sábado, 3 de mayo de 2014

PLAZA LOREA



PLAZA LOREA - PLAZA MARIANO MORENO

UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LAS TRES PLAZAS


La quinta se hallaba bordeando el sudeste del arroyo que entonces corría libremente, era la parte alta o naciente del Zanjón de Matorras, también denominado Tercero del Medio, que tras un recorrido zigzagueante desaguaba en el río por el sector que hoy ocupa el pasaje Tres Sargentos, en las inmediaciones de Retiro.
Fue en esa quinta, que en 1807 el matrimonio Lorea murió asesinado por las tropas inglesas de la Segunda Invasión. Ellos habían testado a favor de la ciudad un terreno de 70x140 varas (61x122 metros, algo así como 7.158 m2) con el propósito de que fuera usado como parada de las carretas que venían, tanto del sur por el Camino de las Tunas (Entre Ríos), como del oeste por la calle De Las Torres (Rivadavia). El tráfico consistía principalmente en el transporte de frutos del campo para abastecer a la población urbana. La única condición que estableció Lorea fue que la plaza llevara su nombre a perpetuidad, lo que concedió el Virrey Sobremonte, por resolución del Cabildo en 1808. Hoy es la única de las 700 plazas porteñas que conserva su nombre original desde la época de la Colonia. 

 
ANTIGUO TANQUE DE AGUA -- SIRCA 1871
Este, como casi todos los antiguos huecos (como se llamaba entonces a los espacios abiertos), se fueron transformando en playas de carretas y mercados, lo que comenzó a aportarle un particular colorido a la pequeña aldea en crecimiento. Cabe recordar que antiguamente las plazas no tenían árboles ni bancos. José Antonio Wilde, en su libro Buenos aires 70 años atrás (1810-1880), rememora: “La plaza de Lorea, hoy perfectamente arreglada como paseo, con asientos, arboleda, etc., llamóse por muchos años hueco de Lorea, viniéndole sin duda el nombre de haber pertenecido el terreno a la familia Lorea.
En esta plaza o hueco, paraban las tropas de carretas que venían especialmente del Norte y Oeste de la campaña con corambre, cerda, lana, grasa, etcétera. Era también el punto a que en mayor número concurrían las carretas de maíz, trigo y cebada. Más tarde fueron trasladadas estas tropas al hueco de Salinas y últimamente a la plaza, hoy Mercado Once de Septiembre.
A Lorea acudían también, creemos que por lo menos hasta los años 25 o 26 (1825-1826) los indios que venían a negociar. Traían sal (mejor que la que nos viene del exterior), tejidos, mantas pampas, que dieron origen a las imitaciones inglesas, pero que jamás llegaron a la perfección de las primeras; lazos, riendas, maneas, boleadoras, quillapies hechos de cuero de zorro, liebre, gama, zorrino, etc.; plumas de avestruz y varias otras cosas.
Prolongábase hasta 4 o 5 cuadras desde la plaza, por la calle hoy Rivadavia, las casas de negocio en donde vendían los indios sus artículos, o los cambiaban por caña, tabaco, hierba mate, etc.”.
Y agregaba más adelante: “El frente que mira al Oeste, lo constituía una serie de cuartos con un ancho corredor, que aún existen (hacia 1881) ocupando toda la cuadra comprendida entre Rivadavia y Victoria. En algunos de estos cuartos había boliches y fondines frecuentados por los troperos, otros los ocupaban los compradores en pequeña escala de frutos del país, que reunían allí para venderlos luego a los barraqueros o acopiadores por mayor.
En el centro de la fila de cuartos había un enorme portón que daba entrada a una extensísima barraca, propiedad, lo mismo que el edificio que acabamos de citar, del señor don Pablo Villarino, respetable y acaudalado español, casado con hija del país y padre de una numerosa familia.
El frente que mira al Este era muy semejante en su aspecto al anterior, la misma hilera de cuartos, ocupados también por los acopiadores y en el centro la inmensa barraca conocida por de Cajias; allí guardaban los indios sus caballos. Los otros dos frentes que daban, uno a la calle Victoria y el otro a la calle Rivadavia, que ha sido sucesivamente de las Torres, Plata, y Federación, estaban como hoy, completamente abiertos por la parte que corresponde a la plaza”.

EL MERCADO MODELO FRENTE A PLAZA LOREA AÑO 1890

Esta plaza fue testigo en el año 1856 de una de las primeras experiencias de ascensión aerostática, cuando el deficiente inflamiento del globo provocó un accidente al chocar contra las aftas del molino harinero vecino, lo que casi le cuesta la vida al francés Lartes, promotor de la aventura.
En la misma plaza hacia 1871 se levantó una torre metálica de 43 metros de altura que sostenía un tanque con capacidad para 1.100.000 litros, con que se servía de agua corriente a las 32.000 casas de la zona. El agua llegaba desde las bombas de la Recoleta, situadas frente a la actual Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Durante casi dos décadas el depósito de Lorea presidió el abastecimiento urbano. La apertura de la Av. de Mayo y la construcción del gran depósito de Córdoba y Riobamba tornó inútil este depósito, por lo que desapareció en 1896.
En 1890, Teófilo Lanús, mandó edificar sobre el lado este de la plaza el Mercado Modelo, un sólido edificio que ocupaba toda la manzana, entre las hoy calles San José, H. Yrigoyen, Luis Sáenz Peña y Rivadavia y segmento este de la antigua quinta. El mercado tuvo una vida efímera ya que debió ser demolido para dar paso al avance hacia el oeste de la Avenida de Mayo.
En el frente opuesto (al oeste), una vereda completamente desaparecida, casi en el centro de lo que es la prolongación de la Av. De Mayo, el hijo del primer ministro de Prusia, Halbach, levantaba el primer molino harinero del país, del cual tomó el nombre la confitería vecina, que en el año 1905 se trasladó a la esquina NO de Callao y Rivadavia, origen de la actual Confitería del Molino (hoy cerrada).
Frente a la vereda sur de la plaza funcionaba la Casa de Carmen Varela, que en sus últimos años tomó el nombre de Academia. Se trataba de un “piringundín”, voz lunfarda que significa lugar de baile y diversión de dudosa moralidad; fue uno de los primeros piringundines donde actuaron pianistas, por ejemplo, lo que testimonia el origen prostibulario del tango bailable.
También en el solar de Lorea, en las proximidades de Cevallos y Victoria, se asentaban el Departamento de Detenidos, las caballerizas del Escuadrón de Vigilantes de Policía a Caballo y el Cuartel de Bomberos, que se estaba mudando a Libertad y Tucumán, esquina sudeste de la Plaza del Parque (Plaza Lavalle).
Por 1975 la plaza se encontraba dividida en dos debido al avance de la Avenida de Mayo, el sector norte, el más pequeño, será el heredero del nombre original (Lorea), lugar exacto donde se encuentra la estatua a José Manuel Estrada, una obra del escultor Héctor Rocha. El sector sur, que era el más extenso, lleva el nombre de Plaza Mariano Moreno, con el monumento al secretario de la Primera Junta, una obra del escultor Miguel Blay y Fábregas, el famoso KM O, obra de los hermanos Máximo y José Fioravanti y el antiguo ingreso, hoy en desuso, al tren de cargas a Puerto Madero. Se halla además allí una réplica de la estatua El Pensador, de Rodin, y el monumento a Alfredo Palacios, diseñado por el maestro Hermenegildo Sábat, inaugurado el 16 de mayo de 2013.
En los alrededores de la plaza se domiciliaron Joaquín González, sobre la hoy H. Yrigoyen 1542, y Mariano Avellaneda (hijo), en el 1467 de Rivadavia.
En la esquina NE de Rivadavia y Paraná se levantó en 1876 un teatro, que se lo conoció con diferentes nombres, como Eldorado, Goldini, Progreso, Moderno, Rivadavia y finalmente Liceo. Fue en esa sala donde se exhibió por primera vez en 1894 el famoso sainete lírico La verbena de la paloma, y donde nació en la escena la actriz Blanca Podestá, en 1903.
Por último, en la Plaza Lorea también se produjo aquel trágico baño de sangre protagonizado por el jefe de Policía Ramón Falcón, el 1º de mayo de 1919, contra una manifestación anarquista que dejó decenas de muertos y heridos. Sin dudas, la antigua quinta de los Lorea encierra una gran historia.

Miguel Eugenio Germino

Fuentes
-Llanes, Ricardo M., Antiguas Plazas de BA, Cuadernos de BA, 1977.
-Periódico Primera Página nº 110 de agosto 2003.
-Wilde, José A., Buenos Aires, 70 años atrás 1810-1880, Eudeba, 1960
-http://www.mercadodelprogreso.com.ar/novedad_detalle.php?id=9
-http://curiosamonserrat.com.ar/sinthist.html







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