EL HUMOR SANO DE CARLITOS BALA
13 de agosto de 1925 -- 23 de septiembre de 2022
"Nos dejó para estar siempre presente en el cariño de los más pequeños"
Hay múltiples variaciones culturales del sentido del humor,
que puede ser divertido en un sentido y
carezca de gracia en otro, el humor negro, el que degrada a la mujer o a una
raza, que se apoya en elementos tristes
o desagradables, que para hacerlos más soportables, se trasforma en irrisión, el forzado, el amargo, «El humor es la gentileza de la
desesperación» (cita atribuida a Óscar Wilde). El humor no consiste
simplemente en tratar a la ligera las cosas graves, y gravemente las cosas
ligeras, no es la inversión o mundo al revés. Otro ejemplo típico de degradación de lo serio
y enaltecimiento de lo vulgar es el cine de Woody Allen.
Existen también algunas
técnicas específicas de humor verbal, tales como la ironía, el sarcasmo, la
alusión, el juego de palabras, la sátira, la parodia o la paradoja. Y otras no
verbales, referentes a una retórica paralela que juega con los gestos,
posturas, caídas, resbalones, etc… que se suele denominar humorismo de
situación.
Pero en simultáneo
existen otras categorías de humor, y es el que practicaba Carlitos Balá “el
humor sano”, inofensivo, especialmente el brindado a los más pequeños, los
niños, que son niños pero que no son tontos.
Si se pudiera definir al de Carlos Balá en dos o tres
palabras, se diría, un talento único. “un
kilo y dos pancitos", como solía sorprender con una de su tantas salidas,
resumiendo Balá fue un orgullo muy grande de humor que llegó a la fibra más
íntima de los pequeños, que lo siguieron con desmesurado cariño, y vibraban ante
su presencia.
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