sábado, 5 de marzo de 2016

PERIÓDICO PRIMERA PÁGINA: EDITORIAL AL Nº 249 MARZO DE 2016



EDITORIAL AL Nº 249

Digamos '¡No!' a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir. Esa economía mata. Esa economía excluye. Esa economía destruye a la Madre Tierra… La distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral. Para los cristianos, la carga es aun más fuerte: es un mandamiento. Se trata de devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece”.
Papa Francisco (palabras expresadas en Bolivia)



Nos acercamos ya a los 90 días del gobierno de Mauricio Macri, en los que vino aplicando un conjunto de medidas reaccionarias y antipopulares, propias de su “equipo de Ceos de lujo”, a contramano del Congreso Nacional y de su eslogan de campaña “hagámoslo juntos”.
No se trata de una mera cuestión semántica, sino de incursionar en una profunda transferencia de riquezas de los sectores asalariados y más humildes de la sociedad, a las fracciones más poderosas del campo, la industria, la banca, los exportadores y la minería extranjerizada.
Por vía de eliminación de retenciones y aumento del dólar se produce un cambio radical en el famoso “reparto de la torta”, para lo cual Perón aspiraba a un 50 y 50 por ciento, y que hoy se acerca más a un 70 y 30 por ciento en favor de los poderosos. Todo esto en un clima de estampida de precios y tarifas, y cuando a los jubilados les dan apenas un mísero 15% (con lo que pierden un 35% de su salario).
El de Macri no es un gobierno propio, sino que gobierna una troica de nefastos cerebros: Durán Barba, Héctor Magnetto y Carlos Alberto Melconian, de quienes Macri, con su diminuta gracia, es un mero “maestro de ceremonias” que recita el libreto acordado y cuando ocasionalmente se aparta de él, le crea a esta troica un problema complementario.
La gran mayoría de los sectores políticos y gremiales coinciden (aunque muchos lo oculten y callen) en que para que este plan prospere debe haber necesariamente un salario en baja y una desocupación alta de dos dígitos. La desocupación que dejó el gobierno anterior era del 5,9%. Los actuales despidos generalizados que están ocurriendo y superan los 44 mil, solo en la administración pública,son parte de ese sombrío plan.
Por otro lado, el sostén necesario es el blindaje mediático de las medidas impopulares del gobierno, combinado con el chantaje a intendentes y gobernadores, chequera en mano, y todo tipo de presiones a periodistas y medios, llegando al despido como el caso de Víctor Hugo Morales, la prisión de Milagro Sala y el nuevo protocolo represivo.
La consigna es evitar periodistas quejosos que denuncien injusticias, e instaurar “un discurso único”, silenciando todo mensaje discordante para una sociedad ciega, sorda y muda, en la que el miedo juegue un papel disciplinador.
Nadie está exento hoy de ser salpicado al menos con aquellas máximas emitidas por la troica y su equipo de grandes Ceos, aún cuando comienza a respirarse en el aire el ya famoso síndrome de De la Rúa y su precipitada fuga.
Sin embargo, lo extraño es que muchos políticos y gremialistas no comprendan todavía el carácter egoísta del capitalismo, en el cual Argentina está inmersa.
Imposible es pedirle “peras al olmo” y pretender humanizar al capital, que en su esencia es inhumano y solo persigue el lucro sin límites que hoy prevalece en el mundo.
Por lo tanto, para revertir el esquema, no queda otra alternativa que terminar con las trabas capitalistas al desarrollo de la sociedad, criterio que en este siglo XXI no es solo una lógica del marxismo, sino que se ha adoptado en muchos países por grandes sectores de la sociedad, especialmente católicos, como los de la iglesia Opción por los Pobres y el propio Papa Francisco.
Pero al momento continúa el avance descontrolado de los sectores retrógrados, que por su naturaleza están “en su salsa” y lo pretenden todo a expensas de los que menos tienen.
El 1% más rico del mundo ya posee tanta riqueza como el resto del 99% de los habitantes del Planeta, según lo advirtió este lunes la organización sin fines de lucro Oxfam International. Su directora ejecutiva, Winnie Byanyima, propugnó en Davos que se exigiera a los líderes mundiales que demuestren estar al lado de la mayoría y que terminen con la era de los paraísos fiscales, para erradicar la desigualdad extrema y la pobreza.
Muchos sectores de la sociedad expresan cómodamente que son apolíticos, toda una falacia, ya que la política se introduce en la vida de ellos sin pedirles permiso y los somete a sus designios. Vale recordar nuevamente la reflexión de Bertolt Brecht:
Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, yo no era comunista así que tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, yo no era intelectual así que tampoco me importó. Después siguieron con los curas. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde”.
No queda otra alternativa que la resistencia y la lucha, mal que le pese a Mauricio, su perro Balcarce y a Durán Barba y compañía. Para ello se debe volver al maestro Brecht:
Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.

                                                    Hasta la próxima






2 comentarios:

Fortu dijo...

EXCELENTE EDITORIAL, MUCHAS GRACIAS PRIMERA PÁGINA y MIGUEL GERMINO !!!!!!

Fortu dijo...

MIGUEL MI MENSAJE, EL ANTERIOR, SALIÓ CON UN SEDUDÓNIMO, en realidad es un " corte " de mi segundo nombre FORTUNATO, SOY HÉCTOR REBASTI y reitero MIS FELICITACIONES. Un abrazo.