A PROPOSITO DE LA “PROPUESTA” DE
MILEI SOBRE EL “PACTO DE MAYO”
Desmenuzando los diez puntos que propone el Presidente, más
un condicionamiento
que una propuesta, luego de un discurso que nada dice, ni
propone en favor de los
sectores más necesitados de una sociedad que viene soportando:
recesión, encarecimiento de precios, cercenamiento de
libertades,
licuación de salarios y jubilaciones, aumento del trasporte, y
tarifas, restricciones y privaciones que llegan
hasta restringir el consumo de medicamentos esenciales,
traemos a colación un documento llamado “Consenso de
Washington” que vino solo a resolver los problemas
de los países y sectores más favorecidos y en perjuicio de las
economías del resto del mal llamado Tercer Mundo.
El denominado Consenso de Washington se refiere al conjunto de medidas de política
económica de corte neoliberal aplicadas a partir de los años ochenta (1980), para, por
un lado, hacer frente a la reducción de la tasa de beneficio en los países del Norte tras
la crisis económica de los setenta, y por otro, como salida impuesta por el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a los países del Sur ante el
estallido de la crisis de la deuda externa. Todo ello por medio de la condicionalidad
macroeconómica
vinculada a la financiación concedida por estos organismos.
1. Una rígida disciplina fiscal para
reducir el déficit público y la inflación.
2. Eliminar las subvenciones y redirigir
los recursos públicos hacia otras formas de financiamiento de servicios
básicos, como la educación y la sanidad.
3. Reforma tributaria, con aumentos de
impuestos con tipos marginales moderados; es decir, el margen
adicional que pagaban las rentas más altas era bajo.
4. Permitir que fueran los
propios mecanismos del mercado los que fijaran los tipos de interés.
5. Que el mercado fuera también el que determinase el tipo de cambio.
6. Eliminación de las barreras
arancelarias (y de cualquier otro tipo) al
comercio exterior.
7. Erradicación de cualquier tipo de
proteccionismo que dificultase la atracción de
inversores foráneos.
8. Privatización de las empresas
públicas.
9. Desregulación de la economía, en aras de aumentar la competitividad.
10.Tomar las medidas que fueren necesarias para garantizar el derecho de propiedad.
Los diez
puntos que propone Milei:
1. La
inviolabilidad de la propiedad privada.
2. El
equilibrio fiscal innegociable.
3. La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al
25% del Producto
Bruto Interno.
4. Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva,
simplifique la vida de
los argentinos y promueva el comercio.
5. La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos
para
terminar para
siempre con el modelo extorsivo actual.
6. Un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación
de los recursos naturales
del país.
7. Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo
formal.
8. Una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema,
respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran,
suscribirse a un sistema privado de
jubilación.
9. Una reforma política estructural que modifique el sistema
actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los
representados.
10. La apertura al comercio internacional, de manera que la
Argentina vuelva a ser una
protagonista del mercado global.
Salvando distancias y comparaciones, en este caso serían los
sectores (de carne y
hueso), más rezagados de la sociedad de todas las provincias,
quienes pagarían el gran
costo. Al igual que el “centralismo de la Aduana de Buenos
Aires” tras la Revolución
de Aquel Mayo de 1810.
Vale “negociar” si, pero donde haya dos partes en la misma, y en
igualdad de
condiciones, y no imponiendo pre condicionamientos
inaceptables, e
inconstitucionales,
a espaldas del Congreso Nacional también elegido
democráticamente por los electores,
solo un
mes antes.
No se pude aceptar un autoritarismo arbitrario, que se asemeja más a una dictadura
que a una democracia a la que no debemos ni podemos
renunciar.
¡Consensos sí, negociaciones sí!, pero no imposiciones despóticas
que pongan en riesgo
ni la Soberanía, ni la Constitución, ni la Democracia que
supimos recuperar y que este Año cumple 40 años.
¡¡¡Que así sea!!!
Primera Página
4 de marzo de 2024
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