LA ESTACIÓN ALMAGRO DEL FERROCARRIL OESTE
En la
esquina de Lezica y Peluffo, se levantó
en 1857 la efímera Estación Almagro del Ferrocarril del Oeste, en
terrenos donados por Julián de Almagro, quien compró la mitad norte de la
antigua quinta de Valente. El casco de su estancia estaba ubicado en lo que hoy
es la esquina de Rivadavia y Medrano, que actualmente
ocupa la confitería Las Violetas.
La quinta de
Almagro ocupaba una importante superficie, y atravesaba a cualquier calle que pretendiera
fugarse hacia el oeste. La estación de pasajeros que se inauguró el 30 de
agosto de 1857, era humilde, casi un apeadero, que se utilizaba en gran parte
para la recepción de la leche que llegaba del interior y en la que se
concentraban importantes conjuntos de lecheros, para recibir y distribuir el
producto. Era la primera plataforma donde se
detenía el tren que hacía el recorrido de 10 km entre Estación del Parque y
Estación la Floresta.
La zona, estaba rodeada de tambos, huertas y hornos de
ladrillos que despachaban sus mercancías en alguno de los doce vagones que se
destinaban a carga, otros cuatro eran para pasajeros. El tren dejó de detenerse
en Almagro y la estación fue cerrada a fines de la década de 1880 y demolida en
1903.
La parada se
encontraba en la parcela de la calle Medrano, entre el pasaje Ángel Peluffo y
Lezica, a metros del cruce con Bartolomé Mitre. La
pequeña estación fue deshabilitada en algún momento a finales de la década de
1880.
La estación era
eminentemente lechera, con importante cantidad
de vascos lecheros repartidores, habituales moradores de la zona, donde se concentraban
muchas lecherías, que luego de su cierre debieron emigrar a Caballito, donde se conserva hoy
en día el llamado Patio de
los lecheros (patio ferroviario),
transformado en un paseo de comidas.
LA ZONA EN AQUELLA ÉPOCA
El edificio de la estación se
situaba a la altura del hoy puente de la avenida
Medrano (por ese entonces denominada Camino Límite), entre las calles Piedad
(actual Bartolomé Mitre) y Los Vascos (Francisco Acuña de Figueroa).
En otro sector,
otro factor que contribuyó a la formación del
barrio, fueron los sacerdotes salesianos, que poblaron los terrenos llanos,
arroyos y zanjas, zonas de quintas y frutales, de labranza, alfalfares, tambos,
almacenes y hornos de ladrillos comprendidos en los aledaños a lo que sería una
iglesia consagrada a San Carlos Borromeo, en sus dos edificaciones, en terrenos
que recibieron en donación de Martín Estebarena.
Además, en la
zona instalaron la Primera Escuela de Artes y Oficios para niños y otros
edificios eclesiásticos. La franja geográfica tomó por aquellos años de 1871 el
nombre de “Sociedad Progresista de la Villa de San Carlos”, éstos serían
los orígenes del primitivo templo terminado hacia 1876. Esta denominación, muy
empleada hasta los primeros años del siglo XX, se fue perdiendo luego del
Centenario, hasta desaparecer del repertorio urbano.
A fines de 2017
la Junta Comunal 5 de los barrios de Almagro y Boedo, a través de un proyecto
solicitó a la Legislatura porteña una nueva reconstrucción
de la estación Almagro, pero el pedido no
prosperó.
En aquel momento, la
estación estaba dentro del territorio del distrito de San José de Flores (al
igual que la actual Floresta), que pertenecía a
la provincia de Buenos Aires. Es por eso que se la conoció como la primera de
su clase erigida fuera de la Capital Federal anterior a su par de Ramos Mejía.
Más allá de esa
particularidad, la parada no vivió mucho más para presumirlo, ya que a fines
del siglo XIX se ideó un proyecto para que el Ferrocarril Oeste tenga su
trayecto en una trinchera. Esta idea y su gran cercanía con
Caballito de apenas dos kilómetros hicieron que su existencia fuera un
problema.
Existen escasos
registros fotográficos claros para recordar aquella estación, su rastro solo quedó
en un plano publicado por Ferrocarriles Argentinos en una colección de láminas,
titulada "Un viaje desde el Parque a la Floresta en el siglo XIX", en
1974.
La zona de
Almagro era, para ese entonces, un típico caserío de las orillas de Buenos Aires
donde perduraban viejos caserones del tiempo virreinal, corralones, casas de
inquilinatos, boliches, hornos de ladrillos, potreros y baldíos.
Luego de
desaparecida la estación, proliferaron en la zona algunas canchas de pelota vasca, de
las que solo perduran pocas.
Miguel Eugenio
Germino
Fuentes:
--https://caminosytransportes.blogspot.com/2014/05/almagro-con-el-tren-y-el-tranvia.html
--https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/201712/35578-quieren-que-reabra-la-estacion-almagro-del-ferrocarril-oeste.html
--https://www.vivieloeste.com.ar/tren-sarmiento/la-estacion-perdida-del-tren-sarmiento-que-acabo-demolida-n66117
--https://wwwcronicaferroviaria.blogspot.com/2014/08/la-historia-de-nuestro-primer.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario