En aquellos
tiempos, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuidado con los
falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos
rapaces”.
Mateo 7, 15-20
Ya en la recta final hacia las elecciones del 22 de
octubre –cuando
nuevamente se expresará el pueblo–, será
el mensaje final de este proceso amañado por los medios y hablarán las urnas. Cada día que transcurre valdrá por años, ya
que el resultado tendrá influencia, no solo por los próximos cuatro, sino por
muchos más.
Deberán hacerlo en un clima de negacionismo,
provocación, odio, violencia, mentira, intolerancia y hasta de honda
incoherencia.
Con una
oposición ensañada en la amenaza de destrucción del kirchnerismo,
propalada y repetida día y noche por el coro de medios sistémicos y hostiles.
Sin embargo, asoma en el horizonte una gran luz de esperanza
tras los negros nubarrones que lo cubren; radica
en que en los últimos días salieron a la calle centenares, miles… de militantes, conscientes de que el
escaso tiempo se acaba, que se suma a las oportunas medidas para los bolsillos populares tomadas en las últimas semanas desde el Ministerio de Economía.
En ello radica esta certeza.
Cuando Primera
Página salga a la calle, a dos
meses de los 40 años de la recuperación democrática, y en los 30 del nacimiento
de nuestra publicación que aportó su grano de arena, que, sumado a millones y
millones de otros granos de arena, conformarán una gran playa de optimismo, que genera ganas, ¡garras!, y a ellas se aferran las
generaciones de argentinos que sufrieron desde la emancipación, pasando por las
guerras de la Independencia.
Épocas de Belgrano, Moreno, San Martin, Monteagudo…
unitarios y federales… y ya en los últimos años, Perón, Evita, Néstor, Cristina,
y muchos otros tantos anónimos que aportan desde
sus ignotos espacios mucha firmeza, y que se
marcha por el camino justo.
Es el camino de los
pueblos libres, pero con un Estado que los contenga, no con una libertad hueca,
recitada para la tribuna; sino de una libertad
verdadera, de independencia, desarrollo, educación, salud, seguridad, y sobre
todo justicia social, para todo hombre y mujer de bien que habitan y quieran
habitar este suelo…
Nuestro pueblo, que
padeció frustraciones, guerras, bombardeos, hambre, miseras, lapidaciones,
cárcel, torturas, desapariciones, violaciones,
apropiaciones de bebés y de bienes, hoy
debe recordar… mantener la memoria activa…
A pesar de los pretendidos mesías salidos de la nada
que hoy intentan seducir y una juventud mal informada, frustrada, falta de
esperanza, que con razón desconfía de quienes le fallaron.
Por eso vale el pedir perdón por los errores
cometidos. Vale enmendar, barajar y dar de nuevo.
Nunca es tarde para volver a comenzar, salir de un
camino errático, perpetuamente presionados por los enemigos de siempre, de afuera
y de adentro, entre ellos el
FMI, al que no lo trajo ni Alberto ni Massa, lo
trajo Macri, apoyado por muchos de los
que hoy se rasgan sus vestiduras, y muestran en sus equipos a hombres
fracasados que ya conocieron los argentinos en el pasado reciente, como
Cavallo, Menem, Melconian… y otros que tanto han dañado a la patria y al pueblo.
¡¡¡Libertad, sí, !!!, pero no la libertad de autoflagelarse
vendiendo “una libra de su carne” para subsistir, hipotecando su salud,
educación, la soberanía del país, y también
aquella libertad proclamada, en aras de un futuro falso.
¡¡¡Cuidado!!! A saber escuchar, a saber ver más allá de las
narices y los ojos que pretenden taparnos. ¡¡Cuidado!!! Que esta
posibilidad se tiene hoy, y tal vez no mañana. Depende de nuestra propia
decisión, depende de nuestra memoria, mientras los lobos aúllan de hambre.
Hasta la Próxima
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