franquear, y esta brecha es además de psicológica, económica y social.
 El hombre ante el universo actual ya no se satisface con “tomar fresco” en las noches veraniegas, reclama nuevas formas de justicia, una mayor equidad antes no planteada, y al no obtener respuestas satisfactorias genera una violencia innata.
Este cúmulo de factores crea el grado creciente de inconformismo, y al tornase éste insatisfecho, genera la violencia y delincuencia que hoy vivimos como un fenómeno moderno.
El “¿Cómo hay que vivir?” es la respuesta lógica al dilema irresuelto y complejo de resolver en el actual esquema de división de clases sociales de débiles y poderosos, hijos y entenados, ricos y pobres.
En esta enmarañada trama surge la famosa “inseguridad”, que no es otra cosa que la seguridad injusta de unos pocos frente al desamparo de muchos en una sociedad injusta. Más claro echarle agua, aunque el agua no lave la inseguridad, ni la de antes ni la de ahora.

 Consejo de Redacción





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