12 enero 1927 - 28 diciembre 2014
Fue un hombre que viajó mucho y a todas partes. En Japón estuvo en los
años 1976, 1985 y 1991; en Francia, en 1980; en Finlandia en 1990 y anduvo por Sudamérica
actuando en Brasil en 1986, en Chile, en 1971 y en 1991, también en Colombia en
1983 y en cientos de escenarios de todo el mundo.
Alberto
Marino forma su orquesta con la dirección del
violinista Emilio
Balcarce y lo invita a integrarse a la fila de bandoneones. En
esos años con un único trabajo no alcanzaba y esto obliga a Leopoldo a alternar con otras orquestas: Mariano Mores, Héctor
Stamponi y su breve pero provechoso paso por la orquesta
de Carlos Di
Sarli, que lo marcó para toda la vida. Peregrinó por las formaciones
de Osvaldo Manzi, Lucio Demare y Horacio
Salgán, hasta llegar a su
primera experiencia como titular junto a su
amigo el pianista Atilio
Stampone. Pero lo marcó su paso
por la orquesta del cantante Julio Sosa, con el que grabó 64 temas.
En su obra autoral se destacan: “Bandola zurdo” o “Capricho
otoñal”, “Cabulero”, “Neotango”, “Sentimental y
canyengue”, “Pájaro cantor”, “Retrato
de Julio Ahumada”, “Milonguero de hoy”, “A Héctor María Artola”, “El Polaco”,
“Preludio nochero”, “Alma de tango”,
“Siempre Buenos Aires”, “Diagonal gris” y “Cautivante”,
entre más de 50 composiciones.
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