Los espacios verdes en la ciudad una asignatura
pendiente
EL PARQUE DE LA ESTACIÓN ABANDONADO A SU MALA SUERTE
Desde los 27 años de existencia de nuestro modesto medio
vecinal venimos reclamando la necesidad de espacios verdes, sin embargo, pocos resultados se lograron.
Se obtuvo el Parque de la Estación, toda una epopeya lograda por la
lucha consecuente de los vecinos, a veces hasta pasando por sobre las rígidas
reglas urbanísticas, como lo fue la conquista de “La Plaza del Mientras Tanto” –hoy Fumarola–.
La Ciudad de
Buenos Aires continuó con una serie de privatizaciones
de terrenos públicos, algunos de alarmante
notoriedad como “Costa Salguero”, que luego de
la gran audiencia pública de la que participaron miles de vecinos, ahora le
toca decidir a la Legislatura de Buenos Aires –en segunda votación– y es de esperar que en esta oportunidad
los vecinos sean escuchados.
Sin embargo, la situación no es igual en toda la Ciudad. Los
vecinos de las Comunas 5 (Almagro y Boedo) y 3 (San Cristóbal y Balvanera)
deben hacer largos recorridos para encontrar algo que se parezca a una plaza, ya que algunas están tapizadas de cemento. La
Dirección de Espacios Verdes certifica, con números, lo que se comprueba a
simple vista: ambas comunas tienen 0,02 m2 y 0,04 m2, respectivamente, de
superficies verdes por habitante.
Aunque la cuestión no sólo
es de cantidad, sino también de calidad, mientras los barrios del norte tienen
grandes extensiones de verde disfrutable, en el sur, donde las urgencias tienen
otro cariz, desde el estallido del Parque Indoamericano en 2010, se ha desatado
una pelea por el uso y ocupación de cientos de hectáreas vacantes. Así, el
megaproyecto de la Villa Olímpica que albergó a los deportistas de los Juegos
Olímpicos de la Juventud 2018, y otros proyectos inmobiliarios, le arrebataron
a la Comuna 8 más de 150 hectáreas de verde.
Es de esperar que la
venta de Costa Salguero no prospere, y si los legisladores de la Ciudad no escuchan la voluntad popular, tendrán su ejemplar
castigo en las urnas en los meses venideros. Ningún legislador porteño tiene su
banca comprada y la cuestión puede cambiar. ¡¡¡Muchachos!!! A no confiarse
de tener “la vaca atada”, porque la vaca se les
puede escapar.
Marta Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario