Almagro
y “las vergüenzas de nuestras mascotas”
No
les hagamos pasar vergüenza
Últimamente observé en nuestras calles, principalmente en la cercanía de la plaza Almagro que estaban repletas de materia fecal de perros. ¿Por qué? Porque estamos apurados y no podemos tomarnos unos segundos en recogerla, porque no llevamos bolsitas cuando sabemos que saldremos a pasear con nuestras mascotas o porque no nos podemos agachar debido a los dolores de cintura. Todo tiene solución En primer lugar debemos pensar que “sacar a pasear al perro” es un momento de disfrute de nuestro querido amigo perruno, por consiguiente tenemos que guardarnos un poquito de tiempo libre para compartir con él. ¿Se olvidó de la bolsita? De ahora en más debe colocar una o dos enganchada en el pretal o en la correa (porque siempre hay que salir a pasear con ellos con la correa puesta).
¿Le duele la cintura? No se haga problema Hay pinzas que cumplen con esa función,
sale un dinero pero invertirlo en nuestro mejor amigo no tiene precio. Recuerde: Los desechos pueden transmitir enfermedades a los humanos y a los
animales. Muchas son enfermedades contagiosas, como el parvovirus A veces,
estos organismos pueden vivir en los desechos durante más de unos días. Si una
mascota entra en contacto con ellos, o si lo hacemos nosotros, corremos el riesgo.
Además atrae a las moscas y a los parásitos que también son portadores de
enfermedades. Seamos responsables,
que nuestros amigos perrunos no sientan vergüenza de los dueños cuando salen de
paseo. La creencia popular dice que pisar caca con el pie izquierdo trae
suerte. Piénselo por un instante, luego de esta penosa situación, debe seguir
viaje oliendo un poquito feo, porque aunque se limpie con el agua del cordón de
la vereda o algún charquito que encuentre, el aroma lo perseguirá, cuando llega
a su casa debe lavarlos, secarlos, en conclusión, ¿eso es suerte?
Lucas
D. Giannotti
Periodista
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo con el artículo. Hay que acordarse del no vidente que cuando pisa caca para limpiarse le cuesta una barbaridad.
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