martes, 30 de junio de 2015

PRIMERA PÁGINA EDITORIAL



EDITORIAL Nº 241 JULIO DE 2015






Muchos, muchísimos años después de la desaparición de los primitivos imperios (los hubo de todos los gustos y medidas en épocas de la “sociedad esclavista”), sobrevino la sociedad feudal, típica de la Edad Media, donde el señor era el amo de la vida y la muerte de sus sirvientes, “los siervos de la gleba” (por definición gleba = terrón que levanta el arado; siervo = semi esclavo). Ese esclavo o siervo formaba parte de la propiedad hereditaria y era enajenado con ella.

Con la Edad Moderna aparecen las llamadas “monarquías constitucionales” (aberración política, jurídica y falsedad semántica), y con la Revolución Francesa nacerán los estados modernos y también los Imperios Modernos.

Dividido el mundo en imperios, a cual peor, como el inglés, el portugués, el español, el francés, el belga, el holandés, el otomano… en una escala de poderío diferenciado, pero solidarios entre sí.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, el planeta queda partido en dos mitades: el campo capitalista y el campo socialista, y con la amenaza latente de una Tercera Guerra Mundial bajo la llamada Guerra Fría, plagada de armamentismo preventivo y tensiones subyacentes. Con la caída del campo socialista, emerge entonces Estados Unidos como amo y gendarme del mundo.

Así, el nuevo y poderoso imperio del norte trascenderá los límites de su “patio trasero”, Latinoamérica, y pasará a entender en la totalidad de los conflictos mundiales, principalmente en los geopolíticos de las grandes cuencas petroleras.

No por casualidad surgen los graves conflictos del mundo árabe: chiítas y sunitas, y las variantes del grupo Al Qaeda (organización paramilitar yihadista). Aparece su novedosa y sanguinaria superación, el “EI” (Estado Islámico), en nombre de la sharía, xaría, charía o ley islámica; todos ellos fomentados por el Imperio, con el fin de dividir al mundo árabe aprovechando sus diferencias tribales.

Al Qaeda comienza en tiempos de la Guerra Fría, y con el respaldo de Estados Unidos para combatir a la Unión Soviética en Afganistán, estrategia que luego se le vuelve como búmeran con el atentado a las Torres Gemelas.

El EI o ISIS, que aprovechó la potencia norteamericana para intentar destruir a Siria, hoy también se le fue de las manos, al crear éste un Gran Califato Sunita contra el mundo. No obstante la nueva situación, continúa sirviendo para la venta de armas y la compra de petróleo que negocia impunemente este grupo.

Para que el ISIS-EI pueda vender petróleo tiene que haber alguien que se lo compre, y ¿quién puede ser en última instancia el comprador? Nada puede moverse en el planeta sin ser percibido por el perfeccionado nivel de espionaje yanqui, que detecta el vuelo de una mosca en la tierra.

Pero hay mucho más en este mundo convulsionado: son los nuevos gobiernos latinoamericanos que se rebelaron de su antiguo amo y hoy surgen pujantes como Venezuela, Bolivia, Ecuador, y en menor medida Argentina, Brasil y Uruguay, que ya no mantienen relaciones carnales con el imperio del norte, a pesar del constante acoso de aquel.

Además, la crisis consume a las otrora poderosas economías europeas, lo que conduce a la reacción de sus pueblos, hartos ya de reajuste tras reajuste, de desocupación y del nuevo fenómeno de perder la propiedad: el desahucio.

El salvataje del FMI solo vino para preservar a los bancos y para que estos se queden con las propiedades y con las hipotecas de los caídos en desgracia. Grecia ya reaccionó y España le sigue de cerca; en la península ibérica hay un 24% de desocupación 50% en el sector juvenil, y existe el famoso desahucio con 400 mil ejecuciones hipotecarias. Ha habido 3.800 suicidios, todo ello como resultado de los planes del FMI. ¿Qué ocurrirá con el resto de Europa? ¡Ajuste o distribución es la disyuntiva!

La guerra en Ucrania es otra cara de la misma moneda: el Imperio intenta en este caso cercar a Rusia, que reaccionó a tiempo y arremetió en una alianza estratégica con China, acercarse a Latinoamérica y crear el Grupo BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; un tercio del mundo en extensión territorial y magnitud económica, y el doble en población.

Estos son los desafíos de hoy, pero como día a día se mueven las fichas del ajedrez mundial, ¡cuidado con el nivel de recalentamiento! Que no desemboque en una situación sin retorno, y la declarada “Nueva Guerra Fría” llegue a transformarse en algo incontrolable.

La realidad política mundial suele ser mucho más compleja que las versiones emanadas de la madriguera del Imperio.

La paz por sobre todas las cosas, pero atención, no puede haber paz con intrigas, injusticias y un imperialismo que intenta deglutirlo todo.



Hasta la próxima









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